Two schools located in the Corinto district, in the department of Morazán, are in complete neglect. They were partially demolished by a construction company following the government’s promise to rebuild educational centers nationwide from scratch.
Over two years have passed since the students were relocated to two temporary houses near the institutions to continue the academic year. Despite the efforts of the educational staff, parents feel that the study conditions are not optimal and perpetuate a continuous wait.
One of the partially demolished institutions is the Centro Escolar Cantón Corralito, whose walls had cracks, which is why it was included in the first 30 projects. Only the well-preserved walls and the roof beams were left standing. The school accommodated 220 students who have had to take turns attending in-person classes since then.
The institution’s director indicated that since 2020, due to the pandemic, the semi-in-person mode was maintained, and due to space limitations in the temporary houses, it continues to be implemented.
The living room of the house has been adapted as a classroom, and the corridor functions as a second classroom, where teachers and parents helped construct a bamboo and plastic roof to protect students from rain during classes, reducing water infiltration by about 50%.
They only have one pit latrine for all the children, and investing beyond the monthly rent is not possible since it is private and temporary property, according to the teaching staff.
A member of the School Board of Directors (CDE) declared that the Ministry requested that the temporary classroom have necessary elements; however, being a rural area, it was impossible to find a house with classroom structures and multiple bathrooms.
Parents appreciate the educational personnel who have confronted these harsh conditions with the children and acknowledge their utmost efforts to make the site comfortable for students, contributing their support as well. Nevertheless, they note that the situation is leaving gaps in their education.
“At least the little school functioned even as it was; there were walls with cracks, and it was dangerous for them to fall on the children, but there are many shortcomings,” expressed a retired teacher.
“When attending classes from home, the children have doubts we can’t solve, and some get comfortable being at home and don’t want to attend classes. Besides that, they need internet access, and in some areas, there’s no signal or resources to provide it,” stated an anonymous parent.
The same situation applies to Centro Escolar Cantón Llano Grande, also in Corinto, accommodating 110 students under similar circumstances.
According to information provided by local residents, engineers and workers arrived at both schools to begin demolition. They learned unofficially that the largest school in the district would also face demolition for reconstruction. However, there was disagreement from CDE-affiliated parents since the previous ones have not been rebuilt.
The mentioned canton schools are 15 minutes from the town of Corinto. Llano Grande still has a perimeter wall, gate, parts of the roof, and some doors, with remnants and a significant accumulation of damaged desks, iron, and other materials exposed to the elements.
A worker involved before the demolition stated that the Ministry of Education had invested in the materials removed and left them rotting on the ground. Some walls were repainted, and the roof of certain classrooms was changed. He believed they only needed maintenance to prevent the problem from escalating.
Students have similarly adjusted to a residence with two spaces receiving classes in a semi-in-person manner. Given these conditions, for the parents, it is urgent to complete these reconstructions as soon as possible.
Due to limited space in both schools, meals are no longer cooked for distribution as part of the “healthy school” program from previous presidential administrations. A CDE member mentioned that even food supply cuts are noticeable since all intervened schools should receive lesser quantities.
“The children are affected because the intervened schools only receive milk and cereal, while previously they provided rice, beans, and milk for refreshments,” said Constancia López, a parent.
Reasons for the Delay
El Diario de Hoy inquired about why the reconstruction project for the two schools in Corinto has been delayed for over two years.
According to information from the educational staff in both schools, the Ministry of Education recently communicated through its personnel a fund stagnation of approximately 50% because a Mexican construction company called “Ambit” abandoned the works, and the engineers returned to their country. This situation opened a legal process now handled by the General Prosecutor’s Office.
Consequently, awaiting the return of the amount assigned to this company, a new tender process for contract execution will be conducted, including both schools and one in Anamorós, La Unión, where Ambit also left unfinished work.
In light of this situation, updates on these projects are anticipated by November.
Background in Anamorós
In February 2023, the Minister of Education and two Nuevas Ideas lawmakers visited the El Alto village of the Huertas Viejas canton in Anamorós, department of La Unión, to promise a modern school. However, only ruins and brushes remain where desks once stood. This was to be one of the first 30 schools to be completely constructed.
Estudiantes en Corinto siguen recibiendo clases en aulas improvisadas
En completo abandono se encuentran dos escuelas ubicadas en el distrito de Corinto, del departamento de Morazán, luego que fueran semi demolidas por una constructora tras la promesa del gobierno de la reconstrucción de centros educativos desde cero a escala nacional.
De eso han pasado ya más de dos años desde que los estudiantes fueron desalojados a dos casas provisionales cerca de las instituciones para continuar con el periodo lectivo, que a pesar de los esfuerzos del personal docente, para los padres de familia las condiciones de estudio no son las óptimas para continuar perpetuando la espera.
Una de esas instituciones semi demolidas es el Centro Escolar Cantón Corralito, que tenía rajadas las paredes y por eso fue incluida en las primeras 30 del proyecto, de la que únicamente dejaron en pie las paredes en buen estado cinceladas y los polines del techo. La institución albergaba a 220 estudiantes que desde entonces deben turnarse para recibir clases presenciales.
La directora de la institución indicó que desde el 2020 por la pandemia se mantuvo la modalidad semi presencial y ahora por motivos de falta de espacio en las viviendas se continúa implementando.
La sala de la casa ha sido adecuada como un aula y el corredor funciona como un segundo salón, ahí los maestros y padres de familia ayudaron a elaborar un techo de varas de bambú y plástico para evitar que la lluvia afectara a los alumnos durante sus clases, reteniendo casi en un 50 % el azote del agua.
Solo cuentan con un baño de fosa para todos los niños y no se puede invertir en más que el alquiler mensual por ser una propiedad privada y eventual, según mencionó el personal docente.
Un miembro del Consejo Directivo Escolar (CDE) declaró que el Ministerio pidió que la vivienda temporal para clases contara con los elementos necesarios; sin embargo, al ser una zona rural fue imposible encontrar una casa con estructura de salones y de varios baños.
Madres y padres de familia agradecen al personal educativo que se han enfrentado a esas difíciles condiciones con los niños y reconocen que han hecho su máximo esfuerzo por acomodar el sitio para brindar el confort a los estudiantes, sumándose ellos también al apoyo; sin embargo, señalan que la situación va dejando vacíos en su formación.
“Así como estaba la escuelita por lo menos funcionaba, había paredes que sí estaban rajadas y peligroso que les cayeran a los niños; pero hay bastantes carencias”, expresó una docente retirada.
“Al recibir clases desde casas los niños tienen dudas que no podemos nosotros solventarles y algunos se acomodan a que están en sus casas y no quieren recibir clases, aparte de eso deben tener acceso a internet y en algunos lugares no hay ni señal ni recursos para ponerles”, dijo una madre de familia de forma anónima.
Lo mismo ocurre con el Centro Escolar Cantón Llano Grande también de Corinto, esta institución alberga a 110 estudiantes que están en las mismas circunstancias.
Según la información brindada por habitantes del lugar, ingenieros y obreros llegaron a ambas escuelas a iniciar con la demolición; y según conocieron extraoficialmente, la escuela del casco urbano, que es la más grande del distrito, también sería demolida para reconstrucción. Sin embargo, hubo desacuerdo de madres y padres de familia que pertenecen al CDE, en vista que las anteriores no han sido reconstruidas.
Las escuelas de los cantones mencionados quedan a 15 minutos del pueblo de Corinto. Llano Grande aún conserva el muro perimetral, el portón, partes de techo y algunas puertas, una galera entre los escombros y una gran acumulación de pupitres dañados, hierros y otros materiales que quedaron a la intemperie.
Uno de los obreros que puso manos en esta escuela antes de la demolición dijo que el Ministerio de Educación había invertido en esos materiales que quitaron y los dejaron pudriéndose en el suelo, las paredes habían sido repelladas y el techo de algunas aulas se había cambiado, a lo que consideró que solo necesitaban mantenimiento y no dejar que el problema se hiciese más grande.
Los alumnos de igual forma se han acomodado a una vivienda con dos espacios donde reciben clases bajo la misma modalidad semipresencial. Ante estas condiciones, para las madres y padres de familia es urgente que estas reconstrucciones finalicen cuanto antes.
Por el reducido espacio en ambas, ya no se cocina para entrega de alimentos como se había mantenido el programa de “escuela saludable” de las administraciones presidenciales anteriores. Según mencionó una miembro del CDE, hasta en los alimentos se ha percibido recortes, pues según les dijeron todas las escuelas intervenidas recibirían en menor cantidad.
“Los niños son afectados porque las escuelas que están siendo intervenidas solo reciben leche y cereal, porque cuando no estaba así venía el alimento de arroz, frijol, para hacerle fresco a los niños, leche también”, dijo doña Constancia López, madre de familia.
Las razones de la demora
El Diario de Hoy consultó porqué se ha demorado más de dos años el proyecto de reconstrucción de las dos escuelas en Corinto.
Según la información proporcionada por el personal educativo de ambas escuelas, el Ministerio de Educación recientemente a través de su personal les comunicó que hay un estancamiento de fondos de aproximadamente un 50 %, debido a que una constructora mexicana de nombre “Ambit” a la que le fue asignado, abandonó las obras y los ingenieros retornaron a su país, situación que posteriormente abrió un proceso legal que ya se encuentra en manos de la Fiscalía General de la República.
En razón de ello, a esperas de la devolución del monto asignado a dicha empresa, con el debido proceso se realizaría nuevamente una licitación para un nuevo contrato de ejecución de los proyectos, que incluiría ambas escuelas y la de Anamorós, en La Unión, donde también Ambit dejó las obras inconclusas.
Ante este panorama, estiman una espera más al menos hasta noviembre, para nuevas actualizaciones en torno a esos proyectos.
Antecedente en Anamorós
En febrero de 2023, el ministro de Educación y dos diputados de Nuevas Ideas llegaron al caserío El Alto, del cantón Huertas Viejas, en Anamorós, del departamento de La Unión, a ofrecer una moderna escuela; pero de todo eso solo hay ruinas y matorrales donde antes había pupitres. Esta sería una de las primeras 30 escuelas que construirían completamente.