El Salvador Isn’t Able to Handle More Deportations — El Salvador no tendría capacidad de responder ante más deportaciones

Jan 27, 2025

Migrants, army plane
In 2024, 45,362 Salvadorans were detained at U.S. borders — Durante 2024 fueron detenidos 45,362 salvadoreños en las fronteras estadounidenses.

The announcement by the United States Immigration and Customs Enforcement (ICE) regarding the start of deportation flights for undocumented migrants aboard military aircraft—part of President Donald Trump’s policy against migration to that country—is a cause for concern.

Despite rhetoric emphasizing good relations between the governments of El Salvador and the United States under Trump’s renewed mandate, El Salvador “does not have the capacity to respond to a substantial increase in the deportation of Salvadorans and to provide them with security and dignity, the denial of which forced them to migrate,” according to human rights and migration expert Celia Medrano.

Indeed, the first measure Trump adopted upon once again taking office in the White House was to strengthen control over the southern border and militarize it, affecting migrants waiting to cross through asylum procedures as well as those who do so illegally.

In 2024, the United States Border Patrol and the Office of Field Operations detained 45,362 Salvadorans in irregular migration status at U.S. borders, according to data from the ]Office of Customs and Border Protection. In January of last year, 3,658 individuals were detained; in February, 4,637; in March, 4,135; in April, 4,699; in May, 5,029; in June, 4,030; in July, 3,181; in August, 3,015; in September, 3,034; in October, 3,360; in November, 3,343; and in December, 3,241.

Adults traveling alone totaled 20,881; people traveling in family units, 13,897; unaccompanied minors, 6,592; and accompanied minors, 53. The total number of Salvadorans detained at the borders is lower than in 2023, when 67,905 were recorded.

But it was not only at U.S. borders that Salvadorans were found in irregular migration status—Mexico also has records. From January to August 2024, the Unidad de Política Migratoria (Migration Policy Unit) reported 56,300 Salvadorans in irregular migration circumstances. A Procedimiento Administrativo Migratorio (PAM) (Administrative Migration Procedure) was initiated for 51,831 of them by the Instituto Nacional de Migración (INM) (National Migration Institute) for failing to prove their migratory status; another 4,469 were sent to shelters once the PAM was initiated, and 263 were returned to El Salvador.

Affinity with Trump

Curbing irregular migration to the United States was one of the topics covered in the first official telephone call between Trump and Salvadoran President Nayib Bukele, according to a White House announcement last Thursday.

“It seems indisputable that the current Salvadoran government will have close ties with President Trump’s administration,” said Medrano.

“El Salvador will seek direct dialogue with the United States by yielding to the priority of stopping migration. In that regard, the fact that El Salvador is among the first countries Marco Rubio will officially visit in his new position points to the fulfillment of commitments undertaken in agreements or conventions known as ‘safe third country’ arrangements,” she added.

According to the expert, there is a possibility that the Bukele administration “may attempt to open negotiations” for different treatment of Salvadoran migrants in the United States in exchange for receiving migrants of other nationalities expelled from that country—whose governments will not accept them—such as those from Venezuela, Nicaragua, and Cuba, as well as extra-continental migrants.

Additionally, strengthening the relationship also involves addressing issues tied to organized crime. “Along those lines, John Durhman’s appointment as interim head of the district attorney’s office in Eastern New York may deepen processes in the United States against gang leaders who should have been serving sentences in El Salvador but were released, only to be detained in Mexico to face U.S. justice,” she explained.

For Medrano, “the truth is that El Salvador does not appear interested in coordinating with other Central American governments, despite the urgent need to coordinate and provide common responses as a region. If that is the case, it could be a serious mistake,” she stated.

Another highly sensitive point is whether El Salvador will be able to maintain its closeness with China “while still keeping its head bowed” before Trump.

When asked if the government might try to minimize mass deportations to preserve the appearance of strong ties with Washington, the expert raised the following question: “Would it be a reflection of a strong relationship to allow deported migrants to arrive on U.S. military C-130 Hercules planes?” referring to the flights initiated by ICE.

Meanwhile, economist César Villalona believes deportations would have a twofold impact on El Salvador. “First, the number of people entering the country who will be unable to find work, because we have an economy with a very low growth rate. Unemployment would rise, putting severe pressure on social services and the state. And second, there would be a decline in family remittances,” he stated this week in remarks to the Telesur network.

EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/el-salvador-no-tendria-capacidad-de-responder-ante-mas-deportaciones/1196063/2025/

El Salvador no tendría capacidad de responder ante más deportaciones

El anuncio de la agencia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) del inicio de vuelos de deportación de migrantes indocumentados en aeronaves militares como parte de la política del gobierno de Donald Trump en contra de la migración a dicho país es un tema de preocupación.

Pese a los discursos que buscan destacar las buenas relaciones entre los gobiernos de El Salvador y Estados Unidos con el nuevo mandato de Trump, El Salvador “no está en capacidad de responder a un considerable aumento de deportación de salvadoreños y brindarles condiciones de seguridad y dignidad, cuya negación les obligó a migrar forzosamente”, de acuerdo a Celia Medrano, experta en derechos humanos y migración.

Y es que la primera medida que tomó Trump cuando tomó posesión nuevamente de la Casa Blanca fue endurecer el control de la frontera sur y militarizarla, lo que afecta a migrantes que estaban esperando cruzar por los trámites de asilo y a quienes lo hacen de manera ilegal.

Cabe mencionar que en 2024, la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos y la Oficina de Operaciones de Campo detuvieron a 45,362 salvadoreños en situación de migración irregular en las fronteras de dicho país, de acuerdo a los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).

En el mes de enero del año pasado fueron 3,658 las personas detenidas, en febrero 4,637, en marzo 4,135, en abril fueron 4,699, en mayo 5,029, en junio 4,030, en julio fueron 3,181, en agosto 3,015, en septiembre 3,034, en octubre 3,360, en noviembre 3,343 y en diciembre 3,241.

Las personas adultas que iban solas fueron 20,881, personas viajando en grupos familiares 13,897, menores de edad no acompañados 6,592 y menores acompañados 53. El total de salvadoreños detenidos en las fronteras es menor al 2023, que registró 67,905.

Pero no solo en las fronteras estadounidenses se registraron salvadoreños en situación migratoria irregular, también tiene registros México.

De enero a agosto de 2024 la Unidad de Política Migratoria reportó 56,300 personas salvadoreñas en situación de migración irregular. A 51,831 de ellas se les inició un Procedimiento Administrativo Migratorio (PAM) ante el Instituto Nacional de Migración (INM) por no acreditar su situación migratoria; otras 4,469 fueron canalizadas a los albergues con PAM iniciado y 263 fueron devueltas al país.

Afinidad a Trump

El tema de detener la migración irregular a los Estados Unidos fue uno de los temas tratados en la primera llamada telefónica oficial entre Trump y el presidente salvadoreño Nayib Bukele, según informó la Casa Blanca el pasado jueves.

“Parece indiscutible la cercanía que el actual gobierno salvadoreño tendrá con el funcionariado del presidente Trump”, expuso Medrano.

“El Salvador buscará interlocución directa con Estados Unidos cediendo ante la prioridad de frenar la migración, el que El Salvador se encuentre entre los primeros países que Marco Rubio visitará oficialmente en su nuevo cargo apunta a ello y apunta a la concreción de compromisos adquiridos bajo la figura de acuerdos o convenios conocidos como ‘tercer país seguro’”, agregó.

Para la experta, existe la probabilidad que el gobierno de Bukele “trate de abrir negociaciones” hacia un trato diferente para migrantes salvadoreños en Estados Unidos a cambio de recibir migrantes de otras nacionalidades expulsados de ese país cuyos gobiernos no los recibirían, como Venezuela, Nicaragua y Cuba, además de migrantes extracontinentales.

Además, el estrechamiento de relaciones también pasa por el abordaje de temas vinculados a la criminalidad organizada.

“Y en ese sentido, el que John Durhman haya sido nombrado jefe interino de la fiscalía distrital en el Este de Nueva York puede profundizar procesos en Estados Unidos contra líderes pandilleriles que deberían haber estado cumpliendo condenas en El Salvador, pero fueron liberados y detenidos en México para enfrentar la justicia estadounidense”, dijo.

Para Medrano “lo cierto es que El Salvador no parece interesarse por coordinarse con otros gobiernos centroamericanos ante la urgencia de coordinar y dar respuestas comunes” como región. “Si es así, esto puede ser un grave error”, afirmó.

Otro de los puntos que puede ser más sensible es si El Salvador será capaz de mantener cercanía con China, y “al mismo tiempo de sostener la cabeza inclinada” ante Trump.

Ante la consulta de si el gobierno tratará de minimizar las deportaciones masivas para mantener una apariencia de relaciones fortalecida con Washington, la experta lanzó una interrogante: “¿Sería reflejo de una relación fuerte permitir que migrantes deportados lleguen en aviones militares estadounidenses C-130 Hércules?”, en referencia en los vuelos iniciados por ICE.

Por su parte, el economista César Villalona considera que las deportaciones tendrían un doble impacto en El Salvador.

“Primero, la cantidad de personas que entren al país y que no van a encontrar fuente de empleo, porque aquí tenemos una economía que tiene una tasa de crecimiento muy pequeña. Habría un aumento del desempleo, una presión sobre los servicios sociales, sobre el estado, muy fuerte. Y lo segundo la disminución de las remesas familiares”, dijo esta semana en declaraciones a la cadena Telesur.

EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/el-salvador-no-tendria-capacidad-de-responder-ante-mas-deportaciones/1196063/2025/