Mr. Burro:
Alejandro Muyshondt was a madman, a fraud, and a loudmouth – but not as foolish as you thought. He knew his life was in danger because of everything he had told you about his suspicions of corruption in the president’s inner circle. He made sure that if he were ever arrested, the evidence would be in the hands of someone who would leak it to the press if he were killed.
Now this bomb has exploded. And you are the central figure in the story. You are exposed. You won’t have anywhere to hide: Alejandro’s revenge. You’ve been hit by the curse. Perhaps the only useful thing this man has done in his life…
The irony: Alejandro, who pretended before all of you, including the boss, to be a great intelligence and conspiracy genius, actually didn’t have much evidence for his corruption accusations. But since he recorded all the conversations with you, talking about corrupt acts, there lies the evidence that you knew about the crimes committed, for example by Osiris Luna and Gallegos. And these recordings are now accessible to anyone on the Internet, on sites like Infobae, Prensa Comuntaria, El Faro, etc. Alejandro’s curse. See, he wasn’t as naïve as you thought when he came with his suspicions to your office, thus sealing his later death. You must have laughed at him when he came to report to you instead of going to the U.S. Embassy. Or did he also go to the embassy and no one did anything to protect him?
Aside from corruption suspicions, Alejandro talked to you about the Casa Presidencial’s (Presidential House) project for spying on journalists and opponents. It was a bit naïve on both your parts: on your part, believing Alejandro had the capability to conduct a secret illegal operation; on his part, trusting that by accepting the illegal task, he would get Casa Presidencial’s protection. He thought talking to the president’s right-hand man, his private secretary, was safe. But, at least, he was cautious enough to also record these conversations, so now you can listen to your own illegal scheming on the Internet. Alejandro’s curse, which will no longer let you sleep…
It is confirmed, in your own voice, that Casa Presidencial entrusted Alejandro with illegally tapping the communications of journalists from El Faro and El Diario de Hoy, as well as of opposition politicians like Rodolfo Parker. Serious, very serious: Until now, Bukele never had to assume responsibility for the illegal acts of his lieutenants. But now it’s clear that you, his right hand and man for dirty work, gave the orders and knew about the corruption. Your orders were Bukele’s orders. Information you received was information he received. He knew everything and is responsible for everything. We know this because Alejandro set the trap and recorded you. And months after his death, he exacts his revenge.
Now, who’s the blabbermouth? Alejandro or you? Both. You laid the groundwork, but when it was time to fall, he took you down to the abyss with him. You and a bunch of others.
How ironic: Alejandro always believed in Nayib Bukele, his supposed friend. He thought he was surrounded by corrupt individuals, but believed Bukele was upright. Yet, in the end, with his coldly planned revenge, he also screwed him over. He scratched the teflon shell that kept Nayib Bukele immaculate in the eyes of his believers.
For all this, you bear a great part of the blame. You poorly served your master. You are no longer of service, now you are disposable, thanks to the cunning and curse of Alejandro Muyshondt.
Regards,
Paolo Luers
Carta a Ernesto Castro: La maldición de Alejandro
Señor Burro:
Alejandro Muyshondt era un loco, además farsante y bocón – pero tampoco tan tonto como ustedes pensaron. Sabía que su vida corría peligro por todo lo que te había platicado de sus sospechas de corrupción en el círculo interno del presidente. Y procuró que, en caso que lo arrestaran, las evidencias quedaran en manos de alguien que las filtrara a la prensa si lo mataran.
Ahora se reventó esta bomba. Y tú eres la figura central en la historia. quedas expuesto. No tendrás como esconderte: La venganza de Alejandro. Te pegó la maldición. Quizá lo único útil que este hombre ha hecho en su vida…
Lo irónico: Alejandro, quien pretendía ante todos ustedes, incluyendo el don, ser un gran genio de inteligencia y conspiración, en realidad no tenía muchas pruebas para sus acusaciones de corrupción. Pero como grabó todas las conversaciones contigo, hablando de los actos de corrupción, ahí quedó la evidencia de que tú sabías de los crímenes cometidos, por ejemplo de Osiris Luna y Gallegos. Y estas grabaciones ahora están accesibles para cualquiera en Internet, en los sitios de Infobae, Prensa Comuntaria, El Faro, etc. La maldición de Alejandro. Ves que no era tan ingenuo como pensaste, cuando vino con sus sospechas a tu oficina, sellando así su posterior muerte. Te tienes que haber reído de él cuando fue a poner la denuncia a ti, en vez de ir a la embajada gringa. ¿O será que también fue a la embajada y nadie hizo nada para protegerlo?
Aparte de las sospechas de corrupción, Alejandro habló contigo sobre el proyecto de Casa Presidencial de espionaje a periodistas y opositores. Fue un poco ingenuo de parte de ambos: de parte tuya creyendo que Alejandro tenía la capacidad de hacer una operación ilegal secreta; por parte de él, confiando que al aceptar el encargo ilegal iba a tenere la protección de Casa Presidencial. Pensaba que hablando con la mano derecha del presidente, con su secretario privado, era seguro. Pero, por lo menos fue tan prevenido de grabar también estas conversaciones, así que ahora puedes escuchar en Internet tus propias maquinaciones ilegales. La maldición de Alejandro, que ya no te dejará dormir…
Queda confirmado, a viva voz tuya, que Casa Presidencial le encargó a Alejandro intervenir ilegalmente las comunicaciones de periodistas de El Faro y de El Diario de Hoy, así como de políticos opositores como Rodolfo Parker. Grave, gravísimo: Hasta ahora, Bukele nunca tuvo que asumir la responsabilidad de los actos ilegales de sus lugartenientes. Pero ahora consta que tú, su mano derecha y hombre para el trabajo sucio, diste las órdenes y que sabías de la corrupción. Órdenes tuyos eran órdenes de Nayib Bukele. Información que tú recibiste, era información que recibió él. Sabía de todo y de todo es responsable. Nos consta, porque Alejandro te puso la trampa y te grabó. Y a meses de su muerte, cobra su venganza.
Ahora, ¿quién es el boca floja? ¿Alejandro o tú? Ambos. Le hiciste la cama, pero a la hora de caer, te llevó al abismo consigo. A ti y un montón de otros.
Qué irónico: Alejandro creyó siempre en Nayib Bukele, su supuesto amigo. Pensaba que estaba rodeado de corruptos, pero que él era recto. Pero al final, cobrando su venganza fríamente planificada, jodió también a él. Rascó el caparazón de teflón que mantenía inmaculado a Nayib Bukele en la percepción de sus creyentes.
De todo esto, gran parte de la culpa es tuya. Mal serviste a tu amo. Ya no le sirves, ya eres desechable, gracias a la astucia y la maldición de Alejandro Muyshondt.
Saludos, Paolo Luers