On August 7, the Minister of Public Works and Transportation, Romeo Rodríguez, posted a video titled “Así se construyó el Jardín Centroamérica” (“This is How Jardín Centroamérica was Built”) on his social media account on X, showing in 55 seconds how the project was constructed. On May 24, 75 days earlier, his office ordered this and other projects to be put under reservation.
The declaration conceals for seven years “all information related to the improvements, adjustments, interventions, and revitalization of the National Palace, located in San Salvador and surrounding areas (new plaza and roads near Ave. Cuscatlán), from the design, contracting, execution, supervision, reference plans, and necessary management for the realization of these works; held by any department, management, or unit of this Ministry.”
The justification cites literals d and g of article 19 of the Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP) (Public Information Access Law), according to which, information can be reserved if it “evidently endangers the life, security, or health of any person (d)” or “compromises state strategies and functions in ongoing judicial or administrative proceedings (g).”
La Prensa Gráfica contacted the communications team of the MOPT to speak with an official about the information reservations. No response was received by the time of this publication.
The institution has invoked article 19 of LAIP, but the same law in article 10, numeral 15, establishes that it is proactive information: “The list of works in progress or completed wholly or partly with public funds, or with resources from loans granted to any State entities.”
Among numerals 15 and 19 of article 10, the law mandates officials to make 23 items of information available to the public, such as project name, cost, location, beneficiaries, contract, executing company, supervising company, etc.
So far this year, the MOPT has added or renewed the reservation for five projects, maintaining a total of 16 projects under lock since 2019. This count only includes projects involving the execution of a work. Reservations on pre-investment studies, consultancies, or legal processes have not been considered.
Several completed projects are included. Last year, for instance, the institution added to its reservation list all “documents related to the contracting and execution of various stages and/or construction, adaptation, and supervision packages of the Specialty Hospital works for COVID-19 emergency care, San Salvador.”
The government believes that granting access to information on this project could compromise “state strategies and functions in ongoing judicial or administrative proceedings.”
On the other hand, MOPT has its transparency obligations quite clear. Moreover, its portal provides information on projects in progress with the established legal parameters. In 2024, it has added information for 38 projects valued at a total of $8.8 million, averaging $239,000 per project. Most are repair, reconstruction, or rehabilitation works.
There are several reserved projects from which some information is available since they are being constructed with international funding, and the institutions providing funds publish general data such as the total awarded. These projects often undergo legislative approval where some information is disclosed.
“The only part where a justified reservation might exist is in the presentation of bids because it can affect competitive conditions, but only while the offer lasts. What sense does it make to keep information hidden when the project has already been executed?” says Eduardo Escobar, Executive Director of Acción Ciudadana (Citizen Action). “And in the case of some security-related projects, a partial reservation can be established,” he adds.
In 2023, Acción Ciudadana scrutinized the transparency of multiple institutions regarding their project execution processes, including the MOPT. The conclusion was: “The average transparency percentage in infrastructure projects is 30%.”
“Proactive information should be available without any citizen’s request, and its access can only be limited under certain criteria expressly established by law,” notes Ruth López, Head of the Anti-Corruption Unit at Cristosal. “There must be a specific cause, a clear risk,” indicates the expert.
“The location of security cameras could be reserved, but not the contracting, the process, the provider, etc. Part of the project information could even be censored,” explains López. “It is not illegal per se to reserve proactive information, but it must be justified. Another point to consider is the excessive reservation periods,” she concludes.
LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/MOPT-pone-en-reserva-mas-obras-20240911-0079.html
MOPT pone en reserva más obras
El pasado 7 de agosto, el ministro de Obras Públicas y Transporte (MOPT), Romeo Rodríguez, publicó en su cuenta de la red social X un video titulado “Así se construyó el Jardín Centroamérica”, en el que se puede ver, en 55 segundos, cómo se erigió esa obra. El 24 de mayo, 75 días antes, desde su despacho salió la orden de poner esa y otras obras bajo reserva.
La declaración manda bajo la sombra durante siete años “toda la información relativa a las mejoras, adecuaciones, intervenciones y revitalización del Palacio Nacional, ubicado en San Salvador y áreas circundantes (nueva plaza y vías aledañas a Ave. Cuscatlán), desde el diseño, contratación, ejecución, supervisión, planos de referencia y gestiones necesarias para la realización de dichas obras; que esté en posesión de cualquier dirección, gerencia o unidad de este Ministerio”.
Y la justificación son los literales d y g del artículo 19 de la Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP), según los cuales, se puede poner bajo reserva la información “que ponga en peligro evidente la vida, la seguridad o la salud de cualquier persona (d)” o “que comprometiere las estrategias y funciones estatales en procedimientos judiciales o administrativos en curso (g)”.
La Prensa Gráfica se puso en contacto con el equipo de comunicaciones del MOPT, y se solicitó hablar con algún funcionario de la institución sobre las reservas de información. Hasta el cierre de esta nota, aún no había una respuesta.
La institución ha invocado el artículo 19 de la LAIP, pero la misma normativa establece en su artículo 10, numeral 15 que es información oficiosa: “El listado de las obras en ejecución o ejecutadas total o parcialmente con fondos públicos, o con recursos provenientes de préstamos otorgados a cualquiera de las entidades del Estado”.
Entre los numerales 15 y 19 del artículo 10, la ley manda a los funcionarios poner a disposición del público 23 elementos informativos como el nombre del proyecto, costo, ubicación, beneficiarios, contrato, empresa ejecutora, empresa supervisora, etc.
En lo que va del año, el MOPT ha agregado o revalidado la reserva de cinco proyectos, y en total mantiene bajo candado 16 proyectos desde 2019. Este recuento solo incluye proyectos que suponen la ejecución de una obra. No se han considerado las reservas establecidas sobre estudios de preinversión, consultorías o procesos legales.
Y hay varios casos de proyectos ya terminados. El año pasado, por ejemplo, la institución agregó a su lista de reservas todos los “documentos relacionados con la contratación y ejecución de las diferentes etapas y/o paquetes de construcción, adecuación y supervisión de las obras Hospital de Especialidades para atención de la emergencia por COVID-19, San Salvador”.
El gobierno considera que brindar acceso a la información de ese proyecto puede comprometer “las estrategias y funciones estatales en procedimientos judiciales o administrativos en curso.”
El MOPT, por otra parte, tiene bastantes claras sus obligaciones de transparencia. Es más, en su portal provee información sobre obras en ejecución con los parámetros legales establecidos. En 2024, ha agregado la información para 38 proyectos por un valor conjunto de $8.8 millones; es decir, un promedio de $239 por obra. La mayoría son obras de reparación, reconstrucción o rehabilitación.
Hay varias de las obras bajo reserva, por otra parte, de las cuales hay alguna información, ya que están siendo construidas con financiamiento internacional, y las instituciones que han provisto los fondos publican datos generales como el total adjudicado. Estos proyectos, además, suelen pasar por aprobación legislativa, donde se conoce alguna información.
“En la única parte en que podría haber una reserva justificable es en la presentación de las ofertas porque puede afectar las condiciones de competencia, pero solo mientras dura la oferta. ¿Qué sentido tiene mantener oculta la información cuando ya se ejecutó la obra?”, dice Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana. “Y en el caso de algunas obras relacionadas a la seguridad, se puede establecer una reserva parcial”, agrega.
En 2023, Acción Ciudadana sometió a escrutinio la transparencia de varias instituciones sobre el proceso de ejecución de sus obras, incluido el MOPT. La conclusión fue: “El porcentaje promedio de transparencia en proyectos de infraestructura es del 30 %”.
“La información oficiosa debe estar disponible sin requerimiento de ningún ciudadano, y su acceso solo puede limitarse bajo ciertos criterios expresamente establecidos en ley”, señala Ruth López, jefa de la unidad anticorrupción de Cristosal. “Tiene que exponerse una causal concreta, un riesgo claro”, indica la experta.
“La ubicación de las cámaras de seguridad podría reservarse, no así la contratación, el proceso, el proveedor, etc, Incluso podría censurarse una parte de la información del proyecto”, explica López. “No es ilegal per se la reserva de una información oficiosa, pero tiene que justificarse. Otro elemento que se advierte son los plazos excesivos de reserva”, concluye.
LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/MOPT-pone-en-reserva-mas-obras-20240911-0079.html