‘The Water Looks Like Orange Juice’: Fear in El Salvador Over the Return of Metallic Mining — ‘El agua está color jugo de naranja’: temor en El Salvador por el regreso de la minería metálica

Dec 27, 2024

El Salvador's Congress approved a law this week that would lift the seven-year ban on metal extraction that has been in place in the country. Although the law, promoted by President Nayib Bukele, would prohibit mining in natural reserves and sensitive watersheds, environmentalists and the Catholic Church oppose resuming mining activities, citing potential harm to ecosystems. — El Congreso de El Salvador aprobó esta semana una ley que levantaría la prohibición de extraer metales que pesa sobre el país desde hace siete años. Aunque la ley impulsada por el presidente Nayib Bukele impediría la minería en las reservas naturales y las cuencas hidrográficas sensibles, los ecologistas y la Iglesia Católica se oponen a la reanudación extractiva alegando posibles daños a los ecosistemas.

The new law that allows metallic mining in El Salvador awakens the ghosts of the past, when mining was permitted and caused disastrous consequences for the environment.

For example, the contamination of the San Sebastián River in the central part of the country has been lamented.

“It’s orange like orange juice, and people consider it unusable,” Ricardo Navarro, president of the NGO CESTA, Friends of the Earth El Salvador, told RFI.

“It took us more than 12 years, until 2017, to make El Salvador a country where metallic mining was banned. It was a huge achievement because we’ve had experiences of severe water pollution and displacement of people here,” he explained.

Navarro notes that the population already lacks sufficient drinking water due to deforestation, “despite heavy rainfall.” “So the idea of contaminating the rivers seemed like a disaster to us.”

President Nayib Bukele emphasized the urgency of allowing mining, claiming, based on an unspecified study, that gold reserves valued at $3 trillion exist in the country.

Navarro, who is also an engineer, is cautious about this mining potential. “Based on what I think we have in terms of gold in El Salvador, considering what some companies said about ten years ago, I believe we have about 1% of what the president claims,” he said, estimating the potential at roughly 11 million tons of gold.

“Over a Million People Depend on the Lempa River”

Although mining could be profitable for this Central American country, Navarro warns of its significant environmental and social costs. “El Salvador is barely 20,000 square kilometers, with 6 million inhabitants. There are people everywhere. Every time the president wants to do something, he has to displace people, and he does. Sometimes they are compensated, but not even close to what they previously had.”

Navarro warns that another river, the Lempa, could also suffer. “Especially the area where it benefits from water, which amounts to half of Salvadoran territory. All the water that would be used— even if the actual mining potential is real— doesn’t just disappear; it pollutes. That water goes somewhere and will contaminate the rest of the Lempa, and more than a million people depend on the Lempa,” he asserted.

Environmental organizations in the region fear that other countries, like Costa Rica—where open-pit mining has been illegal since 2010—may follow El Salvador’s example, as the government is looking to reauthorize it.

Opponents of the law argue that the main obstacle to proving why it should not be implemented is the lack of studies or statistics on the effects of mining on the population’s health and environment.

A survey published by the Central American University José Simeón Cañas suggests that the majority of Salvadorans believe mining is not suitable for their country.

RFI: https://www.rfi.fr/es/programas/noticias-de-américa/20241226-el-agua-está-color-jugo-de-naranja-temor-en-el-salvador-por-el-regreso-de-la-minería-metálica

‘El agua está color jugo de naranja’: temor en El Salvador por el regreso de la minería metálica

La nueva ley que permite la minería metálica en El Salvador despierta a los fantasmas del pasado, cuando esta actividad era permitida y tuvo consecuencias nefastas para el medioambiente.

Por ejemplo, se deplora la contaminación del río San Sebastián, en el centro del país. 

“Está color naranja como jugo de naranja y la gente considera que no ya no se puede usar”, asegura a RFI Ricardo Navarro, presidente de la ONG Cesta, amigos de la tierra de El Salvador.

“Nos tomó más de 12 años hasta que en el año 2017 logramos que El Salvador fuera un país donde se prohibiera la minería metálica. Fue un gran logro porque hemos tenido aquí experiencias de altos niveles de contaminación de agua y desplazamiento de personas”, detalla.

Navarro explica que las poblaciones no tienen suficiente agua potable a causa de la deforestación “a pesar de que llueve bastante”. “Entonces venir a contaminar los ríos nos pareció una desgracia”.

El presidente Nayib Bukele insistió en la urgencia de permitir la minería ya que, según un estudio del cual no citó la autoría, habría reservas de oro por un valor equivalente a 3 billones de dólares.

Navarro, también ingeniero, es cauto sobre el potencial minero. “Calculando lo que yo creo que tenemos de oro en El Salvador, considerando lo que decían algunas empresas hace unos diez años, yo creo que es más o menos el 1% de lo que afirma el presidente”, dice estimando el potencial a unos 11 millones de toneladas de oro.

“Del Lempa depende más de un millón de personas”

Si bien podría ser rentable para este país centroamericano, al enorme costo ambiental, se suma el social, advierte. “En El Salvador tenemos apenas 20.000 km cuadrados y 6 millones de habitantes. Hay gente en todas partes. Cada vez que el presidente quiere hace algor tiene que desplazar gente y lo hace. Algunas veces les pagan, pero ni siquiera quedan en condiciones iguales a como estaban antes”.

Navarro alerta que otro río, el Lempa, podría agonizar.  “Sobre todo la zona donde se enriquece de agua, la mitad del territorio salvadoreño, porque toda esa cantidad de agua que se utilizaría aún con las existencias reales de minería no solo se usa y desaparece. Esa agua va a alguna parte y va a contaminar el resto del Lempa y del Lempa depende más de un millón de personas”, asegura.

Organizaciones medioambientales de la región temen que otros países sigan el ejemplo salvadoreño como Costa Rica, donde la minería a cielo abierto es ilegal desde 2010, pero el gobierno espera autorizarla de nuevo.

Los detractores de esta ley consideran que el principal inconveniente para demostrar por qué no debe aplicarse, es que no existen estudios o estadísticas sobre los efectos de la minería en la salud y el entorno de la población.

Una encuesta publicada por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas sugiere que la mayoría de los salvadoreños considera que la minería no es apropiada para su país.

RFI: https://www.rfi.fr/es/programas/noticias-de-américa/20241226-el-agua-está-color-jugo-de-naranja-temor-en-el-salvador-por-el-regreso-de-la-minería-metálica