The news of the wedding that took place in the central garden of San Salvador’s National Palace went viral on social media, sparking a wave of reactions over the past weekend.
Most internet users condemned the use of the heritage building for a private event, as they believe such venues should be reserved for artistic and cultural activities.
On December 11th, the National Printing Office released agreement number 2535 from El Salvador’s Ministry of Culture, published on page 84 of the Official Gazette on November 27th of this year. It details that using the Palace for private events will cost $20,000 for 24 hours from Monday to Thursday and $25,000 from Friday to Sunday.
The introduction of these fees to the existing ones for using public spaces was announced a few days before the wedding that caused a stir among citizens.
However, the event has become the root of a new expression of public condemnation for the improper use of national heritage, which belongs to all Salvadorans. Government authorities have remained silent, as they did when the historic tiles of the same cultural asset were destroyed.
“But what about those rentals meant for cultural and educational purposes??? Not for parties, weddings, drinking,” “They turn everything into a business; now we understand why they were so eager to spruce up the center. It’s not for the people,” “They should publish the receipt for the wedding held last weekend,” “Profiteering with what’s not theirs,” “To think they tore down the beautiful historic araucarias to set up tables,” are some of the criticisms from internet users.
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La noticia de la boda que se celebró en el jardín central del Palacio Nacional de San Salvador que se viralizó en redes sociales generó una ola de reacciones el pasado fin de semana.
La mayoría de internautas condenó el uso del edificio patrimonial para un evento privado, pues consideran que este tipo de lugares deben estar destinados a actividades artístico-culturales.
El pasado 11 de diciembre, la Imprenta Nacional liberó en la Internet el acuerdo número 2535 del Ministerio de Cultura de El Salvador, publicado en el folio 84 del Diario Oficial del 27 de noviembre de este año, en el que se detalla que el uso del Palacio para eventos privados tendrá un costo de $20,000 por 24 horas de lunes a jueves y de $25,000 de viernes a domingo.
La incorporación de dichas tarifas a las ya existentes para el uso de los espacios públicos se introdujo a pocos días de celebrarse la boda que ha generado revuelo entre los ciudadanos.
Pero el suceso, se ha quedado como la raíz de una nueva expresión de condena ciudadana, por el uso indebido del patrimonio nacional que pertenece a todos los salvadoreños. Las autoridades gubernamentales han vuelto a tomar la postura del silencio, como ocurrió cuando se destruyeron las baldosas históricas de ese mismo bien cultural.
“Pero y esos alquileres que son para fines culturales y educativos??? No para fiestas, bodas, borracheras”, “Todo lo hacen negocio, ahora entendemos porque estaban bien animados en dejar bonito el centro. No es para el pueblo”, “Que publiquen el recibo de ingreso por el alquiler para la boda que se celebró el pasado fin de semana”, “Negociando con lo ajeno”, “Pensar que botaron las araucarias históricas que se veían hermosas, para poner mesas”, son algunas de las condenas de los internautas.