“Police Arrested Him for His Hairstyle and a Tattoo” — “Los policías se lo llevaron por el corte de pelo y por un tatuaje”

Aug 15, 2024

Eduardo Enrique Romero Vivar's family denounces arbitrary arrest and urges authorities to review the case. He worked in auto body repair and painting in Apopa and is currently held at the Izalco Prison. — Familiares de Eduardo Enrique Romero Vivar denuncian captura arbitraria y piden que las autoridades revisen el caso. Trabajaba en enderezado y pintura automotriz en Apopa y se encuentra en el Centro Penal de Izalco.

On November 20, 2023, a day after his 31st birthday, Eduardo Enrique Romero Vivar was heading home after a morning of work and visiting his girlfriend when two members of the Salvadoran Armed Forces (FAES) and an officer from the National Civil Police (PNC) arrested him under the state of exception.

According to the accounts of neighbors and family members in the Miramundo community in Apopa, north of San Salvador, the security forces detained and began interrogating him. Eduardo was wearing old, torn clothes and was covered in paint due to his job in auto body repair and painting, so he was heading home to shower and rest.

One of his family members was at work when they checked their phone for missed calls and messages, learning that Eduardo had been arrested and taken to the PNC station in Miramonte. They then went to the station to find out the reason for the arrest.

When asked about the reason for the arrest, authorities mentioned that he was taken because he was associated with gangs and would be subject to the state of exception. Shocked, his family member began to intercede, trying to convince the officers that it wasn’t true, that he wasn’t involved in any criminal groups, and that they had even been victims of gangs in the past.

“Look, ma’am, you don’t control your son’s hairstyle,” said the officer who arrested him when the family arrived to inquire. “What does his hair have to do with him being a criminal?” they questioned. Eduardo’s girlfriend had braided his hair, and he had shaved the sides, keeping a ponytail on top. “The police told me they arrested him because of his hair and were adamant that he was a gang member,” added the family member’s account.

They also claimed he had gang-related tattoos, though according to the family, he only had artistic tattoos, a fact verified by other officers through an expert analysis that determined his tattoos were not gang-related, as confirmed by the family.

They were told not to worry, that the young man would be released soon, but an officer “took a personal issue with him” which led to his arrest. They were advised to hire a lawyer and that he would be investigated. “Another officer shouted at me: ma’am, he is being detained under the state of exception, whether you like it or not.”

The family has been victims of these criminal groups. Eduardo’s older brother was murdered by gang members when they stole his bike; later, one of his uncles, a FAES member, was also killed while stationed in Soyapango. Meanwhile, his younger sister was threatened, forcing them to leave the area.

Even Eduardo, in 2017, traveled to Mexico seeking asylum but later returned to be with his son, now 10 years old, to provide for him.

“I need him released because he is innocent. There are innocent people suffering because the police wanted to earn the bonus they get for arrests. They don’t investigate. The police arrested him for his hairstyle and a tattoo,” the family member added. Since his arrest, the family has had little information about him. His case is being handled by the Second Tribunal Against Organized Crime, Judge One, and he is held at the Izalco Prison. In July, with the Humanitarian Legal Aid (Socorro Jurídico Humanitario, SJH), they filed a Habeas Corpus petition with the Constitutional Chamber of the Supreme Court of Justice.

Ingrid Escobar, director of SJH, has stated that the case could also be categorized as a short-term enforced disappearance, as the family has little information about his condition.

“The arrest of young Eduardo demonstrates that in El Salvador, there are illegal and arbitrary detentions carried out by police and military members, which is unlawful. This young man, who has no criminal or police record, who is deeply rooted in his family and community, is another of the cases we’ve identified as short-term enforced disappearance because the family doesn’t know if he is alive,” said Escobar.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Los-policias-se-lo-llevaron-por-el-corte-de-pelo-y-por-un-tatuaje-20240812-0041.html

“Los policías se lo llevaron por el corte de pelo y por un tatuaje”

El 20 de noviembre de 2023, un día después de cumplir 31 años de edad, Eduardo Enriquez Romero Vivar iba a su casa después de una mañana de trabajo y de visitar a su novia, cuando dos elementos de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) y un agente de la Policía Nacional Civil (PNC) lo capturaron en el marco del régimen de excepción.

De acuerdo con el relato de vecinos y familiares, en la comunidad de Miramundo, en Apopa, al norte de San Salvador, los elementos de seguridad lo detuvieron y comenzaron a interrogarlo. Eduardo iba con ropas viejas y rotas, así como lleno de pintura debido a que se dedica al trabajo de enderezado y pintura automotriz por lo que iba a su casa a bañarse y descansar.

Uno de sus familiares estaba en el trabajo cuando revisó en su teléfono las llamadas perdidas y mensajes que había recibido, en la que le manifestaron que Eduardo había sido capturado y fue trasladado a la delegación de la PNC de Miramonte. Entonces, se dirigió al lugar para conocer las causas de la detención.

Al preguntar las razones de la captura, le mencionaron que se lo llevaron porque pertenecía a pandillas y le aplicarían el régimen de excepción. Atónito, su familiar comenzó a interceder y tratar de convencer a uno de los policías que no era cierto, que no pertenecía a grupos criminales y que incluso han sido víctimas en el pasado de las pandillas.

“Mire señora, usted no tiene el control del pelo de su hijo”, le dijo el agente que lo capturó cuando llegó la familia a preguntar. ¿Qué tiene que ver el pelo con que sea un delincuente?”, le cuestionaron. La novia de Eduardo le había hecho trencitas y él se había rapado de los lados y se había dejado la cola arriba. “Me dijeron los policías que por el pelo lo habían detenido y estaba necio, diciendo que era pandillero”, agregó el relato del familiar.

También le dijeron que tenía tatuajes alusivos a pandillas, cuando lo que tiene, según la familia, es un tatuaje artístico, situación que fue verificado por otros agentes a través de un peritaje que determinó que no es alusivo a pandillas, manifestaron los familiares.

Le dijeron que no se preocupara, que ya iba a salir el joven y que un policía “se clavó con él” y por eso lo capturó, que le pusieran un abogado y que lo iban a investigar. “El otro me lo gritó: señora, él va remitido por el régimen, le guste o no le guste”.

La familia ha sido víctima de esos grupos criminales. El hermano mayor de Eduardo fue asesinado por pandilleros cuando le robaron una bicicleta; posteriormente, a uno de sus tíos que era miembro de la FAES, también lo mataron cuando estaba destacado en Soyapango. Mientras que a la hermana menor fue amenazada y tuvieron que salir del lugar.

Incluso Eduardo, en 2017, viajó a México para buscar asilo aunque posteriormente regresó para estar con su hijo, que ahora tiene 10 años de edad y busca darle lo necesario.

“Necesito que lo saquen porque él es inocente. Ahí hay justos por pecadores, que están aguantando ahí porque les dio la regalada gana de ganarse el bono que les dan a los policías por las capturas que han realizado. No investigan. Los policías se lo llevaron por el corte de pelo y por un tatuaje”, agregó el familiar.

Desde que se lo llevaron capturado, la familia no tiene mayor conocimiento de él. Su caso lo lleva el Tribunal Segundo Contra el Crimen Organizado, juez uno y se encuentra recluido en el Centro Penal de Izalco. En julio, junto al Socorro Jurídico Humanitario (SJH), presentaron la solicitud de Habeas Corpus ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

Ingrid Escobar, directora del SJH, ha mencionado que el caso puede catalogarse también como desaparición forzada de corta duración en el sentido que la familia no tiene mucha información sobre su situación.

“La captura del joven Eduardo demuestra que en El Salvador hay capturas ilegales y arbitrarias perpetrarias por miembros de la policía y miembros de la fuerzas armadas, cosa que es ilegal. Este joven que no tiene antecedentes penales, ni policiales, que tiene arraigos familiares, laborales y una comunidad que lo respalda. Es otro de los casos que hemos identificado como desaparición forzada de corta duración porque la familia no sabe si está vivo”, dijo Escobar.

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