Trump eyes asylum agreement with El Salvador to deport migrants there — La administración de Trump contempla un acuerdo de asilo con El Salvador para deportar migrantes allí

Jan 27, 2025

The arrangement, known as a "Safe Third Country" agreement, would empower U.S. immigration officials to deport non-Salvadoran migrants to El Salvador, blocking them from requesting asylum in the U.S. Instead, the migrants would be deported with instructions to seek asylum in El Salvador, which would be designated a "safe third country." — La disposición, conocida como un acuerdo de “Tercer País Seguro” (Safe Third Country), facultaría a los funcionarios de inmigración de Estados Unidos a deportar a migrantes no salvadoreños a El Salvador, impidiéndoles solicitar asilo en Estados Unidos. En su lugar, los migrantes serían deportados con la instrucción de pedir asilo en El Salvador, que sería designado como un “tercer país seguro”.

The Trump administration is developing an asylum agreement with El Salvador’s government that would allow the U.S. to deport migrants to the small Central American country who are not from there, two sources familiar with the internal deliberations told CBS News.

The arrangement, known as a “Safe Third Country” agreement, would empower U.S. immigration officials to deport non-Salvadoran migrants to El Salvador, blocking them from requesting asylum in the U.S. Instead, the migrants would be deported with instructions to seek asylum in El Salvador, which would be designated a “safe third country.”

The plan, if finalized, would revive an agreement the first Trump administration brokered with El Salvador’s government, though that accord was never implemented and was eventually terminated by former President Joe Biden’s administration.

A safe third country agreement could be a significant breakthrough for the Trump administration’s aggressive immigration plans, allowing it to deport migrants from different countries, including Venezuela, that limit or outright reject U.S. deportations of their citizens.

One of the internal plans under consideration would allow the U.S. to send deportation flights to El Salvador that include suspected members of Tren de Aragua, the Venezuelan gang that President Trump has made a focal point of his crackdown on illegal immigration. Hours after his inauguration, Mr. Trump directed officials to start the process of designating Tren de Aragua a terrorist group.

If that plan is implemented, it’s unclear how El Salvador would handle the deported gang members. Under President Nayib Bukele, the Salvadoran government has subdued El Salvador’s notorious gangs, including MS-13, through a mass incarceration campaign.  

Bukele’s government is expected to be a key ally of the Trump administration. Bukele enjoys broad popularity in El Salvador, and among U.S. conservatives, mainly due to his anti-gang policies, which international groups say have involved due process violations.

The White House said Mr. Trump and Bukele spoke over the phone on Thursday and discussed “working together to stop illegal immigration and crack down on transnational gangs like Tren de Aragua.”

Secretary of State Marco Rubio, who has vowed to make curbing mass migration a top priority, is also scheduled to visit El Salvador in early February as part of a trip to Latin America set to start later this week.

Representatives for the State Department, the Department of Homeland Security and the White House did not immediately respond to requests for comment. 

Mr Trump has already moved swiftly to start his sweeping immigration crackdown, giving deportation officers broader authorities to arrest and deport unauthorized immigrants, shutting down access to the asylum system at the U.S.-Mexico border and enlisting the vast resources of the American military for immigration enforcement through an emergency declaration.

Military planes are now being used to deport migrants crossing the southern border illegally, and additional active-duty troops have been deployed there to erect barriers designed to repel unlawful crossings. Longstanding federal law generally prohibits the military from engaging in civilian law enforcement.

A safe third country agreement would add yet another layer to Mr. Trump’s efforts to seal off U.S. borders to migrants and asylum-seekers, through both physical barriers and far-reaching policy changes. 

It’s unclear how such an arrangement would interact with Mr. Trump’s other moves on asylum, including giving border agents the authority to rapidly deport migrants without allowing them to request legal refuge. His administration is also reinstating a rule, known as Remain-in-Mexico, that requires asylum claimants to stay outside of the U.S. while their cases are reviewed.

Currently, the U.S. has one safe third country agreement. Under that arrangement, the U.S. and Canadian governments exchange asylum claimants crossing their shared border. The first Trump administration forged asylum deals with Guatemala, Honduras and El Salvador. Only the one with Guatemala ever took effect, and all three accords were suspended once Biden took office.

CBS News: https://www.cbsnews.com/news/trump-eyes-asylum-agreement-el-salvador-deportation-migrants

La administración de Trump contempla un acuerdo de asilo con El Salvador para deportar migrantes allí

La administración de Trump está desarrollando un acuerdo de asilo con el gobierno de El Salvador que permitiría a Estados Unidos deportar a migrantes a ese pequeño país centroamericano que no sean de allí, según informaron a CBS News dos fuentes familiarizadas con las deliberaciones internas.

La disposición, conocida como un acuerdo de “Tercer País Seguro” (Safe Third Country), facultaría a los funcionarios de inmigración de Estados Unidos a deportar a migrantes no salvadoreños a El Salvador, impidiéndoles solicitar asilo en Estados Unidos. En su lugar, los migrantes serían deportados con la instrucción de pedir asilo en El Salvador, que sería designado como un “tercer país seguro”.

Si se finaliza el plan, reactivaría un acuerdo que la primera administración de Trump negoció con el gobierno de El Salvador, aunque ese convenio nunca se implementó y finalmente fue cancelado por la administración del expresidente Joe Biden.

Un acuerdo de tercer país seguro podría suponer un avance significativo para los agresivos planes migratorios de la administración de Trump, permitiéndole deportar a migrantes de distintos países, incluida Venezuela, que limitan o rechazan rotundamente las deportaciones por parte de Estados Unidos.

Uno de los planes internos que se están considerando permitiría a Estados Unidos enviar vuelos de deportación a El Salvador con presuntos miembros de Tren de Aragua, la pandilla venezolana que el presidente Trump ha convertido en un punto focal de su ofensiva contra la inmigración ilegal. Horas después de su investidura, el señor Trump ordenó a los funcionarios iniciar el proceso para designar a Tren de Aragua como un grupo terrorista.

Si se implementa ese plan, no está claro cómo manejaría El Salvador a los pandilleros deportados. Bajo la presidencia de Nayib Bukele, el gobierno salvadoreño ha sometido a las notorias pandillas de El Salvador, incluidas la MS-13, mediante una campaña de encarcelamientos masivos.

Se espera que el gobierno de Bukele sea un aliado clave de la administración de Trump. Bukele goza de una amplia popularidad en El Salvador, así como entre los conservadores en Estados Unidos, principalmente debido a sus políticas contra las pandillas, las cuales, según grupos internacionales, han implicado violaciones al debido proceso.

The White House (Casa Blanca) dijo que el señor Trump y Bukele hablaron por teléfono el jueves y trataron el tema de “trabajar juntos para frenar la inmigración ilegal y tomar medidas enérgicas contra pandillas transnacionales como Tren de Aragua”.

El secretario de Estado (Secretary of State) Marco Rubio, quien ha prometido convertir la reducción de la migración masiva en una prioridad principal, también tiene previsto visitar El Salvador a principios de febrero, como parte de un viaje a América Latina que comenzará a finales de esta semana.

Los representantes del State Department (Departamento de Estado), del Department of Homeland Security (Departamento de Seguridad Nacional) y de la Casa Blanca no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

El señor Trump ya ha actuado con rapidez para iniciar su amplia ofensiva contra la inmigración, otorgando a los agentes de deportación facultades más amplias para arrestar y deportar a inmigrantes no autorizados, cerrando el acceso al sistema de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México y reclutando los vastos recursos del ejército estadounidense para la aplicación de las leyes de inmigración mediante una declaración de emergencia.

Actualmente, se están utilizando aviones militares para deportar a migrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur, y se han desplegado más tropas en servicio activo para instalar barreras destinadas a disuadir cruces ilegales. Las leyes federales de larga data generalmente prohíben que las fuerzas armadas participen en la aplicación de la ley civil.

Un acuerdo de tercer país seguro añadiría otra capa a los esfuerzos del señor Trump por sellar las fronteras de Estados Unidos a los migrantes y solicitantes de asilo, tanto a través de barreras físicas como de cambios de política de gran alcance.

No está claro cómo interactuaría ese acuerdo con las otras medidas del señor Trump en materia de asilo, incluyendo otorgar a los agentes fronterizos la autoridad para deportar rápidamente a los migrantes sin permitirles solicitar refugio legal. Su administración también está restableciendo una norma, conocida como la política de Permanecer en México (Remain-in-Mexico), que exige que los solicitantes de asilo permanezcan fuera de Estados Unidos mientras se revisan sus casos.

Actualmente, Estados Unidos tiene un solo acuerdo de tercer país seguro. Bajo este arreglo, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá intercambian solicitantes de asilo que cruzan su frontera compartida. La primera administración de Trump forjó acuerdos de asilo con Guatemala, Honduras y El Salvador. Solo el firmado con Guatemala entró en vigor, y los tres acuerdos fueron suspendidos cuando Biden asumió el cargo.

CBS News: https://www.cbsnews.com/news/trump-eyes-asylum-agreement-el-salvador-deportation-migrants