UNES: El Salvador Closes 2024 with Increased Deforestation, Mangrove Damage, and Less Potable Water — El Salvador cierra 2024 con más deforestación, daño a manglares y menos agua apta para el consumo humano: UNES

Dec 21, 2024

The Salvadoran Ecological Unit (Unidad Ecológica Salvadoreña, UNES) warns that reactivating metallic mining in the country would have severe environmental consequences, potentially leading to the loss of at least one-third of El Salvador's territory. The organization publicly urged the three branches of the Salvadoran government to protect natural resources and ensure human rights to water and food security. Its outlook for 2025 predicts rising temperatures due to climate change and permissive public policies promoting urban and tourism projects. — La Unidad Ecológica Salvadoreña sostiene que si la minería metálica se reactiva en el país habría graves consecuencias ambientales y ocasionaría la pérdida de al menos un tercio del territorio nacional. La organización pidió públicamente a los tres poderes del Estado salvadoreño que protejan los bienes naturales y garanticen los derechos humanos al agua y a la seguridad alimentaria. Entre sus perspectivas para 2025 es que el calor aumentará, debido al cambio climático y a las políticas públicas permisivas para proyectos urbanísticos y turísticos.

According to environmental data compiled by Salvadoran Ecological Unit (UNES), El Salvador is the most deforested country in Latin America at the end of 2024. The organization attributes this deforestation to agricultural and urban expansion, illegal logging, and government leniency in approving both private and public projects that have destroyed forests and harmed biodiversity.

“If the loss of original vegetation is not replaced, it leads to problems in three key areas: soils lose their ability to retain moisture and cannot filter water to sustain crops, slopes, and aquifers; secondly, surface water currents increase, eroding fertile soil layers; and thirdly, humans lose their ability to harvest and utilize rainwater,” explained Mauricio Sermeño, president of UNES, during the annual environmental assessment.

UNES also highlights that by the end of this year, El Salvador is grappling with soil degradation and water insecurity—characterized by a scarcity of both groundwater and surface water. This has been compounded by food insecurity, reflected in rising prices of the basic food basket.

Data from the Central Reserve Bank (Banco Central de Reserva, BCR) show that the average annual cost of the basic food basket through October 2024 was $256.22, one of the highest prices in the last decade.

This situation primarily impacts the most impoverished and vulnerable populations. According to UNES, it is essential for authorities to implement plans to guarantee the human right to food by promoting and strengthening food sovereignty through agroecological practices, the creation of a strategic food reserve, the elimination of VAT on essential food items, and the prohibition of harmful agrochemicals.

Another factor worsening the Salvadoran environment this year, according to environmentalists, is damage to mangroves and coastal areas caused by tourism and the uncontrolled use of agrochemicals and pesticides, which flow into lowland basins and the ocean.

“There are no regulations to prevent contamination in coastal zones from pesticides and fertilizers, which are primarily used in agriculture, but also in the sugar industry, such as glyphosate. This remains a significant unresolved issue we want to highlight in our environmental assessment, especially along the coast, where runoff and lowland basins funnel all these contaminants,” stated Carolina Amaya, a member of UNES’s leadership team.

Environmentalists also link the food crisis to climate change, largely driven by air pollution.

“Science alerts us that human influence has warmed the climate at an unprecedented rate. Between 2001 and 2022, the region’s average temperature fluctuated between 25 to 26 degrees Celsius, with hotter extremes in the dry corridor reaching 30 degrees. Based on climate projections, the region could see a 1.5-degree increase as early as 2025,” the organization emphasized.

Given the critical environmental situation as the year ends, UNES called on all three branches of government to act. It urged the Legislative Assembly to prioritize environmental laws, including constitutional reforms to recognize the human rights to water and food, the Potable Water and Sanitation Subsector Law, and bans on agrochemicals, among others. UNES also pressed the Executive Branch to enforce existing environmental laws, including the Environmental Law, Forestry Law, Irrigation and Drainage Law, and the Natural Protected Areas Law. Additionally, it advocates for strategic government actions to shift risk management from emergency response to proactive measures. UNES also called on the Executive Branch to implement a comprehensive solid waste management policy, end waste monopolies, avoid promoting metallic mining, and ensure environmental permits are issued only after proper environmental impact studies.

On the issue of mining, UNES publicly asked President Nayib Bukele to better inform himself about the consequences of mining: “Scientific studies have already confirmed that this activity is unviable for El Salvador,” emphasized Naomi Dueñas, a technician at UNES.

“We trust that the President has the best intentions for the country. We urge him to delve deeper into research on the decisions he could make in this regard. We believe he should consider nothing beyond this,” said Mauricio Sermeño.

According to UNES, reactivating metallic mining could result in the loss of at least one-third of the country’s territory—approximately 7,000 square kilometers.

Finally, UNES called on the Judiciary to better inform the public about the functions and scope of environmental courts; to promote judicial training on environmental legislation; to foster the protection of environmental defenders through public policies; and to ratify international treaties such as the Escazú Agreement.

Gato Encerrado: https://gatoencerrado.news/2024/12/12/el-salvador-cierra-2024-con-deforestacion-dano-a-manglares-y-menos-agua-unes/

El Salvador cierra 2024 con más deforestación, daño a manglares y menos agua apta para el consumo humano: UNES

El Salvador es el país más deforestado de América Latina al cierre de 2024, según datos que la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) recoge en su balance ambiental. La organización señala que esta deforestación tiene como causas la expansión agrícola y de urbanización, la tala ilegal de árboles y la permisividad gubernamental para la ejecución de proyectos privados y públicos que han destruido los bosques y la biodiversidad salvadoreña.

“Si la pérdida de la vegetación original no es sustituida, se generan problemas en tres direcciones: los suelos pierden su capacidad de retener humedad, perdiendo la capacidad de filtrar el agua para alimentar siembras, laderas y mantos acuíferos; en segundo lugar, aumenta el volumen de las corrientes superficiales de agua arrastrando capas de suelo fértiles generando erosión; y, en tercer lugar, el humano pierde la capacidad de cosecha y uso del agua lluvia”, explicó Mauricio Sermeño, presidente de la UNES, en el balance anual.

La UNES también subraya que, para el cierre de este año, El Salvador posee deterioro de suelos e inseguridad hídrica; es decir, escasez de agua subterránea y superficial. Además, inseguridad alimentaria, que dicho en otras palabras provoca un aumento en los precios de la canasta básica alimentaria. 

Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) indican que la canasta básica alimentaria hasta octubre de este año tuvo un promedio anual en su precio de $256.22; lo que significa que es uno de los precios anuales más altos en la última década.

Esta realidad afecta principalmente a la población más empobrecida y vulnerable, por lo que, según la UNES, es necesario que las autoridades ejecuten planes para garantizar el derecho humano a la alimentación, promoviendo y fortaleciendo la soberanía alimentaria, mediante prácticas agroecológicas y la creación de una reserva estratégica de alimentos, la eliminación del IVA a la canasta básica alimentaria y la prohibición de agrotóxicos nocivos para la salud humana.

Otro factor que ha afectado al medio ambiente salvadoreño este año, según los ambientalistas, es el daño a los manglares y a las zonas costeras, provocado por el turismo y el descontrolado uso de agroquímicos y pesticidas que van a parar a cuencas bajas y al mar.

“No existen disposiciones para evitar contaminación en la zona costera por pesticidas y fertilizantes, usados principalmente en la agricultura, pero también en la industria cañera como es el glifosato. Esto sigue siendo una materia muy pendiente que queremos resaltar en nuestro balance ambiental, aunque es más grave en la costa por la escorrentía y las cuencas bajas, y ahí son las zonas costeras las que reciben todos estos contaminantes”, denunció Carolina Amaya, del equipo de dirección de UNES.

Los ambientalistas también señalan que la crisis alimentaria también obedece al cambio climático, generado en su mayoría por la contaminación del aire. 

“La ciencia nos está alertando que la influencia humana ha calentado el clima a un ritmo sin precedentes. Entre 2001 y 2022, la temperatura media de la región estuvo entre los 25 y los 26 grados centígrados, con mayor intensidad en el corredor seco que alcanzó los 30 grados. Según las proyecciones climáticas, es probable que la región alcance un incremento de 1.5 grados en 2025”, afirmó la organización.

Ante la situación amnbiental crítica con la que cierra el año El Salvador, la UNES hizo un llamado a los tres poderes del Estado. A la Asamblea Legislativa le pide que agilice la aprobación o reformas de leyes ambientales urgentes que tiene pendientes, como la reforma constitucional para incluir el derecho humano al agua y a la alimentación, la ley del subsector de agua potable y saneamiento, prohibición de agrotóxicos, entre otros. Al Órgano Ejecutivo, la UNES insta a que cumpla la Ley de Medio Ambiente, Ley Forestal, Ley de Riego y Avenamiento, Ley de Áreas Naturales Protegidas, entre otras. Asimismo, urgen acciones gubernamentales para la gestión estratégica integral de los riesgos que pase de un enfoque de emergencia a un enfoque prospectivo. Le piden, además, al Ejecutivo una política integral de manejo de residuos sólidos, rompiendo el monopolio de la basura y no impulsar la minería metálica en el país. También le instan a no dar permisos ambientales sin el debido proceso de estudio de impacto ambiental.

Sobre este último tema, la UNES pidió públicamente al presidente Nayib Bukele que se informe mejor sobre las consecuencias de la minería: “Ya existen estudios científicos comprobados de que dicha actividad es inviable en El Salvador”, recalcó Naomi Dueñas, técnica de la UNES.

“Tenemos la confianza de que el señor presidente de la República desea lo mejor para el país. Lo invitamos para que profundice más en su investigación sobre las consecuencias que puede tomar con una decisión de estas. Creemos que no debe pensar en otra cosa más que en esto”, afirmó Mauricio Sermeño.

Según la UNES, si la minería se reactiva, ocasionaría la pérdida de al menos un tercio del territorio nacional; es decir, unos siete mil kilómetros cuadrados aproximadamente.

Por último, la UNES instó al Órgano Judicial a que le dé más información a la población sobre el funcionamiento y atribuciones de los tribunales ambientales; que fomente la formación del Órgano Judicial en legislación ambiental, promueva la protección de las personas defensoras ambientales del país mediante la creación de políticas públicas y la ratificación de tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú.

Gato Encerrado: https://gatoencerrado.news/2024/12/12/el-salvador-cierra-2024-con-deforestacion-dano-a-manglares-y-menos-agua-unes/