They spend more than 15 hours with shackles and handcuffs from the moment they leave Texas, and only about 10 minutes before landing do U.S. authorities remove them. This is the account given by several Salvadorans who arrived yesterday at the Aeropuerto Internacional de El Salvador San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, after traveling as deportees from the United States.
It is estimated that hundreds of Salvadorans have been deported in recent days, ever since Donald Trump took office. This follows from the logs of flights that have landed over the past few days at the Comalapa airport.
Yesterday, for instance, at 8:00 a.m., a Global Airlines plane arrived carrying more than 80 passengers—men, women, children, and even senior citizens—who had been detained for being foreigners in an irregular situation, according to the Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) (Immigration and Customs Enforcement).
The flight’s arrival did not appear on the commercial departure screens nor was it announced over the airport loudspeakers, and it carried no luggage. One by one, its passengers began to disembark.
The plane came from Harlingen, in the state of Texas. It left that terminal at 5:50 a.m. and arrived in El Salvador at 8:21 a.m., according to public records.
After completing immigration procedures, they were placed on four minibuses escorted by a patrol from the Policía Nacional Civil (PNC) (National Civil Police) and exited through the airport’s maintenance access road, heading to the Gerencia de Atención al Migrante (GAMI) (Migrant Care Administration), the unit in charge of working with different institutions on the process of receiving returned Salvadorans. This process is known as the Programa Bienvenido a Casa (Welcome Home Program).
Harsh experiences
El Diario de Hoy spoke with several deportees, who described mistreatment that has increased since President Donald Trump took office.
“For the past fifteen days, being detained has become a nightmare,” they say, claiming that U.S. authorities place everyone in the same cells. “We fled from gangs, and they put us together with gang members,” said one of the deportees interviewed by El Diario de Hoy.
“They have suspended several privileges, such as proper meals; the showers only have scalding-hot water because they don’t fix them; they have closed the recreational areas; and they do not provide legal counsel or any information,” one of the deportees commented.
These reports of mistreatment come amid a diplomatic dispute in which Colombia has denounced how the U.S. treats deportees.
Likewise, estimates by international organizations indicate that every year, citizens of several Central American countries decide to migrate irregularly to the U.S. in search of better living conditions, fleeing the poverty and violence in their own countries.
“Many are discouraged from seeking asylum and fear what could happen to them, given that they have even mortgaged their homes in pursuit of the American dream,” says William Gutierrez, who was detained while attempting to cross the border into the United States.
According to an immigration officer, deportation flights arrive on Monday, Wednesday, and Friday mornings.
At GAMI, family members of the deportees wait outside the gate to welcome them. Amid tears and embraces, they come out to be reunited with their loved ones, who have been previously notified to pick them up.
Others, like Juan Fernández, have come to find out whether their relatives have been deported; he has had no information on his wife for the past 24 hours, and the last thing he knew was that she was on her way to the country.
Each deportee returns to El Salvador carrying a bag of basic hygiene items and five dollars. In doing so, they leave behind the dream of migrating in search of a better future.
The flights
In recent days, according to the available public records, various flights have arrived at the Monseñor Romero airport that do not match the normal schedule of regularly scheduled commercial flights.
Until this Wednesday, these flights landed at the airport between 4 a.m. and 5 a.m. They came from cities like Nueva York and Washington.
Operated by Salam Air, additional flights are expected on Thursday—throughout the day—from Los Ángeles and Houston, where large Salvadoran communities reside.
Up to now, the government of El Salvador has provided no information about the deportation of its citizens or on the conditions in which they were held or brought back to the country.
Los primeros deportados por Donald Trump llegan a El Salvador
Más de 15 horas con grilletes y esposas desde que salieron de Texas y unos 10 minutos antes de aterrizar son removidos por las autoridades estadounidenses. Este es el relato de varios salvadoreños que llegaron ayer al Aeropuerto Internacional de El Salvador San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, tras su viaje como deportados de Estados Unidos.
Se estima que cientos de salvadoreños han sido deportados en los últimos días, luego de la llegada al poder de Donald Trump. Así se desprende de la bitácora de los vuelos aterrizados en los últimos días en el aeropuerto de Comalapa.
Ayer, por ejemplo, a las 8:00 de la mañana aterrizó el avión de la aerolínea Global Airlines, que venía con más de 80 pasajeros: hombres, mujeres, niños y hasta personas de la tercera edad que habían sido capturados por ser extranjeros en situación irregular, según les comunicó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La llegada del vuelo no estaba en las pantallas de las salidas comerciales ni se anunciaba en los altavoces del aeropuerto y tampoco traía maletas. Uno a uno sus pasajeros empezaron a bajar.
El avión procedía de Harlingen, en el estado de Texas. Partió de esa terminal a las 5:50 de la mañana y arribó a El Salvador a las 8:21 de la mañana, según los registros públicos.
Después de realizar el registro migratorio, fueron subidos a cuatro microbuses escoltados por una patrulla de la PNC y salieron por el acceso de mantenimiento del aeropuerto rumbo a la Gerencia de Atención al Migrante (GAMI), dependencia encargada de articular con las diferentes instituciones el proceso de recepción de la población salvadoreña retornada al país el cual es denominado como Programa Bienvenido a Casa.
Experiencias desoladoras
El Diario de Hoy habló con varios deportados, quienes relataron los malos tratos que han aumentado con la entrada del presidente Donald Trump.
“Desde hace quince días estar capturado se ha vuelto una pesadilla”, pues aseguran que las autoridades estadounidenses encierran a todos en las mismas celdas. “Nosotros huimos de las pandillas y allá nos tenían con pandilleros”, expresó uno de los deportados entrevistados por El Diario de Hoy.
“Nos han suspendido varias privilegios como la alimentación, las duchas caen con agua muy caliente porque no las reparan, los espacios de recreación los han cerrado, no nos dan asesoría legal ni información”, comenta uno de los expulsados.
Las denuncias de malos tratos tienen lugar en medio de una disputa diplomática registrada, donde Colombia ha denunciado el trato de las autoridades de la nación norteamericana a los deportados.
De igual manera, estimaciones de organismos internacionales señalan que cada año ciudadanos de varios países centroamericanos deciden emigrar de manera irregular a EE.UU. en busca de mejores condiciones de vida, para alejarse de la pobreza y violencia que viven en el territorio.
“Muchos están desilusionados de pedir asilo y temen por lo que les vaya ocurrir ya que han hasta hipotecado las casas por buscar un sueño americano”, comenta William Gutierrez ,quien fue capturado intentando cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
Según un agente de migración, los vuelos con deportados vienen los días lunes, miércoles y viernes por la mañana.
En la Gerencia de Atención al Migrante, familiares de los deportados esperan afuera del portón para recibirlos. Entre lágrimas y abrazos van saliendo y encontrándose con sus familiares a quienes previamente se les ha informado para que los lleguen a recoger.
Otros como Juan Fernández ha llegado al lugar para ver si su esposa la han deportado ya que desde hace 24 horas no tiene información de ella y lo último que sabe es que ya venía para el país.
Con una bolsa en la mano de implementos de higiene básica y $5.00 dólares que les entregan cada uno de los repatriados retorna a El Salvador dejando el sueño de migrar para buscar un futuro mejor.
Los vuelos
En los últimos días, según los registros públicos disponibles, han aterrizado en el aeropuerto Monseñor Romero diferentes vuelos que no corresponden con el itinerario habitual de vuelos comerciales, ya programados de manera regular.
Estos vuelos , hasta este miércoles, aterrizaron en el aeropuerto entre las 4 de la madrugada y las 5 de la mañana. Procedían de ciudades como Nueva York y Washington.
Operados por la aerolínea Salam Air, se espera que el jueves – en el transcurso del día – arriben otros vuelos que proceden de las ciudades de Los Ángeles y Houston, donde existen grandes comunidades de salvadoreños.
Hasta hoy, el gobierno de El Salvador no ha informado nada acerca de la deportación de connacionales ni en las condiciones en que estaban o viajan al país.