For Jesuit priest José María Tojeira, most Salvadorans live in vulnerable areas. He recalled the UNDP report stating that 95% of the Salvadoran population is exposed to risk levels.
Although disaster and vulnerability affect almost the entire country, the recent rains have shown vulnerability in roads and bridges, says Father Tojeira, which also puts food security and sovereignty at risk.
In response, he suggests a plan to combat vulnerability. An important action would be to ensure schools are safe for all children.
The priest also mentioned that the Municipal Public Works Department (DOM), an organization now in charge of works that should have been carried out by the municipalities, donated assets to the El Salvador Construction Company. However, he lamented that this company enjoys confidentiality, as the owners are unknown and the location of their headquarters is undisclosed.
The priest believes that if it is a common good, there should not be any withholding of information, as, in his opinion, transparency and access to information are basic rights of democratic functioning.
Padre Tojeira sugiere un plan de lucha contra la vulnerabilidad climática
Para el sacerdote jesuita, José María Tojeira, los salvadoreños viven en su mayoría en zonas vulnerables. Recordó el informe del PNUD que afirma que el 95% de la población salvadoreña está expuesta a niveles de riesgo.
Aunque el desastre y la vulnerabilidad toca casi a todo el país, las lluvias de los últimos días han mostrado la vulnerabilidad en carreteras y puentes, dice el padre Tojeira, lo que también pone en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria.
Ante ello sugiere un plan de lucha contra la vulnerabilidad. Una acción importante sería que las escuelas fueran seguras para todos los niños.
El sacerdote recordó que la Dirección de Obras Municipales, DOM, entidad que ahora se encarga de las obras que debían realizar las alcaldías, donó bienes a la Constructora El Salvador. Sin embargo, lamentó que esa sociedad goce de confidencialidad, ya que no se sabe quienes son los dueños ni dónde está su sede.
El sacerdote considera que si es un bien común no debería haber reserva de información, pues, a su juicio, la transparencia y acceso a información son derechos básicos de funcionamiento democartico.