The Salvadoran Student Force (FES), part of the Popular Rebellion Block (BRP), demanded the full return of university life and classrooms that were taken by the government under promises of being returned and adapted for university study.
In addition, they demand payment of the debt and an end to budget cuts that have affected the Ministry of Education and higher education, undermining university autonomy. All these requests are made in the context of the 49th anniversary of the student massacre on July 30, 1975, said Andrea Hernandez, a member of FES.
Currently, at least three faculties are unfit for in-person education, as classrooms are being used as storage rooms or are empty.
The social sciences building is abandoned, with only one office functioning, and the three classrooms and study hall have structural damage.
Some Humanities classrooms known as “H classrooms” are being used as storage rooms. They are without windows, some roofs with holes, and desks, tables, and computer equipment are collecting dust, university students point out.
On the other hand, buildings like the journalism and arts building, which were used by the Government and adapted as dormitories, have not been returned either, and although the conditions seem suitable for receiving classes, the classrooms remain closed.
Marisela Ramirez, a member of the BRP, called on students to gather next Tuesday, July 30, in front of the Minerva entrance to commemorate the university struggle.
With this march, they seek to denounce all the problems that the UES has as a result of the policies implemented by the current government.
Fuerza Estudiantil exige la entrega de aulas y el presupuesto de la UES en el marco de la de masacre del 30 de julio
La Fuerza Estudiantil Salvadoreña (FES), integrante del Bloque de Rebeldía Popular (BRP), exigió el regreso pleno de la vida universitaria, y de las aulas que fueron tomadas por el gobierno bajo las promesas de ser devueltas y adecuadas para el estudio universitario.
Además, exigen el pago de la deuda, y un alto a los recortes presupuestarios que ha sufrido el Ministerio de Educación y la educación superior, atentando contra la autonomía universitaria. Todas estas peticiones las hacen en el marco del 49 aniversario de la masacre de estudiantes del 30 de julio de 1975, dijo Andrea Hernández, miembro de FES.
Actualmente, al menos tres facultades se encuentran inhabilitadas para la educación presencial, ya que las aulas están siendo utilizadas como bodegas o están vacías.
El edificio de ciencias sociales se encuentra abandonado, únicamente funciona una oficina, y las tres aulas así como el salón de estudios poseen daños estructurales.
Unos salones de Humanidades conocidos como “aulas H” están siendo utilizadas como bodegas. Están sin ventanas, algunos techos con agujeros y los pupitres, mesas y equipo informático están acumulando polvo, señalan alumnos de la universidad.
Por otra parte, edificios como el de periodismo y letras, que fueron utilizados por el Gobierno y adecuados como dormitorios tampoco han sido devueltos, y pese a que las condiciones parecen idóneas para recibir clases los salones se mantienen cerrados.
Marisela Ramírez, integrante del BRP, hizo un llamado a los estudiantes a congregarse el próximo martes 30 de julio frente a la entrada de la Minerva para conmemorar la lucha universitaria.
Con esta marcha buscan denunciar todos los males que la UES tiene producto de las políticas implementadas por el actual gobierno.