In the country, 27% of households suffer from monetary poverty, but in 32 of the 44 new municipalities, the figure is significantly higher. The most affected regions are those in the northeastern strip of the country and the coffee-growing areas of Usulután and Ahuachapán, according to the “Socioeconomic Map: Guide for the 44 New Municipalities of El Salvador, 2024,” presented by the United Nations Development Programme (PNUD) this week.
The five municipalities with the highest monetary poverty rates are: Usulután Norte, Ahuachapán Sur, Morazán Norte, Cuscatlán Norte, Ahuachapán Norte, San Miguel Norte, Cabañas Este, Usulután Oeste, San Miguel Oeste, and Cabañas Oeste.
Monetary poverty refers to a household’s ability to acquire the basic food basket (CBA). As of July 2024, the National Statistics and Censuses Office (ONEC) reported that the cost of the CBA in urban areas was $264.9 for families of three or four members, while in rural areas it was $180.3 for families of four to five members. Last year, in the same month, the cost of the CBA in urban areas was $10 less.
The basic basket includes 22 products, including French bread, tortillas, beef, pork and poultry, oil, vegetable fat, oranges, bananas, potatoes, onions, tomatoes, chayote, and cabbage.
Economist Tatiana Marroquín believes that the PNUD report serves as a starting point for discussing the country’s future trajectory.
“I find this report very relevant for a discussion about the future of the country and very specifically about the population that is in a state of great economic vulnerability. It portrays a country with a problem that, although not new, needs urgent attention,” she elaborated.
“When we talk about a person in a state of poverty, we are saying that the economic system has failed that person and their economic and social rights are being violated. This urgency is what needs to be considered as we look to the future,” added the economist.
Marroquín also addressed the inequality that exists in urban and rural areas regarding purchasing power.
“In relation to the municipalities with higher or lower indices, it is clear that the economic model is concentrating resources and economic options in urban areas, neglecting the needs of the interior of the country in economic terms,” she detailed.
Multidimensional Poverty
The PNUD report also states that 25% of households in El Salvador experience multidimensional poverty, but in 29 of the 44 municipalities, the figure is equal to or higher. The most affected regions are coastal and northeastern areas.
The municipalities with the highest multidimensional poverty rates are: Ahuachapán Sur, Morazán Norte, Sonsonate Norte, Usulután Oeste, Ahuachapán Centro, Usulután Norte, La Libertad Costa (including Surf City districts), San Miguel Norte, San Miguel Oeste, and Sonsonate Oeste.
Multidimensional poverty assesses the well-being of households across 20 indicators distributed in five dimensions: education; housing conditions; work and social security; health, basic services, and food security; and environmental quality, which includes public safety.
Economist and university lecturer Carlos Argueta analyzed the data presented by PNUD and noted, for instance, that there are marked differences between monetary and multidimensional poverty that can be explained.
“There are municipalities with more precarious poverty situations than others. For example, despite the national monetary poverty rate being around 27%, the PNUD publication mentions that San Salvador Centro is the municipality with the lowest monetary poverty percentage at 20%, while Usulután Norte has the highest poverty level at 49%. Thus, we see a gap of 29 percentage points,” explained Argueta.
“Within this range, all municipalities are positioned, showing us differentiated dynamics not only of poverty but possibly of exclusion as well, along with housing conditions, etc. This calls us to use this data to identify the specific challenges faced by each municipality and address them distinctly rather than with general interventions,” he added.
Pobreza monetaria en 32 de 44 municipios
En el país, el 27 % de los hogares sufre de pobreza monetaria, pero en 32 de los 44 nuevos municipios la cifra es igual más alta. Las regiones más afectadas son lo de la franja nororiental del país, y las zonas cafetaleras de Usulután y Ahuachapán, esto de acuerdo al “Mapa Socioeconómico. Guía para los 44 nuevos municipios de El Salvador, 2024” que presentó esta semana el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Los cinco municipios con mayor pobreza monetaria son: Usulután Norte, Ahuachapán Sur, Morazán Norte, Cuscatlán Norte, Ahuachapán Norte, San Miguel Norte, Cabañas Este, Usulután Oeste, San Miguel Oeste y Cabañas Oeste.
La pobreza monetaria es la capacidad de un hogar de adquirir la canasta básica alimentaria (CBA). En el mes de julio de 2024, la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (ONEC) indicaba que el costo de la CBA en la zona urbana era de $264.9 para familias de entre tres o cuatro miembros, mientras que en la zona rural era de $180.3 para una familia de entre cuatro a cinco miembros. El año pasado, en el mismo mes. el costo de la CBA en el área urbana era $10 menos.
La canasta básica incluye 22 productos, entre los que se incluye el pan francés, tortilla, carne de res, cerdo y aves, aceite, manteca vegetal, naranja, plátano, guineo, papa, cebolla, tomate, güisquil y repollo.
Para la economista Tatiana Marroquín, el informe del PNUD da un pincelazo para abrir una discusión sobre el rumbo del país a futuro.
“Me parece que es un informe muy pertinente para una discusión del futuro del país y muy específicamente de la población que se encuentra en situación de gran vulnerabilidad económica. Retrata un país con un problema, que aunque no nuevo, necesita atención urgente”, detalla.
“Cuando se habla de una persona en situación de pobreza, lo que estamos diciendo es que a esa persona el sistema económico le ha fallado y sus derechos económicos y sociales están siendo vulnerados, es con esta urgencia que se necesita ver al futuro”, agregó la economista.
Marroquín también se refirió a la desigualdad que existe, en la zona urbana y rural en cuanto al poder adquisitivo.
“En relación a los municipios con mayor o menor índice, es claro que el modelo económico está concentrando recursos y opciones económicas en lo urbano, dejando de lado las necesidades del interior del pais en términos económicos”, detalló.
Pobreza multidimensional
El informe del PNUD también detalla que el 25 % de los hogares en El Salvador sufre de pobreza multidimensional, pero en 29 de los 44 municipios la cifra es igual o más alta. Las regiones más afectadas son la costera y nororiental.
Los municipios con la mayor pobreza multidimensional son: Ahuachapán Sur, Morazán Norte, Sonsonate Norte, Usulután Oeste, Ahuachapán Centro, Usulután Norte, La Libertad Costa (incluye los distritos de Surf City), San Miguel Norte, San Miguel Oeste y Sonsonate Oeste.
La pobreza multidimensional determina el bienestar de los hogares en 20 indicadores distribuidos en cinco dimensiones: educación; condiciones de vivienda; trabajo y seguridad social; salud, servicios básicos y seguridad alimentaria, y calidad del entorno, lo cual incluye seguridad pública.
El economista y docente universitario, Carlos Argueta, analizó los datos que presentó el PNUD y detalla, por ejemplo, que hay marcados comportamientos entre la pobreza monetaria y multidimensional tiene una explicación.
“Hay municipios con situaciones de pobreza más precarias que otros, por ejemplo, a pesar de que la pobreza monetaria es de aproximadamente el 27 % a nivel nacional, en la publicación del PNUD se menciona que San Salvador Centro es el municipio con el porcentaje más bajo de pobreza monetaria con el 20 %, pero Usulután Norte es el municipio con el nivel más alto de pobreza con el 49 %, entonces vemos una brecha de 29 puntos porcentuales”, explicó Argueta.
“Dentro de este rango, todos los municipios se van posicionando y lo que nos muestra son dinámicas diferenciada no solamente de pobreza, sino posiblemente de exclusión, sino también de las condiciones de vivienda, etcétera. Entonces, lo que nos llama a utilizar esta data para identificar cuáles son los desafíos que enfrenta cada municipio en particular y tratarlos de manera diferenciadas y no solo con intervenciones a nivel general”, añadió.