Organizations Maintain Pressure to Repeal New Mining Law — Organizaciones mantienen presión para derogar la nueva ley de minería

Jan 28, 2025

COSAVI Cooperative and a lawmaker spoke out amid the authorities’ silence about repealing the metal mining law. — COSAVI y diputada se pronunciaron ante el silencio de autoridades por derogar la ley de minería metálica.

Social, environmental, and religious organizations are intensifying their pressure to protest against the recently approved General Law on Metal Mining, which they consider a direct threat to natural resources and the health of Salvadorans. Despite these groups’ insistence, pro-government lawmakers have ignored demands to repeal the legislation, fueling widespread discontent and a growing social movement.

The organizations have called for demonstrations in various parts of the country, seeking to highlight the popular rejection of the new law and prevent its enforcement. “This fight is not just for the present but for future generations. We cannot allow our water sources to be contaminated and for the most vulnerable communities to bear the consequences of irresponsible decisions,” said one of the protest leaders.

Juan José Ortiz, spokesperson for Cooperativa COSAVI (COSAVI Cooperative), called the law “miserable” and said it reflects the government’s lack of interest in protecting people’s lives and well-being. “It’s not enough to say we’re against it. It’s time to impose exemplary sanctions on those who endanger Salvadorans’ lives,” Ortiz declared, urging concrete action by the Iglesia Católica (Catholic Church), the diplomatic corps, and the country’s universities to stop the law from being implemented.

Lawmaker Marcela Villatoro of ARENA reiterated her opposition to the law, pointing out that the majority of Salvadorans oppose metal mining. “According to the polls, the public rejects this activity, and technical studies have shown that the country lacks the environmental and economic conditions to sustain this practice. The damages far outweigh any possible benefits,” Villatoro said. She also questioned why pro-government lawmakers are not acting independently, stating that “they only follow orders from Casa Presidencial (Presidential House), without listening to the affected communities or considering the real implications of this law.”

Studies carried out in 2017 by the Ministerio de Medio Ambiente (Ministry of the Environment) determined that metal mining in El Salvador would have devastating effects. According to these reports, mining operations contaminate aquifers, such as the Lempa River, the main water source for millions of Salvadorans. Moreover, chemicals used in the extraction process—cyanide, arsenic, and mercury—can remain in the environment for decades, causing severe illnesses like cancer and kidney failure.

Lawmaker Villatoro also noted that the government has not been transparent about the technical studies related to mining. She recalled that the Dirección General de Electricidad (Directorate General of Electricity) denied access to those reports on the grounds of confidentiality.

“What they’re trying to hide is that there aren’t minerals in the promised quantities and that the environmental and health damages will be catastrophic,” Villatoro added, warning that water contamination could cause serious illnesses and affect future generations.

The Conferencia Episcopal (Episcopal Conference) also emphasized that although mining promises economic development, it cannot come at the expense of the population’s life and health. “We support development, but not at any cost. The health and lives of Salvadorans are the greatest wealth we have as a country, and they must be protected,” stressed Monsignor Escobar Alas.

Community leaders, for their part, recalled that El Salvador set a historic precedent in 2017 by becoming the first country to completely ban metal mining, and that reversing this decision would be a major setback.

“There is no such thing as sustainable or environmentally friendly mining. What they aim to do here is an attack on our land and our people,” asserted an environmental representative.

As social pressure builds, the organizations insist that their struggle will not end until the law is repealed. “We will remain in the streets, in international forums, and in every space where we can raise our voices. We will not allow them to destroy our country in the name of progress,” concluded an environmental leader during a protest outside the Asamblea Legislativa (Legislative Assembly) on December 23, the day mining activities were reapproved in El Salvador.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Organizaciones-mantienen-presion-para-derogar-la-nueva-ley-de-mineria-20250126-0041.html

Organizaciones mantienen presión para derogar la nueva ley de minería

Organizaciones sociales, ambientales y religiosas intensifican su presión para protestar contra la nueva Ley General de Minería Metálica, recientemente aprobada, la cual consideran una amenaza directa para los recursos naturales y la salud de los salvadoreños. Pese a la insistencia de estos sectores, los diputados oficialistas han ignorado las peticiones para derogar la normativa, lo que ha generado un amplio descontento y una creciente movilización social.

Las Organizaciones han convocado movilizaciones en diferentes puntos del país, buscando visibilizar el rechazo popular a la nueva ley y evitar su implementación. “Esta lucha no es solo por el presente, sino por las futuras generaciones. No podemos permitir que nuestras fuentes de agua sean contaminadas y que las comunidades más vulnerables paguen las consecuencias de decisiones irresponsables”, afirmó uno de los líderes de las protestas.

Juan José Ortiz, vocero de la cooperativa COSAVI, calificó la ley como “miserable” y señaló que esta normativa refleja el poco interés del gobierno en proteger la vida y el bienestar de la población. “No basta con decir que estamos en contra. Es momento de aplicar sanciones ejemplares a quienes ponen en peligro la vida de los salvadoreños”, declaró Ortiz, pidiendo acciones concretas por parte de la Iglesia Católica, el cuerpo diplomático y las universidades del país para frenar la implementación de la ley.

La diputada Marcela Villatoro, de ARENA, reiteró su rechazo a la ley, señalando que la mayoría de los salvadoreños está en contra de la minería metálica. “Según las encuestas, la población rechaza esta actividad, y los estudios técnicos han demostrado que el país no cuenta con las condiciones ambientales ni económicas para sostener esta práctica. Los daños superan con creces los posibles beneficios”, afirmó Villatoro. También cuestionó que los diputados oficialistas no actúen con independencia, indicando que “solo siguen órdenes de Casa Presidencial, sin escuchar a las comunidades afectadas ni considerar las implicaciones reales de esta ley”.

Estudios realizados en 2017 por el Ministerio de Medio Ambiente determinaron que la minería metálica en El Salvador tendría efectos devastadores. Según los informes, la explotación minera contamina los mantos acuíferos, como el río Lempa, principal fuente de agua para millones de salvadoreños. Además, los químicos utilizados en el proceso, como cianuro, arsénico y mercurio, pueden permanecer por décadas en el medio ambiente, causando enfermedades graves como cáncer e insuficiencia renal.

La diputada Villatoro también recordó que el gobierno no ha sido transparente sobre los estudios técnicos relacionados con la minería. Recordó que la Dirección General de Electricidad negó el acceso a esos informes bajo el argumento de confidencialidad.

“Lo que intentan ocultar es que no existen minerales en las cantidades prometidas y que los daños ambientales y a la salud serán catastróficos”, agregó Villatoro, advirtiendo que la contaminación del agua podría causar enfermedades graves y afectar a generaciones futuras.

La Conferencia Episcopal también subrayó que, aunque la minería promete desarrollo económico, este no puede alcanzarse a costa de la vida y la salud de la población. “Estamos a favor del desarrollo, pero no a cualquier precio. La salud y la vida de los salvadoreños son la mayor riqueza que tenemos como país, y deben ser protegidas”, enfatizó Monseñor Escobar Alas.

Por su parte, los líderes comunitarios recordaron que El Salvador ya marcó un precedente histórico en 2017 al ser el primer país en prohibir completamente la minería metálica, y que revertir esta decisión sería un grave retroceso.

“No existe minería sostenible, ni amigable con el medio ambiente. Lo que se pretende hacer aquí es un atentado contra nuestra tierra y nuestra gente”, aseguró un representante ambientalista.

A medida que la presión social crece, las organizaciones han insistido en que esta lucha no terminará hasta que la ley sea derogada. “Seguiremos en las calles, en los foros internacionales y en cada espacio donde podamos alzar la voz. No vamos a permitir que destruyan nuestro país en nombre del progreso”, concluyó un líder medioambiental durante una protesta frente a la Asamblea Legislativa el 23 de diciembre pasado, día que se aprobó la reactivación de la minería en El Salvador.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Organizaciones-mantienen-presion-para-derogar-la-nueva-ley-de-mineria-20250126-0041.html