School supply providers fear significant losses due to non-payment and possible contract cancellations after the central government announced a plan for the manufacturing of uniforms and school shoes within correctional facilities.
“We have been working in our workshops for 14 years, employing other workshops and external people,” said a school uniform provider who requested anonymity due to fears of future reprisals for exposing the situation.
Through a national broadcast, the director of correctional facilities, Osiris Luna, informed the public that part of the Zero Idleness Plan is that “48,000 inmates in a trust phase, and not dangerous, will be working in the national territory in different workshops to help rebuild our country and repair part of the damage they caused to society, generating over $56 million in savings for the government.”
This project includes the manufacturing of uniforms and school shoes; however, this measure would directly affect small and medium-sized businesses that had recently invested in their workshops to meet the necessary inspections to maintain their contracts.
“Providers invested in improving their spaces because they were regulated by the authorities, which required them to demonstrate the number of available machines,” said David Rodríguez from the Bases Magisteriales union.
Approximately 1,500 families depend on these contracts with the government.
“This situation is concerning for both groups (uniform and shoe providers); we are not given an explanation of why these decisions are made, especially since we, as a group, have complied with the established timelines and have accepted all the changes in this program,” said the source consulted by this medium.
According to reports received at Bases Magisteriales, there are providers in different parts of the country who have not been paid for their services and are facing delays in payments owed for 2023 and the first installment of 2024.
The organization maintains that this abrupt measure will further destabilize household economies as many of these local providers operate on loans and have already made their investments.
“At least let them pay what they owe and what they have invested before the inmate program begins; it’s concerning for us because if an issue arises with tailoring, there are always problems with sizing, and teachers are not experts; they need to find a solution that doesn’t overburden the teachers,” Rodríguez added.
The announcement was made unexpectedly on July 5, and subsequently, authorities have not provided further details on how this mechanism will be implemented in 2025.
“It is a source of income for shoe and sewing workshops, it was money that went directly to us, and we know through a broadcast that they want inmates to take over the situation to save money, which we see as unfair and totally wrong for the economy of many workers,” the source added, noting that her entire family is employed in these activities, and without this demand, they must begin to seek other alternatives.
Bases Magisteriales stated that in recent days they have received a large number of calls related to the situation, “there is uncertainty among shoe providers because they were asked to obtain clearances for this year; in the case of tailors, they don’t know if they will deliver the second uniform.”
According to the union, the concern is not only about losing contracts but also about the fear of facing government reprisals for expressing the economic impact they will suffer.
At the end of January this year, El Diario de Hoy confirmed with a group of uniform providers in Usulután who had faced payment issues in 2023; after the complaint, they began receiving calls to manage their process.
Unfulfilled Demands
“Our only enemy is the unmet demands in the sector,” said the representative of Bases Magisteriales during a morning interview program.
“In education, there is a debt; colleagues don’t want to express it for fear of attracting attention, and we’ve had colleagues in some municipalities who have been reprimanded for parents organizing, presumably to address the needs of schools.”
On average, schools need to operate annually with a budget of $1,500 for operational expenses and basic services. To cover their needs, some schools had directly requested payment for electricity services from their local municipalities, but following the reorganization, this has been affected.
“Some municipalities used to pay these electricity bills and have communicated that they can no longer do so because of the Mi Nueva Escuela program,” Rodríguez stated.
Academic Performance
“The educational results depend on the level of investment made; there is still a debt in the system, which is a result of the lack of attention in the sector,” Rodríguez asserted regarding the poor performance students show in national tests.
He also pointed out that there has been too much flexibility in education that allows a child to miss 60 days out of 200 class days, and although they score low, they will still advance to the next grade, which has generated a lack of interest among students.
“It’s already difficult to care for two children at home; attending to 40 students with different abilities is not easy. We have been subjected to years of violence in the communities, and that has led to health issues among teachers,” concluded Rodríguez.
Proveedores de paquetes escolares dicen que esperan pago del Gobierno desde 2023
Proveedores de paquetes escolares temen importantes pérdidas debido al impago y posible cancelación de contratos después que el Gobierno central anunciara un plan para la confección de uniformes y zapatos escolares al interior de Centros Penales.
“Tenemos 14 años de venir trabajando en nuestros talleres, empleando otros talleres y personas de fuera”, señaló una proveedora de uniformes escolares bajo el anonimato debido a que tienen miedo a futuras represalias por exponer la situación.
A través de una cadena nacional el director de Centros Penales, Osiris Luna, informó a la población que parte del Plan Cero Ocio es que “48,000 reos en fase de confianza, y no peligrosos, trabajando en el territorio nacional en diferentes talleres para contribuir en la reconstrucción de nuestro país y así reparar parte del daño que hicieron a la sociedad, generando más de $56 millones de ahorro al Gobierno”.
Dicho proyecto incluye la fabricación de uniformes y zapatos escolares; sin embargo, esta medida vendría afectar directamente a los pequeños y medianos empresarios que recientemente habían tenido que invertir en sus talleres para pasar las revisiones necesarias para mantener sus contratos.
“Los proveedores invirtieron en mejorar sus espacios debido a que estaban regulados por las autoridades en los que debían demostrar la cantidad de máquinas disponibles”, señaló David Rodríguez, del sindicato Bases Magisteriales.
1,500 familias aproximadamente dependen de estos contratos con el Gobierno.
“Esta situación nos está preocupando a ambos gremios (proveedores de uniformes y zapatos) no se nos da una explicación del porque dicha desiciones, si nosotros como gremio les hemos cumplido en los tiempos establecidos y hemos aceptados todos los cambios que se han venido dando en dicho programa”, señaló la fuente consultada por este medio.
Según las denuncias recibidas en Bases Magisteriales hay proveedores en diferentes puntos del país a los que no se les ha cancelado lo acordado por sus servicios y presentan un retraso en el pago correspondiente a 2023 y el primer abono de 2024.
La organización sostiene que esta abrupta medida desestabilizara más la economía de los hogares debido a que muchos de esos proveedores locales trabajan a base de préstamos y la inversión ya está hecha.
“Que por lo menos los dejen que paguen lo que ellos deben y han invertido antes que el programa de reos entre; para nosotros es preocupante porque si llegando el sastre siempre hay problemas con las tallas, y los maestros no son expertos deben buscar una solución que no recargue más a los maestros”, agregó Rodríguez.
El anuncio fue hecho de forma sorpresiva el 5 de julio y posteriormente las autoridades no han brindado más detalles de cómo será implementado este mecanismo en 2025.
“Es una fuente de ingresos para los talleres de calzado y costura, era dinero que iba directamente a nosotros y pues simplemente sabemos por una cadena que ellos por ahorrar dinero quieren que los privados de libertad se hagan cargo de la situación, lo vemos injusto y totalmente erróneo para la economía de muchos trabajadores”, agregó la fuente quién señala que su caso toda la familia está empleada en estas actividades, al no tener esta demanda deben empezar a buscar otras alternativas.
Bases Magisteriales señaló que en los últimos días han recibido una gran cantidad de llamadas relacionadas “hay una incertidumbre entre los proveedores de zapatos porque les hicieron sacar solvencias para este año, en el caso de los sastres no saben si van a entregar el segundo uniforme”.
Según lo expuesto por el sindicato no solo es el miedo a perder los contratos sino que los proveedores también tienen temor de recibir represalias gubernamentales al ir a expresar el impacto económico que van a sufrir.
A finales de enero de este año, El Diario de Hoy confirmó con un grupo de proveedores de uniformes en Usulután quienes habían tenido problemas en el pago de 2023 tras la denuncia comenzaron a llamarles para gestionar su proceso.
Demandas incumplidas
“Nuestro único enemigo son las demandas que no han sido cumplidas al sector”, señaló el representante de Bases Magisteriales a través de un programa de entrevista matutino.
“En educación hay una deuda, compañeros que no quieren manifestarlo por miedo a que les llamen la atención, ya hemos tenido en algunos municipios compañeros que les han llamado la atención por el hecho que padres se organicen” presuntamente para pedir se solventen las necesidades de los centros escolares.
En promedio los centros escolares deben trabajar anualmente con un presupuesto de $1,500 para gastos operativos y los servicios básicos, para cubrir con las necesidades algunas escuelas habían solicitado directamente a las alcaldías de su localidad el pago del servicio de energía eléctrica, pero tras la reorganización esto se ha visto afectado.
“Algunas alcaldías pagaban estos recibos de energía y han comunicado que ya no pueden hacerlo porque está el programa Mi Nueva Escuela”, señaló Rodríguez.
Desempeño escolar
“Los resultados educativos dependen del nivel de inversión que se hace, sigue habiendo una deuda en el sistema esto es fruto de un problema que se trae de la falta de atención que se tiene en el sector”, afirmó Rodríguez sobre el bajo desempeño que obtienen los alumnos en las pruebas nacionales.
Pero también sostiene la flexibilidad que ha habido en educación en la que permite que un niño falte 60 días de los 200 de clase y aunque tenga un bajo puntaje será aprobado al grado inmediato superior ha generado una pérdida de interés por parte de los estudiantes.
“Atender dos hijos en la casa ya cuesta, atender 40 estudiantes con diferentes capacidades no es fácil estuvimos sometidos por años a una cuestión de violencia en las comunidades, eso ha arrastrado y que ha generado problemas de salud en los docentes”, concluyó Rodríguez.