Summary
- A UN rapporteur asked the Salvadoran state to provide information on the arrest, judicial process, and death of the former security adviser.
- Muyshondt died last February under state custody in circumstances not explained by the Bukele administration.
- The Salvadoran state had 60 days to respond to the request for information and reportedly did so on September 5, but the document has yet to be made public.
The UN Special Rapporteur on extrajudicial, summary, or arbitrary executions, Morris Tidball-Binz, sent a communication to the Salvadoran state expressing concern over the conditions surrounding the death of former National Security Advisor Alejandro Muyshondt and the “presumption of state responsibility” involved.
“In this context, we wish to bring to the urgent attention of the Government of Your Excellency the information received regarding the presumed death in custody of Mr. Jorge Alejandro Muyshondt Álvarez, aged 46, with dual Salvadoran and Belgian nationality, on February 7, 2024, after being detained by the Policía Nacional Civil on August 9, 2023, in the city of Santa Tecla, La Libertad, subjected to enforced disappearance for several months and kept incommunicado,” states the document dated July 11.
The request is also related to the Working Group on Arbitrary Detention and the Working Group on Enforced or Involuntary Disappearances, expressing “serious concern that Mr. Muyshondt Álvarez was allegedly missing for six months.”
During this period, the document notes that “his family and legal representatives reportedly received no official information about his situation, aside from news received through media outlets.”
In August 2023, Muyshondt was detained by authorities after making allegations on social media that deputy from the ruling Nuevas Ideas party, Erick García, was allegedly involved in drug trafficking and other crimes like ideological falsehood.
The former security adviser was allegedly arrested for being a double agent since 2019, supposedly aiding former President Mauricio Funes (2009-2014) to evade a judicial process against him, for which he was prosecuted on charges of assisting in evasion and revealing secret documents.
Since his arrest, his family reported that they were unaware of his whereabouts and that authorities refused to provide any information about his condition until his death on February 7, which occurred under state custody without official case details being known to date.
“We would like to remind the Government of Your Excellency that in any case of death in custody, there is a presumption of state responsibility, for which international law requires an exhaustive, prompt, independent, and impartial investigation of all alleged cases of extrajudicial, arbitrary, and summary executions,” the document adds.
Finally, the UN Special Rapporteur on Extrajudicial Executions requested information about the accusations, as well as explanations regarding “the legal grounds for the arrest and detention” of Muyshondt.
The rapporteur also requested “information on why Mr. Muyshondt’s family was not officially informed of his detention, legal processes, nor provided information about his whereabouts and subsequent transfer.”
The Salvadoran state was urged to detail “information regarding Mr. Muyshondt’s detention under incommunicado conditions, as well as measures taken to ensure his right to be treated with dignity, access to his lawyers, family visits, and assurances of a fair trial and due process.”
The requests also include the role played by the Constitutional Chamber of the Supreme Court of Justice in the “denial of habeas corpus,” as well as information requests by family members to the courts.
The state of El Salvador had 60 days to answer the communication, which reportedly was received on September 5, but the document has not been made public.
“Response has been received and is being processed. The document will be available as soon as possible,” reads a document hosted on the portal that holds communications between the UN human rights protection system.
Relator sobre Ejecuciones de ONU pide cuentas al Gobierno salvadoreño por muerte de Alejandro Muyshondt
En resumen
- Una relatoría de Naciones Unidas pidió al Estado salvadoreño informar sobre la captura, proceso judicial y muerte del exasesor de seguridad.
- Muyshondt falleció en febrero pasado bajo custodia del Estado en circunstancias que no han sido explicadas por el bukelismo.
- El estado salvadoreño, que tuvo un plazo de 60 días para responder a la solicitud de información, habría respondido el 5 de septiembre pero el documento aún no es público.
El relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de las Naciones Unidas, Morris Tidball-Binz, envió una comunicación al Estado salvadoreño manifestando su preocupación por las condiciones en la que se dio la muerte del exasesor de Seguridad Nacional Alejandro Muyshondt y por la que existe “presunción de responsabilidad del Estado”.
“En este contexto, quisiéramos señalar a la atención urgente del Gobierno de Su Excelencia la información que hemos recibido en relación con la muerte presuntamente bajo custodia del Señor Jorge Alejandro Muyshondt Álvarez de 46 años de edad, con doble nacionalidad salvadoreña y belga, el 7 de febrero de 2024, tras ser detenido por la Policía Nacional Civil el 9 de agosto de 2023, en la ciudad de Santa Tecla, La Libertad, sometido a desaparición forzada durante unos meses y mantenido en un régimen de incomunicación”, reza el documento fechado el 11 de julio.
En la solicitud, también relacionada con el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria y del Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, se expresa una “seria preocupación por el hecho que el Señor Muyshondt Álvarez presuntamente permaneció desaparecido durante seis meses”.
En este lapso, señala el escrito, “sus familiares y sus representantes legales no habrían recibido información oficial sobre su situación fuera de las noticias recibidas a través de los medios de comunicación”.
En agosto de 2023, Muyshondt fue detenido por las autoridades luego de denunciar en redes sociales que el diputado oficialista del partido Nuevas Ideas, Erick García, presuntamente estaba involucrado en narcotráfico y otros delitos como falsedad ideológica.
El exasesor de seguridad fue capturado supuestamente por ser doble agente desde 2019, en el que habría ayudado al expresidente Mauricio Funes (2009-2014) a eludir un proceso judicial en su contra, por lo que fue procesado por los cargos de favorecer la evasión y la revelación de documentos secretos.
Desde su detención, su familia denunció que desconocía el paradero y que las autoridades se negaron a dar cualquier información sobre su integridad, hasta la fecha de su muerte el 7 de febrero, misma que sucedió bajo custodia estatal y sin que hasta el momento se conozcan los detalles oficiales del caso.
“Quisiéramos recordarle al Gobierno de su Excelencia que en todo caso de muerte en custodia existe una presunción de responsabilidad del Estado, por lo cual el derecho internacional exige se lleve a cabo una investigación exhaustiva, rápida, independiente e imparcial de todos los presuntos casos de ejecuciones extralegales, arbitrarias y sumarias”, añade el documento.
Finalmente, el relator especial sobre Ejecuciones Extrajudiciales de la ONU pidió información sobre las acusaciones, además de explicaciones sobre “las bases legales para el arresto y detención” de Muyshondt.
También requirió “información acerca de las razones por las cuales no se informó oficialmente a la familia del Señor Muyshondt de su detención, procesos legales, ni se le facilitó información sobre su paradero y posterior traslado”.
Llamó al Estado salvadoreño a detallar “información acerca de la reclusión del Señor Muyshondt en régimen de incomunicación, así como las medidas adoptadas para garantizar su derecho a ser tratados con dignidad, a tener acceso a sus abogados y a visitas de sus familias, y garantías de juicio justo y debido proceso”.
Las peticiones también incluyen el papel que jugó la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en la “denegación del habeas corpus”, además de las solicitudes de información por parte de los familiares ante los tribunales.
El Estado de El Salvador tuvo 60 días para responder la comunicación y su respuesta se habría recibido el 5 de septiembre, pero el documento no se ha hecho público.
“Se ha recibido respuesta y se está tramitando. El documento estará disponible lo antes posible”, reza un documento alojado en el portal que alberga las comunicaciones entre el sistema se protección de derechos humanos de la ONU.