The “punitive populism” practiced by the government of Nayib Bukele in El Salvador—where in two and a half years, 83,000 people have been detained and 300 have died in prison, “without any internal investigation process”—is highlighted in the 2024 annual global human rights report.
From Venezuela to Nicaragua, passing through Haiti, Cuba, Ecuador, El Salvador, Peru, or Argentina, democratic deterioration in Latin America was “rampant” last year, according to the non-governmental organization.
The global report, spanning nearly 550 pages, in which HRW reviews the state of human rights and fundamental freedoms in more than a hundred countries, underscores that the “cowardly reluctance” of many governments to defend the poorest has led to the “erosion” of international norms. The return of Donald Trump to the White House this Monday could worsen the situation, HRW warns.
In Latin America, authoritarianism and democratic decline “advanced rampantly” along with corruption, loss of judicial independence, and the parallel growth of organized crime, says Juanita Goebertus, director for the region at HRW, speaking to AFP.
“Bukele systematically dismantled democracy, undermined the rule of law, and the country faces significant challenges in terms of transparency,” the report states, highlighting mass arbitrary detentions, enforced disappearances, and torture under the state of exception enacted since 2022.
“Since taking office in 2019, Bukele’s government has systematically dismantled democratic institutions and concentrated power in the executive branch,” the report states.
The organization emphasizes that Bukele has weakened the rule of law by influencing courts and passing laws that grant him greater control over the judiciary.
“Officials have attempted to discredit the work of journalists and civil society organizations, even accusing them of being ‘gang defenders,’” it said.
Other Countries
While the situations in Venezuela, Cuba, and Nicaragua—described as “three absolutely consolidated dictatorships”—are not the same as in Haiti, a country dominated by criminal gangs that sow terror in the “complete absence of a functioning state.”
The inauguration of Nicolás Maduro in Venezuela on January 10, despite evidence of fraud in the July 28 elections, “is the ultimate result of a vote that blatantly disregarded the will of the people and consolidates authoritarianism in Venezuela,” it states.
Revocation of Citizenship
In Nicaragua, the dictatorial control of Daniel Ortega and Rosario Murillo has “expanded the use of forced exile and revocation of citizenship as ways to persecute critics.”
Since 2018, the government has shut down more than 5,600 NGOs, 58 media outlets, and universities. Over 263 journalists have fled the country, 26 of them in the first six months of last year.
HRW warns that in Mexico, extreme violence by organized crime is compounded by “widespread abuse by state agents operating with almost total impunity.”
The organization also raises concerns over recent constitutional changes that strengthen the role of the military in police work and revise the justice system, which could “perpetuate abuses and severely undermine the rule of law.”
In Colombia, the report highlights continued abuse by armed groups, limited access to justice, and high levels of poverty—particularly in rural areas and among Indigenous and Afro-descendant communities. However, it acknowledges the Colombian government’s recent ratification of the Escazú Agreement as a positive step.
In Peru, under Dina Boluarte’s administration, the president “made little to no effort” to stop congressional attacks, which included passing laws that “undermine judicial independence, weaken democratic institutions, and obstruct investigations into organized crime, corruption, and human rights violations,” the report states.
In Guatemala, the report attributes the lack of judicial independence to the selection process for judges and political interference that benefits the powerful.
In Argentina, the first year of Javier Milei’s administration has been marked by “new challenges” to human rights, obstacles to the exercise of freedom of expression and assembly, and hostile official rhetoric towards journalists and the LGBTI community.
Meanwhile, Honduras continues to grapple with widespread corruption, a compromised judiciary, high levels of violence, and attacks on environmental defenders.
“Ineffective Responses”
While Luiz Inácio Lula da Silva’s presidency in Brazil has brought some hope, with a 30% reduction in Amazon deforestation and the approval of laws to protect children’s digital rights, the police killed 4,565 people by September, more than 80% of them Black.
In addition to threats to human rights, there is a growing sophistication and internationalization of organized crime, combined with governments’ “highly ineffective” responses, Goebertus added.
In Ecuador, which has been under a state of exception for a year, there have been increasing cases of “excessive use of force, torture, disappearances, and extrajudicial executions.”
“We have short-term hardline policies based on mass incarceration but without real technical judicial capacity to uncover structures,” lamented the expert, who calls for “longer-term investments” to “strengthen our capacity for real justice administration.”
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/internacional/regimen-de-excepcion-nayib-bukele-/1194349/2025/
“Populismo punitivo” en El Salvador denuncia informe de Human Rights Watch
El «populismo punitivo» que practica el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, donde en dos años y medio se ha detenido a 83.000 personas y 300 han muerto en la cárcel, «sin que haya habido un proceso de investigación» interno, figura en el informe anual sobre los derechos humanos en el mundo en 2024.
Desde Venezuela a Nicaragua, pasando por Haití, Cuba, Ecuador, El Salvador, Perú o Argentina, el deterioro democrático en América Latina fue «rampante» el año anterior, según la organización no gubernamental.
El informe mundial, en el que a lo largo de cerca de 550 páginas HRW repasa la situación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en más de un centenar de países, recuerda que la «reticencia cobarde» de muchos gobiernos para defender a los más pobres supone la «erosión» de las normas internacionales. El regreso, este lunes, de Donald Trump a la Casa Blanca puede agravar la situación, advierte HRW.
En América Latina, lejos de mejorar, «avanzó de manera rampante» el autoritarismo y el deterioro de la democracia, junto con la corrupción, la pérdida de independencia judicial y el crecimiento del «fenómeno paralelo» del crimen organizado, dice a la AFP Juanita Goebertus, directora para la región de HRW.
“Bukele desmanteló sistemáticamente la democracia, ha socavado el Estado de derecho y el país enfrenta importantes desafíos en materia de transparencia”, dice el documento, que detenciones arbitrarias masivas, desapariciones forzadas y tortura, amparadas en el régimen de excepción vigente desde 2022.
“Desde que asumió el cargo en 2019, el gobierno de Bukele ha desmantelado sistemáticamente las instituciones democráticas y ha concentrado el poder en el Ejecutivo”, señala.
La organización enfatiza que Bukele ha debilitado el Estado de derecho, al influir en los tribunales y aprobar leyes que le dan más control sobre el poder judicial.
“Los funcionarios han intentado desacreditar el trabajo de los periodistas y organizaciones de la sociedad civil, incluso acusándolos de ser ‘defensores de las pandillas'”, afirmó.
Otros países
Aunque no es lo mismo la situación de Venezuela, Cuba y Nicaragua –«tres dictaduras absolutamente consolidadas»– a la de Haití, país tomado por pandillas criminales que siembran el terror ante la «ausencia absoluta de un Estado».
La toma de posesión de Nicolás Maduro en Venezuela el 10 de enero, pese a los indicios de fraude en las elecciones del 28 de julio, «es el resultado final de una elección que desconoció abiertamente la voluntad del pueblo, y consolida el autoritarismo en Venezuela», dice.
Revocación de la ciudadanía
En Nicaragua, la férula dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo «amplió el uso del exilio forzoso y la revocación de la ciudadanía como formas de perseguir a los críticos», agrega.
Desde 2018 el gobierno ha cerrado más de 5.600 ONG y 58 medios de comunicación, así como universidades. Más de 263 periodistas han huido del país, de ellos 26 en los primeros seis meses del año pasado.
HRW alerta que en México, a la violencia extrema del crimen organizado se suma el «abuso generalizado por parte de agentes estatales con casi total impunidad».
Asimismo alerta de los recientes cambios constitucionales para reforzar el papel del ejército en las labores policiales y revisar el sistema de justicia, podrían «perpetuar los abusos y socavar gravemente el Estado de derecho».
En Colombia, los abusos de los grupos armados, el acceso limitado a la justicia y los altos niveles de pobreza, en particular en el ámbito rural, y las comunidades indígenas y afrodescendientes preocupan también a los autores del informe, pese a que destacan la reciente ratificación del acuerdo de Escazú por el gobierno de Gustavo Petro.
En el Perú de Dina Boluarte, la presidenta «hizo poco o ningún esfuerzo» para detener los ataques perpetrados por el Congreso que aprobó leyes que «socavan la independencia judicial, debilitan las instituciones democráticas y obstaculizaron las investigaciones sobre el crimen organizado, la corrupción y las violaciones de los derechos humanos», sostiene el informe.
De Guatemala achaca la falta de independencia judicial al proceso de selección de los que deben impartir la justicia y a las injerencias políticas que benefician a los poderosos.
En Argentina, el primer año del gobierno de Javier Milei se ha caracterizado por «nuevos desafíos» a los derechos humanos, obstáculos para el ejercicio de la libertad de expresión y reunión y la retórica oficial hostil contra periodistas y la comunidad LGBTI, sostiene.
Por su parte, Honduras sigue luchando contra la corrupción generalizada, un poder judicial comprometido, altos niveles de violencia y ataques contra los defensores del medio ambiente.
«Respuestas ineficaces»
Aunque la llegada de Luiz Inacio Lula da Silva a la presidencia de Brasil ha supuesto una luz de esperanza con la caída de 30% de la deforestación de la Amazonía, o la aprobación de leyes para proteger los derechos digitales de la infancia, la policía había matado hasta septiembre a 4.565 personas, más de 80% negros.
A las amenazas para los derechos humanos se suma la «mayor sofisticación e internalización» del crimen organizado y las «muy ineficaces» respuestas gubernamentales, recuerda Goebertus.
En Ecuador, que lleva un año en estado de excepción aumentando los casos «de excesos de uso de la fuerza, torturas, desapariciones, y ejecuciones extrajudiciales».
«Tenemos políticas cortoplacistas de mano dura basadas en el encarcelamiento masivo, pero sin capacidad real de investigación técnica judicial para develar estructuras», lamenta la experta, que pide «inversiones a más largo plazo» para «fortalecer nuestra capacidad de administración de justicia real».
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/internacional/regimen-de-excepcion-nayib-bukele-/1194349/2025/