During an interview broadcast on TVX, Ricardo Navarro, an environmentalist and member of Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) (Salvadoran Center for Appropriate Technology), presented information that contradicts government statements and warned about the implications of mining in the country.
“According to Bukele, we have 65% of the world’s gold, and if you look at the area El Salvador occupies compared to all the continents, we have 150 million square kilometers; El Salvador has 20,000 square kilometers. If you divide all the continents into 7,500 parts, one part is El Salvador, and that part supposedly holds 65% of the gold—this is pure fiction,” the environmentalist explained.
Navarro argued that, according to the Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) (United States Geological Survey), the total amount of gold that can be extracted from the Earth’s surface is around 54,000 tons. In contrast, the government’s projection of 35,000 tons of gold for El Salvador would account for more than half of the world’s reserves, which he deemed “unlikely and lacking any scientific basis.”
Navarro also addressed the potential consequences of exploiting the country’s mineral resources. He explained that gold mining at low concentrations, such as those reported in El Salvador, involves intensive use of natural resources—particularly water—and generates large volumes of contaminated waste.
According to his calculations, extracting one ton of gold would require moving about one million tons of soil and consuming between 1,000 and 3,000 liters of water per gram of gold extracted. “If you extract one ton of gold, you will end up with one million tons of rock, and you will use large amounts of water. For each gram of gold, you use between one and three cubic meters of water, that is, between 1,000 and 3,000 liters,” Navarro stated.
“You add cyanide, and all the rock ends up contaminated with cyanide. That one ton of gold translates into a million tons of rock. What do you do with a million tons of rock? You have to put it somewhere. If a river flows by and comes into contact with the rock, it will become contaminated. If it rains, the water that falls on the rock gets leached out and becomes contaminated too,” he continued.
The use of chemicals such as cyanide in the extraction process also poses a significant risk. Navarro indicated that this compound, used to dissolve gold from rock, is highly toxic and can irreversibly contaminate nearby bodies of water, affecting both human communities and ecosystems.
Regarding the government’s proposal to implement “green” or sustainable mining, Navarro questioned its viability. According to the environmentalist, “the only green in mining is the color of money,” and he believes there is currently no technology capable of ensuring that gold extraction is completely safe for the environment. Although some countries have adopted measures to reduce mining’s impact, local communities in those regions continue to face problems such as water shortages and soil contamination.
“In the law they approved here, mercury is prohibited, but mercury is no longer even used. Why didn’t they say they would ban cyanide? Because they’re going to use it, because that’s what mining companies use. Why? It’s profitable to mine with cyanide, and companies seek profit. So, to make it profitable, they have to use cyanide, and cyanide is highly contaminating,” the environmentalist stated.
Navarro also warned about the use of economic arguments to justify mining. “Mining profits are often privatized, while environmental and social costs are borne by the affected communities,” he stated.
In 2017, El Salvador became the first country in the world to ban metal mining. However, the government’s recent promotion of mining projects has reignited the debate. Critics argue that the environmental and social consequences outweigh any potential economic benefits, while supporters claim that mining could boost the country’s economic development.
Navarro urged citizens to seek independent information about mining’s effects in other regions. “Don’t believe us or the government. Investigate cases in other countries and see the real consequences of mining,” he encouraged. He also emphasized the importance of considering the needs of future generations when making decisions about the country’s natural resource use.
“Que tenemos el 65% de oro en el planeta es pura ficción”: CESTA
Ricardo Navarro, ambientalista e integrante del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) durante una entrevista transmitida en TVX, expuso datos que contradicen las declaraciones gubernamentales y alertó sobre las implicaciones de la minería en el país.
“Nosotros, de acuerdo con Bukele, tenemos el 65% del oro del planeta y si usted mira la extensión que tiene El Salvador y la que tienen todos los continentes, tenemos 150 millones de kilómetros cuadrados, El Salvador tiene 20,000 kilómetros cuadrados, si usted divide todos los continentes en 7,500 partes, una parte es El Salvador y que esa parte tiene 65% del oro, eso es pura pura ficción” explicó el ambientalista.
Navarro argumentó que, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), el total de oro extraíble en la superficie terrestre asciende a 54,000 toneladas. En contraste, la proyección gubernamental de 35,000 toneladas de oro para El Salvador representaría más de la mitad de las reservas globales, lo cual resulta “improbable y carece de fundamento científico”.
Navarro también abordó las posibles consecuencias de explotar los recursos minerales en el país. Explicó que la minería de oro en concentraciones bajas, como las reportadas en El Salvador, implica un uso intensivo de recursos naturales, particularmente agua, y genera grandes volúmenes de desechos contaminados.
Según sus cálculos, extraer una tonelada de oro requeriría movilizar cerca de un millón de toneladas de tierra, además de consumir entre 1,000 y 3,000 litros de agua por gramo de oro extraído.
“Si usted saca una tonelada de oro, va a tener un millón de toneladas de roca y usted utiliza grandes cantidades de agua, por cada gramo de oro usted utiliza entre uno y tres metros cúbicos de agua, o sea, entre 1,000 y 3,000 litros” aseguró Navarro.
“Le mete cianuro y toda la roca queda contaminada con cianuro y esa roca de una tonelada de oro son un millón de toneladas, ¿Qué hace usted con un millón de toneladas de roca? Ponerlas en alguna parte, si pasa un río al contacto con la roca se va a contaminar, si llueve el agua que cae sobre la roca que va lixiviando sale contaminada también” continuó.
El uso de químicos como el cianuro en los procesos extractivos también representa un riesgo significativo. Navarro indicó que este compuesto, empleado para disolver el oro de la roca, es altamente tóxico y puede contaminar de manera irreversible los cuerpos de agua cercanos, afectando tanto a las comunidades humanas como a los ecosistemas.
Respecto a la propuesta del gobierno de implementar una minería “verde” o sustentable, Navarro cuestionó su viabilidad. Según el ambientalista, “lo único verde en la minería es el color de los dólares”, y consideró que no existe tecnología actualmente capaz de garantizar que la extracción de oro sea completamente segura para el medio ambiente. Aunque algunos países han adoptado medidas para reducir los impactos de la minería, las comunidades locales en esas regiones continúan enfrentando problemas como escasez de agua y contaminación de los suelos.
“En la ley que aprobaron acá se prohíbe el mercurio pero el mercurio ya ni se usa. ¿Por qué no dijeron que se prohíbe el cianuro? Porque lo van a usar, porque eso es lo que utilizan las empresas mineras, ¿Por qué? Es rentable hacerlo con cianuro y las empresas buscan dinero. Entonces, para hacerlo rentable tienen que usar cianuro y el cianuro es altamente contaminante” señaló el ambientalista.
Navarro también advirtió sobre el uso de argumentos económicos para justificar la explotación minera. “Las ganancias de la minería suelen ser privatizadas, mientras que los costos ambientales y sociales son asumidos por las comunidades afectadas”, afirmó.
En 2017, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en prohibir la minería metálica. Sin embargo, la reciente promoción de proyectos mineros por parte del gobierno ha reavivado la discusión. Críticos de estas iniciativas sostienen que las consecuencias ambientales y sociales superan los posibles beneficios económicos, mientras que defensores aseguran que la minería podría impulsar el desarrollo económico del país.
Navarro instó a la ciudadanía a buscar información independiente sobre los efectos de la minería en otras regiones. “No nos crean ni a nosotros ni al gobierno. Investiguen casos en otros países y vean las consecuencias reales de la minería”, exhortó. También enfatizó la importancia de considerar las necesidades de las futuras generaciones al tomar decisiones sobre el uso de los recursos naturales del país.