In 2023, 57.5% of household waste in El Salvador was collected by municipal services, with the remaining 42.5% meeting other fates: 33% was burnt, 3.3% was buried, 3.2% was left in containers, and 2.1% was discarded in random locations, according to last year’s multiple-purpose household survey. A small portion is handled by private collection.
In urban areas, the lack of public garbage collection services falls to 19.2%, while in rural areas it rises to 81.2%. This is evident in how rural households manage their waste: 66.7% burn it, 7.3% bury it, 2.8% place it in containers, and 3.3% leave it anywhere.
It’s important to note that the study only investigates how households deal with waste generated at home, not how each member behaves in public spaces when disposing of items they no longer need.
The historically poor public household waste collection service has been improving gradually, though not without setbacks, according to official figures. For instance, in 2000, 55.7% of homes lacked waste collection services. Ten years later, this figure had dropped to 48.4%, a reduction of 7.3 percentage points. By 2020, the percentage of homes without the service was 46.8%, a decrease of just 1.6 percentage points.
The lack of public garbage collection services mainly affects rural areas, but also certain municipalities inland, particularly poorer ones.
The Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (United Nations Development Programme) has recently published a document titled “Socioeconomic Map, Guide for the 44 Municipalities of El Salvador” based on official data. It’s worth noting that this year the country reduced its number of municipalities from 262 to just 44. The document illustrates the current situation in the new municipalities based on 29 indicators. One of these is the lack of public waste collection services.
“Waste management is an essential public service with direct impacts on health and the environment,” the document states. “Moreover, the provision of the service of collection, treatment, and final disposal of waste is one of the competencies of municipalities regulated by the municipal code and one of the most pressing management challenges for the new local leaders.”
One of the main findings is that “in 21 of the 44 municipalities, more than half of the households do not have public waste collection services. In San Miguel Oeste and Usulután Oeste, more than 80% of households are not covered by this service.”
LA PRENSA GRÁFICA spoke with a resident of Jiquilisco, one of the four districts forming the new municipality of Usulután Oeste.
“We know the garbage truck takes its time to come through the city center, although it does so twice a week. Sometimes the days change, and we don’t know when it will pass,” said the city resident, who preferred not to be named.
He added that where he lives, “it’s difficult for the garbage service to pass through.” “The problem is that garbage accumulates quite a bit. In our case, we burn it every other day. Some people complain a lot about the poor service, but we’ve found a way to solve the problem by burning it,” he reiterated.
He pointed out that when the waste includes glass bottles, they choose to leave it in separate containers to be collected by the garbage truck.
LA PRENSA GRÁFICA contacted Noemi Alfaro, the mayor of Usulután Oeste, through social media to inquire about the resources available in the municipality for waste collection. As of this report’s publication, there has been no response.
On the other hand, municipalities with better waste collection services include San Salvador Centro and La Libertad Este, where only 11% and 14% of households, respectively, are without this service.
En el 43% de los hogares de El Salvador nunca pasa el camión de la basura
En 2023, el 57.5% de la basura generada por los hogares salvadoreños fue recolectada por servicios municipales, por lo que el 42.5% recibió tuvo otro fin: el 33% fue quemada, el 3.3% fue enterrada, el 3.2% fue dejada en contenedores, y el 2.1% fue dejada en cualquier lugar, según se detalla en la encuesta de hogares de propósitos múltiple del año pasado. Una pequeña parte es atendida por recolección privada.
En la zona urbana, la carencia de servicio público de recolección de basura baja al 19.2%, mientras que en la zona rural sube al 81.2%. Y esto se nota en la forma en que en la zona rural se libra de la basura: el 66.7% de los hogares la quema, el 7.3% la entierra, el 2.8% la deposita en contenedores, y el 3.3% la deja en cualquier lugar.
Hay que tomar en cuenta, sin embargo, que la investigación solo indaga la forma en que los hogares tratan la basura generada en el domicilio, y no cómo cada uno de sus miembros se comporta en la vía pública cuando quiere desechar algo que ya no necesita.
El pobre servicio de recolección pública de la basura domiciliar en problema histórico que ha ido mejorando de manera paulatina, pero con ciertos retrocesos, según se infiere de las cifras oficiales. En el año 2000, por ejemplo, el 55.7% de los hogares carecía del servicio de tren de aseo. A la vuelta de 10 años, esa carencia había bajado al 48.4%, es decir 7.3 puntos menos. En 2020, los hogares sin el servicio eran 46.8%, una reducción de solo 1.6 puntos.
La carencia del servicio público de recolección de basura afecta más, como ya se observó, a la zona rural, pero también a ciertos municipios del interior del país, en particular aquellos que son más pobres.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con base en datos oficiales, acaba de publicar un documento llamado “Mapa socioeconómico, Guía para los 44 municipios de El Salvador. Hay que recordar que este año el país pasó de 262 a solo 44 municipalidades.
El documento muestra la situación actual en las nuevas municipalidades a partir de 29 indicadores. Uno de ellos es la carencia de un servicio público de recolección de la basura.
“La gestión de residuos es un servicio público esencial y que tiene impactos directos sobre la salud y el medio ambiente”, dice el documento. “Además, la prestación del servicio de recolección, tratamiento y disposición final de basura es una de las competencias de los municipios regulada por el código municipal y uno de los retos de gestión más apremiantes para los nuevos gobernantes locales.”, se agrega.
Uno de los hallazgos principales es que “en 21 de los 44 municipios, más de la mitad de los hogares no dispone de un servicio público de recolección de basura. En San Miguel Oeste y Usulután Oeste más del 80 % de hogares no están cubiertos por este servicio.”
LA PRENSA GRÁFICA habló con un habitante de Jiquilisco, uno de los cuatro distritos que conforman el nuevo municipio de Usulután Oeste.
“Sabemos que el camión de la basura se tarda en pasar en el centro de la ciudad, aunque lo hace dos días por semana, pero a veces cambian esos días y uno ya no sabe cuándo es que pasa”, comentó este ciudadano, quien prefirió no ser citado por su nombre.
Agregó que donde reside “cuesta que pase el tren de aseo”. “Lo que pasa es que la basura se va acumulando bastante. En nuestro caso, la quemamos un día sí y un día no. Hay personas que se quejan bastante del mal servicio, nosotros hemos buscado la forma de solucionar el problema quemándola”, reiteró.
Señaló que cuando la basura que sacan incluye botellas de vidrio, deciden dejarla en contenedores aparte para entregarlas a algún camión de la basura.
LA PRENSA GRÁFICA contactó a través de sus redes sociales a la alcaldesa de Usulután Oeste, Noemi Alfaro, para consultarle con qué recursos cuentan en la municipalidad para la recolección de la basura. Al cierre de esta nota no había respuesta.
En el otro extremo, es decir, el de municipios con mejor servicio de recolección de la basura, están San Salvador Centro y La Libertad Este, dónde solo el 11 % y el 14 % de los hogares no poseen este servicio, respectivamente.