Climate change, high agricultural input prices, and the lack of public policies have led to a year-by-year decline in cultivated areas for staple grain production in El Salvador, claim various trade associations.
Data from the Dirección General de Economía Agropecuaria (DGEA) of the Ministry of Agriculture and Livestock (MAG) indicates that, in recent agricultural cycles, the planting area has decreased by 35,886 acres.
The latest Agricultural Statistics Yearbook published by the DGEA shows that in the 2022-2023 cycle, the planted area reached 594,697 acres, 3,451 fewer than in the 2021-2022 period.
One of the sharpest declines in the last five years occurred in the 2018-2019 and 2019-2020 cycles when the planted area dropped from 386,890 acres to 377,871, a decrease of 16,466 acres.
According to the DGEA, the pandemic and the climate were the factors that affected staple grain cultivation in the 2019-2020 agricultural cycle.
“2020 was an atypical year influenced by the COVID-19 pandemic, which affected the global economy and consequently El Salvador; in addition to the development of meteorological events such as tropical storms Amanda, Cristóbal, Eta, and Iota,” it highlights in one of its reports.
In the last five years, the only cycle with an increase in planted area was 2020-2021, when it reached 381,181 acres.
Breaking down the decline in the area for grains, the largest reduction is seen in sorghum or maicillo, an alternative for the livestock and poultry sector, especially in the Dry Corridor of El Salvador, following prolonged droughts that have impacted it.
Its cultivation has dropped from 98,813 acres to 86,578, representing a decline of 12,235 acres, according to official data.
Next is the cultivation of beans, whose planted area has decreased from 139,797 acres to 128,375, despite being one of the main sources of food for the Salvadoran population.
The situation regarding corn planting, which not only guarantees food security for small farmers but for all of El Salvador, given that it’s the main ingredient for tortillas, is no different.
Official data indicates that the drop has been 10,157 acres, decreasing from 386,890 to 376,733 acres.
In the case of rice, the decline is smaller, with only 2,072 acres less; however, it is important to consider that it is one of the grains that is least cultivated in El Salvador. For instance, in the 2022-2023 cycle, only 3,011 acres were planted.
The agricultural statistics yearbooks from MAG used to be published months after the closing of the agricultural cycle in April; however, months are passing and the country still lacks official figures for the 2023-2024 agricultural cycle, nor has the data regarding the total losses caused by the El Niño phenomenon and storm Pilar during the same period been released.
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The Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), the main farmers’ association in El Salvador, estimates that in 2021, 420,000 acres were planted, and this year only 295,000 acres.
“There were several negative factors that contributed to the decrease, such as high input prices, labor shortages, and increases in land rental prices. Furthermore, last year we had the lowest production of staple grains in the last seven years, and this 2024 we risk having the lowest in eight years, meaning it will surpass the previous one,” commented Luis Triminio, spokesperson for the association to LA PRENSA GRÁFICA.
Planting less means harvesting less, and it implies that the prices of staple grains will rise more than they have in recent years, warn both farmers and economists.
Economist Luis Membreño considers that “there is a high probability that it will be a very rainy winter, which could lead to crop destruction, potentially causing an increase in basic food prices that would significantly impact most of the population.”
The 2022-2023 harvest closed with a total of 21.8 million quintals of staple grains, which is 1.6 million quintals less compared to the previous cycle (2021-2022), according to statistics published by the MAG.
El Salvador ha dejado de sembrar 35,886 manzanas de granos básicos
El cambio climático, el alto precio de los insumos agrícolas y la falta de políticas públicas han provocado que, año con año, menos áreas sean cultivadas para producir granos básicos en El Salvador, según afirman diferentes gremiales.
Datos de la Dirección General de Economía Agropecuaria (DGEA) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) indican que en los últimos ciclos agrícolas, el área de siembra se ha reducido en 35,886 manzanas.
El último Anuario de Estadísticas Agropecuarias publicado por la DGEA apunta que en el ciclo 2022-2023 la superficie sembrada alcanzó 594,697 manzanas, 3,451 menos que en el periodo 2021-2022.
Una de las caídas más marcadas en el último quinquenio se dio en los ciclos de 2018-2019 y de 2019-2020, cuando la superficie sembrada pasó de 386,890 manzanas a 377,871, lo que significó una disminución de 16,466 manzanas menos.
Según la DGEA, la pandemia y el clima fueron los factores que afectaron el cultivo de granos básicos en el ciclo agrícola 2019-2020.
“El 2020 fue un año atípico que se vio influenciado por la pandemia de la covid-19, la que afectó la economía a nivel mundial y en consecuencia a El Salvador; además del desarrollo de eventos climatológicos como las tormentas tropicales Amanda, Cristóbal, Eta e Iota”, resalta en uno de sus informes.
En el último quinquenio, el único ciclo con aumento en el área sembrada fue el 2020-2021, cuando alcanzó las 381,181 manzanas.
Al dividir la caída en la superficie por granos, la mayor reducción la presenta el sorgo o maicillo, una de las alternativas del sector ganadero y avícola, sobre todo del Corredor Seco en El Salvador, tras las sequías prolongadas que lo impactan.
Su cultivo ha pasado de 98,813 manzanas a 86,578, lo que ha significado una baja de 12,235 manzanas, de acuerdo con los datos oficiales.
Le sigue el cultivo del frijol, cuya área de siembra ha pasado de 139,797 manzanas a 128,375, pese a ser una de las principales fuentes de alimento para la población salvadoreña.
El panorama en la siembra de maíz, que no solo garantiza la seguridad alimentaria campesina sino de todo el territorio salvadoreño, al ser la materia prima de las tortillas, no es diferente.
Los datos oficiales señalan que el desplome ha sido de 10,157 manzanas, al pasar de 386,890 a 376,733 manzanas.
En el caso del arroz, la baja es menor con sólo 2,072 manzanas; sin embargo, es importante considerar que es uno de los granos que menos se cultivan en El Salvador. Por ejemplo, en el ciclo 2022-2023 solo fueron sembradas 3,011 manzanas.
Los anuarios de estadísticas agropecuarias del MAG solían ser publicados meses después del cierre del ciclo agrícola en abril; sin embargo los meses pasan y el país aún no cuenta con las cifras oficiales del ciclo agrícola 2023-2024, ni con los datos de las pérdidas totales ocasionadas por el fenómeno El Niño y la tormenta Pilar en el mismo período.
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La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), la principal gremial de agricultores en El Salvador, estima que en 2021 fueron sembradas 420,000 manzanas y este año solo 295,000 manzanas.
“Fueron varios factores negativos los que se unieron para la disminución, como los altos precios de insumos, escasez de mano de obra, incremento del precio en el arriendo de la tierra. Además, el año pasado se obtuvo la producción más baja de granos básicos de los últimos siete años y este 2024 corremos el riesgo que sea la más baja de ocho años, es decir que esta va a superar a la anterior”, comentó Luis Triminio, vocero de la gremial a LA PRENSA GRÁFICA.
Sembrar menos significa cosechar menos e implica que los precios de los granos básicos suban más de lo que lo han hecho en los últimos años, advierten tanto los agricultores como economistas.
El economista Luis Membreño considera que “hay muchas probabilidades que sea un invierno muy copioso y que haya destrucción de cultivos, lo que puede llevar a incrementos de precios de alimentos básicos y eso golpearía bastante a la mayor parte de población”.
La cosecha 2022-2023 cerró con un total de 21.8 millones de quintales de granos básicos, es decir, 1.6 millones de quintales menos, si se compara con el ciclo anterior (2021-2022), según las estadísticas publicadas por el MAG.