“To maintain the idea of a safe country, based on the silence imposed on the violence that women experience, is a major violation of human rights,” summarizes Silvia Juárez, director of the Organization of Salvadoran Women for Peace (Ormusa), referring to the situation of violence against women as reflected in the most recent report by the Attorney General’s Office (FGR).
The public ministry disclosed that from June 1, 2023, to May 31, 2024, it registered 3,018 cases of rape, a situation very similar to the same period in 2022-2023 when there were 3,145. However, both figures exceed those reported in previous years, as 3,084 rapes were documented in the 2021-2022 period, 2,313 in 2020-2021, and 2,634 in 2019-2020.
According to women’s rights organizations, these data reflect an alarming situation and underscore the need to implement public policies that help prevent all types of violence (sexual, physical, femicide, and property-related) against Salvadoran women.
Silvia Juárez states that it is impossible to speak of a state of security in El Salvador when authorities report high numbers of cases of violence against women in the last year.
“These data show that as long as we continue to view security focused solely on homicides, without considering the insecurity of women, we will continue to think that we are a safe country when women and girls continue to be subjected to serious human rights violations such as sexual violence. It is not being considered that this is one of the forms of violence that triggers others which perpetuate and constrain the development of women,” she mentioned.
Generalized Increase
In addition to rapes, the Public Prosecutor’s report for the 2023-2024 period reflects an increase in all forms of violence against women.
According to FGR, there were 130 femicides (128 in the previous period), 8,984 cases of sexual violence, 2,664 cases of physical violence, 7,909 cases of psychological violence, and 1,263 cases of property-related violence.
Adding up all these types of violence, the figure grows even more, revealing that the Prosecutor’s Office handled a total of 20,950 complaints of violence against women.
Angélica Rivas from the Feminist Collective believes that sexual violence is one of the crimes that women report the least due to the proximity of the perpetrator, who is often a relative or acquaintance. She even mentions family pressure to not report.
The organizations acknowledge that rape and sexual violence are very intimate crimes, where the victim “must expose personal situations” and “it has to do with honor and prestige, which makes reporting complex.” They emphasize the importance that institutions should give to the proper treatment of victims and support during the legal process.
“There is no public policy for the prevention of these crimes, let alone in relation to the support institutions provide to victims. We must criticize the role of the Prosecutor’s Office, because women who suffer violence have very little support. There is no psychological assistance, not even for other concerns that women have. These are long processes that can be revictimizing,” Rivas stated.
She also highlights that the Prosecutor’s Office report does not include the ages of the victims, who are mostly girls or adolescents. This adds more complications when reporting, as well as the need for the mother or grandmother to accompany them during the legal processes.
Another aspect Rivas mentions is the judicial processes for cases of violence against women. For example, in sexual violence processes, 385 cases ended in acquittals, representing 18.80% of those proceedings. Regarding property-related violence, 11 out of 41 cases or 38% of them faced a similar outcome.
“This demonstrates that the Prosecutor’s Office is struggling to prove in court that these crimes occurred. It seems interesting that, for example, in cases of femicide and physical violence it is noticeable, but for the other types, the Prosecutor’s Office needs to specialize, have more resources, more access to experts to demonstrate that type of violence and it should be a priority,” she added.
The Prosecutor’s Office maintains that between 2023 and 2024, they obtained a 74% conviction rate in favor of the victims when cases reached the trial stage.
The FGR reported a total of 25 femicides from June 2023 to May 2024. This contrasts with the information from Ormusa’s Observatory of Violence against Women, which recorded 33 femicides during the same period.
In recent years, deaths caused by trusted relationships, i.e., committed by the partners or ex-partners of the victims, have been the most constant. For example, in 2023, 57% of femicides occurred within trusted relationships, which for the organizations represents the ongoing phenomenon of violence. So far in 2024, Ormusa states that a similar percentage of crimes have been committed in trusted relationships.
Fiscalía reportó 3,018 violaciones sexuales de junio 2023 a mayo 2024 en El Salvador
“Sostener la idea de un país seguro sobre el silencio impuesto a la violencia que viven las mujeres es una gran violación a derechos humanos”, resume Silvia Juárez, directora de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), en referencia a la situación de violencia que sufren las mujeres y que queda reflejada en el más reciente informe de labores de la Fiscalía General de la República (FGR).
El ministerio público reveló que del 1 de junio de 2023 al 31 de mayo de 2024 registró 3,018 casos de violaciones, una situación que es muy parecida al mismo periodo de 2022-2023 cuando hubo 3,145. No obstante, ambas cifras superan los hechos reportados en años anteriores, pues en el periodo 2021-2022 se documentaron 3,084 violaciones, mientras que en 2020-2021 hubo 2,313 y en 2019-2020 se registraron 2,634.
Según las organizaciones de defensa de derechos de las mujeres, estos datos reflejan una situación alarmante y señalan la necesidad de implementar políticas públicas que ayuden a prevenir todo tipo de violencia (sexual, física, feminicida y patrimonial) en contra de las salvadoreñas.
De acuerdo con Silvia Juárez, no se puede hablar de un estado de seguridad en El Salvador cuando las autoridades reportan cifras elevadas de casos de violencia contra las mujeres en el último año.
“Estos datos muestran que mientras sigamos viendo la seguridad centrada solo en los homicidios, sin considerar la inseguridad de las mujeres, solo hace pensar que seguimos siendo un país seguro cuando las mujeres y las niñas siguen siendo sometidas a graves violaciones de derechos humanos como la violencia sexual. No se está considerando que esta es una de las formas de violencia que desencadenan otras que perpetúan y someten al desarrollo de las mujeres”, mencionó.
Aumento generalizado
Aparte de las violaciones, el informe del Ministerio Público en el periodo 2023-2024 refleja un incremento en todos los tipos de violencia contra las mujeres.
Según la FGR, hubo 130 feminicidios (128 el periodo anterior), mientras que se reportaron 8,984 casos de violencia sexual, 2,664 casos de violencia física, 7,909 casos de violencia psicológica y 1,263 casos de violencia patrimonial.
Si se suman todos estos tipos de violencia la cifra crece aún más, pues revela que la Fiscalía atendió 20,950 denuncias en total por violencia contra la mujer.
Angélica Rivas, del Colectivo Feminista, considera que la violencia sexual es de los delitos que las mujeres menos denuncian por la cercanía del agresor, que suele ser un familiar o un conocido. Incluso menciona que hay presión de la familia para que no se denuncie.
Las organizaciones reconocen que la violación y la violencia sexual son delitos muy íntimos, donde la víctima “debe exponer situaciones personales” y “tiene que ver con el honor, prestigio, por lo que su tratamiento para denunciar es complejo”. Subrayan que de ahí viene la importancia que las instituciones deben darle al tratamiento adecuado a las víctimas y acompañar en el proceso judicial.
“No hay una política pública de prevención de estos delitos, menos en relación al acompañamiento que las instituciones hacen a las víctimas. Hay que hacer críticas al papel que hace la Fiscalía, porque las mujeres que sufren violencia tienen muy poco acompañamiento. No hay apoyo psicológico, incluso de otras preocupaciones que las mujeres tienen. Son procesos largos, que pueden ser revictimizantes”, indicó Rivas.
Destaca además que en el informe de Fiscalía no aparecen las edades de las víctimas, pues en su mayoría suelen ser niñas o adolescentes y eso supone una complicación más a la hora de denunciar, así como la necesidad del acompañamiento de la madre o abuela para seguir los trámites de los procesos.
Otro aspecto que menciona Rivas es sobre los procesos judiciales en los hechos de violencia contra las mujeres. Por ejemplo, en procesos de violencia sexual 385 casos finalizaron en absoluciones lo que representa el 18.80% de esos procesos. En cuanto a la violencia patrimonial, fueron 11 de 41 casos, lo que representa el 38% de dichos procesos.
“Esto demuestra que a la Fiscalía le está costando demostrar en sedes judiciales que esos delitos sucedieron. Me parece interesante que, por ejemplo, en la violencia feminicida y física es notable, pero los otros tipos es donde la Fiscalía necesita especializarse, tener más recursos, más acceso a peritos para demostrar ese tipo de violencia y debería ser una prioridad”, agregó.
La Fiscalía sostiene que entre 2023 y 2024 obtuvo un 74 % de condenas a favor de las víctimas cuando los casos llegaron ya a la etapa de juicio.
La FGR reportó en su informe un total de 25 feminicidios de junio de 2023 a mayo de 2024. Esto contrasta con la información del Observatorio de Violencia contra las Mujeres de Ormusa, que en ese mismo periodo registró 33 femincidios.
En los últimos años las muertes ocasionadas en relaciones de confianza, es decir, realizadas por las parejas o exparejas de las víctimas, han sido la más constante. Por ejemplo, en 2023 el 57% de los feminicidios estuvieron entre las relaciones de confianza, lo que para las organizaciones representa que el fenómeno de la violencia sigue vigente. En lo que va del 2024, el % de esos crímenes han sido cometidos en relación de confianza, según Ormusa.