On May 1, 2022, Marvin de Jesús González Barrera was about to have lunch inside a pizzeria in Sensuntepeque, Cabañas, where he was working, when four agents of the National Civil Police (PNC) entered and asked for his documents. Without further explanation, they said that Marvin and three of his colleagues were being detained under the state of exception.
When his mother, María de los Ángeles González, found out, she began to ask why he had been detained but was only told that it was for belonging to criminal groups. The version the investigators gave her was that he was arrested in the central park, which his mother argues “is false because he was inside the pizzeria.”
She provided evidence of his employment and presented it to the Attorney General’s Office (PGR), but it was in vain. Since then, Marvin has been detained at La Esperanza Prison, known as Mariona.
María is increasingly worried about the lack of information about her son’s wellbeing.
“I know nothing about my son, I don’t know if he’s healthy. I’m a nervous wreck, my strength is fading. I have come forward for him because I know he is innocent,” María adds.
Besides Marvin, she has two other children who are studying and spend their free time working in their father’s carpentry shop, where they have learned responsibility and how to avoid wasting time on negative activities.
Of the four detainees, two have received alternative measures to detention, and they are asking the Second Court Against Organized Crime of San Salvador to grant the same to Marvin.
“I tell the Prosecutor’s Office to release him; their deadline to present evidence against him has passed and they haven’t done so. I ask them to show some compassion and ask that they give me back my son; I need him alive,” María mentioned.
For Ingrid Escobar, director of the Socorro Jurídico Humanitario (Humanitarian Legal Aid), this is another case of arbitrary arrests they have denounced, where the Attorney General’s Office (FGR) lacks substantial evidence and the judges accept keeping them in prison.
“Marvin’s family situation is complicated. There is suffering, and we call for the review of cases and the release of the innocent. We know Marvin is not a criminal and there is evidence to support this,” she mentioned.
This outlet sought the version of the FGR, through its communications unit, regarding the denunciation of arbitrary arrest made by Marvin González Barrera’s family; however, at the time of closing this report, there was no response.
“Pido que me den a mi hijo; lo necesito vivo y no sé cómo está”
El 1 de mayo de 2022, Marvin de Jesús González Barrera se disponía a almorzar en el interior de una pizzería en Sensuntepeque, Cabañas, donde estaba laborando, cuando ingresaron cuatro agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y pidieron sus documentos. Sin mayor explicación dijeron que Marvin y tres de sus compañeros de trabajo quedaban detenidos por el régimen de excepción.
Al darse cuenta su madre, María de los Ángeles González, comenzó a preguntar por qué lo habían detenido pero únicamente le dijeron que era por pertenecer a grupos criminales. La versión que le dieron los investigadores fue que lo capturaron en el parque central, lo cual argumenta su progenitora “es falso, porque él estaba en el interior de la pizzería”.
Buscó los arraigos y los presentó a la Procuraduría General de la República (PGR), pero fue en vano. Desde entonces, Marvin se encuentra detenido en el Centro Penal La Esperanza, conocido como Mariona.
A María le preocupa el paso de los días sin tener información sobre su hijo.
“No sé nada de mi hijo, no sé si está bien de salud. Me siento mal de los nervios, mis fuerzas están bajando. He venido a dar la cara por él, porque sé que es inocente”, agrega María.
Aparte de Marvin, ella tiene dos hijos más quienes están estudiando y en su tiempo libre lo dedican al trabajo de carpintería, propiedad de su esposo, en el que han aprendido la responsabilidad y no perder el tiempo en cosas malas.
De los cuatro capturados, dos han recibido medidas alternas a la detención y piden al Tribunal Segundo Contra el Crimen Organizado de San Salvador que pueda conceder a Marvin también.
“Le digo a la Fiscalía que lo deje libre, se les venció el plazo de presentar pruebas en su contra y no lo han hecho. Digo que se pongan la mano en el corazón y pido que me den a mi hijo, lo necesito vivo”, mencionó María.
Para Ingrid Escobar, directora del Socorro Jurídico Humanitario (SJH), este es otro de los casos de capturas arbitrarias que han denunciado, en el que la Fiscalía General de la República (FGR) no tiene mayores pruebas y los jueces aceptan mantenerlos en prisión.
“La situación de la familia de Marvin es complicada. Hay sufrimiento y hacemos un llamado para que puedan revisar los casos y dar libertad a los inocentes. Sabemos que Marvin no es un delincuente y hay pruebas que lo respaldan”, mencionó.
Este medio buscó la versión de la FGR, a través de su unidad de comunicaciones, acerca de la denuncia de captura arbitraria que señala la familia de Marvin González Barrera; sin embargo, al cierre de esta nota no había una respuesta.EDH: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Pido-que-me-den-a-mi-hijo-lo-necesito-vivo-y-no-se-como-esta-20240816-0037.html