Minister of Economy María Luisa Hayem spoke yesterday about the behavior of the construction sector on the AM Interview of Channel 10. “We see that last year, construction was one of the sectors that grew by double digits, with sector investments exceeding $2,000 million (…). Construction is another sector that continues to be robust. Last year, we saw more than 50 buildings being constructed, solely when talking about San Salvador and surrounding areas…,” she stated in the opinion segment.
Voz Pública verified these statements and categorized them as misleading as they mix truthful assertions with others that are not. To verify the information, figures and reports from the Banco Central de Reserva (BCR, Central Reserve Bank) and the Ministry of Finance were considered, and two economists were consulted.
In 2023, the growth rate of the sector in question was 17.9%. Of the 19 economic activities registered by the BCR, 17 showed positive growth, with construction showing the best performance. Investment, as the minister stated, approached $2,300 million last year, which is what the sector contributed to the GDP.
While the sector’s robust state was true in 2023, it is not in the current period, as Hayem claimed. The BCR itself, in its monthly executive report with information up to June 2024, speaks of a slowdown. In the first quarter of the year, it had a growth of 1.2%, and in the second quarter, it contracted by 14.5%, the worst performance since the pandemic period. In July, the latest available official data, the sector experienced a 13.28% decline. Therefore, in the first seven months of the year, construction recorded a negative growth of 7.5% compared to the same period in 2023.
Economist Carlos Acevedo asserts that there is a general slowdown in the economy. “In the construction sector, it seems there is a deflation of the bubble that had been created, because a large supply of high-end residential housing was generated, and there aren’t enough people in the country with the effective demand capacity to purchase all those properties,” says the former president of the BCR.
Economist César Villalona also attributes the slowdown in the sector to the low execution of public investment, particularly in works and constructions, which midway through the year reached $99 million. “Since the private sector is a contractor for the government, the drop in public investment affects private investment.” He also adds other causes like the low demand for housing due to the rising cost of construction materials and increased interest rates on loans.
Overall, public investment has slowed in 2024. By July, the institutions had used $388 million of the $853 million planned, a mere 45.5%. The execution rate, in percentage terms, is the lowest in the past six years, except for the pandemic period, according to the Annual Public Investment Program (PAIP) of the Ministry of Finance. To put this in perspective, by this time in 2023, $588 million had been invested in public works, $200 million more.
Even though the official numbers do not support it, the Salvadoran Chamber of the Construction Industry (Casalco) highlighted that it is still progressing at a good pace. “Private projects continue, and far from declining or slowing down, we see them growing,” noted President José Velásquez at the beginning of last month. He estimates that private projects are expected to see an investment of 600 to 700 million in 2024. The other part comes from the public sector, which, as mentioned, has slowed its execution compared to previous periods.
Voz Pública: https://vozpublica.net/2024/10/04/economia-construccion-factchecking-el-salvador/
El sector de la construcción no sigue pujante en 2024, como dijo la ministra de Economía
La ministra de Economía María Luisa Hayem se refirió ayer al comportamiento del sector de la construcción en la Entrevista AM del Canal 10. “Vemos que, el año pasado, la construcción fue uno de los sectores que creció a dos dígitos. Una inversión del sector de más de $2,000 millones (…) La construcción es otro de los sectores que continúa pujante. El año pasado veíamos que más de 50 edificios se construían, únicamente cuando hablábamos de San Salvador y las zonas aledañas…”, afirmó en el espacio de opinión.
Voz Pública verificó esas declaraciones y las catalogó de engañosas en la medida que mezcla afirmaciones ciertas con otras que no lo son. Para contrastar la información, se tomaron en cuenta las cifras e informes del Banco Central de Reserva (BCR) y del Ministerio de Hacienda, y se consultó a dos economistas.
En 2023, la tasa de crecimiento del sector en cuestión fue del 17.9%. De las 19 actividades económicas que registra el BCR, 17 tuvieron un crecimiento positivo y la construcción registró el mejor comportamiento. La inversión, como afirmó la ministra, se acercó a los $2,300 millones el año pasado, que es lo que el sector aportó al PIB.
Si bien es cierto la pujanza del sector en 2023, no lo es en el periodo actual, como afirmó Hayem. El propio BCR, en el Informe ejecutivo mensual con información a junio de 2024, habla de una desaceleración. En el primer trimestre del año tuvo un crecimiento del 1.2% y en el segundo se contrajo un 14.5%, el peor comportamiento desde el periodo de la pandemia. En el mes de julio, el último dato oficial disponible, el sector tuvo una caída del 13.28%. Por tanto, en los primeros siete meses del año, la construcción registra un crecimiento negativo del 7.5% con respecto a ese mismo periodo de 2023.
El economista Carlos Acevedo afirma que hay una desaceleración en la economía en general. “En el sector de la construcción parece que hay un desinflamiento de la especie de burbuja que se había creado porque se generó una gran oferta residencial de alta gama y no hay en el país tanta gente con capacidad de demanda efectiva para comprar todos esos inmuebles”, apunta el expresidente del BCR.
El también economista César Villalona atribuye la ralentización del sector a la baja ejecución de la inversión pública, en particular, obras y construcciones, que a mitad de año alcanzaba los $99 millones. “Como el sector privado es contratista del gobierno, la caída de la inversión pública afecta la inversión privada”. Añade también otras causas como la baja demanda de viviendas por el encarecimiento de los materiales de construcción y el aumento de las tasas de interés de los préstamos.
En general, la inversión pública se ha ralentizado en 2024. A julio, las instituciones han utilizado $388 millones de los $853 millones previstos, es decir, un 45.5%. La ejecución, en términos porcentuales, es la más baja de los últimos seis años si se exceptúa el periodo de la pandemia, de acuerdo con el Programa Anual de Inversión Pública (PAIP) del Ministerio de Hacienda. Para hacerse una idea, a estas alturas del año, en 2023, se habían invertido $588 millones en la obra pública, $200 millones más.
Aunque los números oficiales no acompañan, la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco) destacó que sigue a buen ritmo. “Los proyectos privados continúan y lejos de (de)crecer o ralentizarse, vemos que están creciendo”, apuntó el presidente José Velásquez a inicios del mes pasado. Calcula que en proyectos privados se estima una inversión de 600 a 700 millones en 2024. La otra parte es la que aporta el sector público que, como se ha mencionado, su ejecución se ha ralentizado en comparación con periodos anteriores.
Voz Pública: https://vozpublica.net/2024/10/04/economia-construccion-factchecking-el-salvador/