For the first time, the highest continental court in the Americas ruled on a case related to abortion, which is entirely prohibited in El Salvador under any circumstances and punishable by two to eight years in prison. However, such cases are often treated by the justice system as aggravated homicide, which can carry sentences of up to 50 years in prison.
“The (Salvadoran) State is responsible for violating the rights to personal integrity, private life, and health (…) to Beatriz’s detriment,” stated the court, based in San José, upon notifying its ruling.
“The State will adopt the necessary legislative measures to provide guidelines and action protocols to medical and judicial personnel in situations that endanger the life and health of women,” said Rodrigo Mudrovitsch, Vice President of the Inter-American Court of Human Rights, as he delivered the ruling’s conclusions during an online notification ceremony.
Beatriz, a pseudonym used to protect the woman’s identity, was 22 years old and suffered from an autoimmune disease called systemic lupus erythematosus. At 12 weeks of pregnancy, the fetus was diagnosed with anencephaly, a condition involving the absence of brain development during gestation.
“The State is responsible for violating the right to judicial protection” of the victim when the Salvadoran Constitutional Court denied her request for an abortion, said the Court.
Eighty-one days after Beatriz’s abortion request, she went into labor and was subjected to an emergency cesarean section at 26 weeks of pregnancy. The baby died five hours after birth.
In an exclusive interview with AFP in 2013 from the hospital in San Salvador where she was admitted, Beatriz said: “I want the cesarean, primarily for my health and because the baby won’t survive. What they’ve done to me is not right; they’ve made me suffer.”
“Justice Prevails”
Beatriz, who died in 2017 in a traffic accident, had previously faced complications in her first pregnancy in 2011 due to preeclampsia (hypertension during pregnancy) linked to her autoimmune disease. This situation forced doctors to perform a cesarean to save the baby’s life. After 38 days in intensive care, the baby survived.
“What we truly want is for other women not to suffer what my sister had to endure,” said Beatriz’s brother, who preferred to remain anonymous, during the 2023 hearings at the Inter-American Court.
Beatriz was from the town of La Noria Tierra Blanca, about 100 km southeast of San Salvador. Her case highlights the broader reality faced by women, especially those with limited resources, in countries where abortion is strictly banned.
“Beatriz’s underlying medical condition required a special duty of protection from the State, through the provision of diligent and timely medical care,” which she did not receive, emphasized the ruling.
In San Salvador, feminist activists celebrated the court’s decision.
“Justice prevails. We are overjoyed. Today, December 20, is a historic day for women’s reproductive justice,” declared Angélica Rivas, a lawyer from the Colectiva Feminista (Feminist Collective).
In Latin America, abortion is legal in Argentina, Colombia, Cuba, Uruguay, and some states in Mexico. In Chile, it is illegal except in cases where the mother’s health is at risk, rape, or fetal malformation.
In El Salvador, Honduras, Nicaragua, Haiti, and the Dominican Republic, abortion is absolutely prohibited.
Measures for Reparation
The Court ordered reparative measures to ensure that similar cases do not occur in the future. It directed El Salvador to “adopt guidelines and action protocols for medical and judicial personnel when handling pregnancies that pose risks to the life or health of the mother.”
It also mandated the implementation of measures to ensure “legal clarity in addressing situations similar to the present case.”
In March 2023, hearings for the case began, brought before the Court by the Inter-American Commission on Human Rights (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH), based in Washington, which acts as the prosecutor in such proceedings.
Following Beatriz’s ordeal, El Salvador enacted changes to several protocols for attending pregnant women. However, the Court ruled that “gaps still persist in the legal framework for providing proper and timely care in cases like Beatriz’s.”
Fallo histórico: la Corte Interamericana condena a El Salvador por negar acceso al aborto
Por primera vez, el máximo tribunal continental de América falló sobre un caso relacionado con el aborto, prohibido en El Salvador bajo cualquier modalidad con penas de cárcel de dos a ocho años, pero habitualmente interpretado por la Justicia como homicidio agravado, que conlleva penas de hasta 50 años de prisión.
“El Estado (salvadoreño) es responsable por la violación a los derechos a la integridad personal, a la vida privada y la salud (…) en prejuicio de Beatriz”, indicó el tribunal continental, con sede en San José, al notificar la sentencia.
“El Estado adoptará las medidas normativas necesarias para brindar directrices y guías de actuación al personal médico y judicial en situaciones que pongan en riesgo la vida y la salud de la mujer”, dijo el vicepresidente de la CorteIDH, Rodrigo Mudrovitsch, quien leyó la parte resolutiva de la sentencia en un acto de notificación a las partes transmitido por internet.
Beatriz, un seudónimo utilizado para proteger la identidad de la mujer, tenía 22 años y padecía una enfermedad autoinmune llamada lupus eritematoso sistémico. A las 12 semanas de embarazo su feto presentaba anencefalia, la ausencia de desarrollo del cerebro durante la gestación.
“El Estado es responsable por la violación al derecho a la protección judicial” de la víctima cuando la Corte Constitucional salvadoreña le denegó una petición de aborto, dijo la Corte.
Pasados 81 días desde la petición del aborto, Beatriz comenzó el trabajo de parto y debió ser sometida a una cesárea de urgencia, a las 26 semanas de embarazo. El bebé murió cinco horas después.
En una entrevista exclusiva con la AFP en 2013 desde el hospital en San Salvador, donde estaba internada, Beatriz dijo: “Quiero la cesárea, primero por mi salud y porque no va a vivir el niño. No está bien lo que me han hecho, me han hecho sufrir”.
“Triunfa la justicia”
Beatriz, quien falleció en 2017 en un accidente de tránsito, ya había tenido un primer embarazo en 2011 que se complicó por una preeclamsia (hipertensión durante el embarazo) relacionada con su enfermedad autoinmune, lo que obligó a los médicos a practicarle una cesárea para salvar la vida del feto. Después de 38 días internado, el bebé sobrevivió.
“Lo que de verdad queremos es que otras mujeres no sufran lo que mi hermana tuvo que pasar”, dijo en 2023 el hermano de Beatriz, quien prefirió no revelar su identidad, durante el inicio de las audiencias en la Corte Interamericana.
Beatriz era originaria de la localidad de La Noria Tierra Blanca, unos 100 km al sureste de San Salvador. Su caso es solo un ejemplo de la situación de las mujeres, especialmente de bajos recursos, en países donde el aborto está prohibido.
“La condición médica de base de Beatriz exigía por parte del Estado un deber especial de protección, a través de la provisión de atención médica diligente y oportuna” y no la recibió, destacó la sentencia.
En San Salvador, activistas feministas recibieron el fallo con alegría.
“Triunfa la justicia. Estamos felices, hoy 20 de diciembre es un día que ha pasado a la historia para la justicia reproductiva de las mujeres”, declaró lla abogada Angélica Rivas, de la Colectiva Feminista.
En América Latina el aborto es legal en Argentina, Colombia, Cuba, Uruguay y en algunos estados de México. En Chile es ilegal con la excepción de riesgo para la salud de la madre, violación o malformaciones en el feto.
En El Salvador, Honduras, Nicaragua, Haití y República Dominicana está absolutamente prohibido.
Medidas de reparación
La Corte ordenó como medidas de reparación que para garantizar que no vuelva ocurrir un caso similar, El Salvador “deber de adoptar directrices y guías de actuación al personal médico y judicial frente a embarazos de riesgo para la vida o la salud de la madre”.
También adoptar medidas que garanticen “seguridad jurídica en la atención de situación como las del presente caso”.
En marzo de 2023 comenzaron las audiencias del caso, que fue llevado a la Corte por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, que opera como fiscalía en estos procesos.
Tras la situación sufrida por Beatriz, El Salvador cambió varios protocolos de atención a mujeres embarazadas, sin embargo, la Corte consideró que “persisten los vacíos en la normativa para la atención adecuada y oportuna de casos como el de Beatriz”.