Despite the emergency due to heavy rains and the red alert, staying home is not an option for some Salvadorans. Necessity and hunger are what motivate these people to go out on the streets to earn their daily bread.
In the Historic Center of San Salvador, we found Roberto García, a young umbrella vendor. He knows that the country is on red alert and that the San Salvador City Hall prohibits him from selling his products, as a street vendor, in that area.
However, García points out that he must do it: “I have no choice, I have to feed my family,” says the young man. There is no rain that forces him to stay home.
García acknowledges that selling umbrellas at this time is a good business due to the forecast from the Ministry of the Environment, which indicates the presence of temporary rains.
Lorena Méndez is another merchant who sells raincoats. “We always have to go out and hustle,” adds Lorena, as she has a family to feed.
Roberto and Lorena defy the rains and the municipal order out of necessity. They urge the authorities to allow them to sell, as going out to “hustle” in the midst of an emergency reflects the needs that some Salvadorans have to get ahead.
Roberto y Lorena, dos vendedores que desafían las lluvias y la orden municipal para alimentar a sus familias
A pesar de la emergencia por lluvias y la alerta roja, para algunos salvadoreños quedarse en casa no es una opción. La necesidad y el hambre son lo que motiva a estas personas a salir a las calles para ganarse el pan de cada día.
En el Centro Histórico de San Salvador encontramos a Roberto García, un joven vendedor de paraguas. Él sabe que el país está en alerta roja y que la Alcaldía de San Salvador le prohíbe vender, de manera ambulante, sus productos en esa zona.
Sin embargo, García señala que debe hacerlo: “No tengo opción, debo alimentar a mi familia”, dice el joven. No hay lluvia que lo obligue a quedarse en casa.
García reconoce que vender paraguas en esta época es un buen negocio debido al pronóstico del Ministerio de Medio Ambiente que indica la presencia de lluvias temporales.
Lorena Méndez es otra comerciante que vende capas para lluvia. “Siempre debemos salir a rebuscarnos”, agrega Lorena, pues tiene una familia que alimentar.
Roberto y Lorena desafían las lluvias y la orden municipal por necesidad. Exhortan a las autoridades a permitirles vender, pues salir a “rebuscarse” en plena emergencia refleja las necesidades que algunos salvadoreños tienen para salir adelante.