No one knew better than Bukele about the violation of the Constitution until June 1st (1J) of 2024 and his plan for the upcoming days. He also knew – through his Venezuelan advisers more than through the Foreign Minister – that he was being snubbed by democratic countries’ governments between ceremony and political recognition.
Bukele knew that of the “at least” 11 heads of state and government who publicized their attendance, only half were present on 1-J in San Salvador, and that Felipe VI did not make a difference since the Spanish crown mistakenly supported Juan Orlando Hernández (JOH) in 2018. JOH also thought he could deceive everyone after removing Supreme Court justices so that their loyal replacements would invent a forbidden reelection endorsement in the Honduran Constitution. The Inter-American Commission on Human Rights (CIDH) has sided with the unlawfully removed magistrates, while JOH, guilty of drug trafficking, is imprisoned in the U.S.
Therefore, Nayib Bukele rushed in his speech to lie: “I want to emphasize that the highest number of delegations this country has ever had in its history have come. And that this Government that begins today has been recognized by one hundred percent of the countries in the world. All the world’s governments recognize this Government, despite what some opponents may say.”
Bukele sought to dilute the image of the Peace Agreements signed in Chapultepec Castle on 01/16/1992, internationally supported even by the emerging democratic Russia after the end of the Soviet Union. Although Mauricio Funes poorly repaid the country (his corruption and moral collapse paved the way for the current tragedy), his 2009 investiture enjoyed broad global recognition due to the symbolism of alternation.
Bukele believes he will continue to deceive “both sides” by betting they won’t react while he significantly and illegitimately changes the Constitution along with his Nuevas Ideas lawmakers. The former president is convinced that 1J eclipsed the illegality and illegitimacy rooted in the military takeover of the Legislative Assembly on 02/09/2020 and his re-election proclamation on 09/15/2021.
Tiro and Troya were powerful city-states in the Mediterranean Sea a thousand years before Christ. Their names are often used in political science and international relations as a metaphor for irreconcilable factions. Bukele thought he would catch everyone with the same net, from a U.S. delegation not led by Vice President Harris or the Secretary of State, to a disguised Chinese Communist Party member presenting as a tourism minister, and even the son of convicted criminal Donald Trump, who faces legal proceedings alongside his father. The explosive presence of a special envoy from dictator Putin prompted former Vice President Félix Ulloa, another usurper, to arrive in Russia on June 4th for the St. Petersburg Economic Forum as Bukele’s official representative. The circle closed.
Guatemala’s Foreign Minister, announcing that President Bernardo Arévalo would not attend 1J in El Salvador, drew a not-so-thin line, stating: “I am going directly to the handover ceremony. And it is a usual ceremony like in other countries.” A significant statement, as President Arévalo subsequently told the UN in New York during his troubled inauguration in January: “Today, we live in a democracy in Guatemala thanks to the support of the international community.”
Bukele knows that the “Yes” of those present on 1J – even with political recognition – weighs much less than the “No” of the majority of absent heads of state and government from North, Central and South America, the European Union, the UN Secretary-General, and especially Dr. Luis Almagro from the OAS, whom Bukele canceled the CICIES after learning of a corruption investigation involving him. Bukele also knows that the Argentine press questioned Milei about his visit to El Salvador and the consistency with libertarian ideals he preaches versus Bukele’s dismantling of democracy and human rights abuses, comparing him to Nicolás Maduro and Daniel Ortega. Unrestricted respect for human rights is a historic matter of dignity in yesterday’s and today’s Argentina.
But Bukele’s real concern is not that he appears to have bought time, but that the U.S. has done so while awaiting the conclusion of trials against Salvadoran gang leaders in New York and New Jersey. As demonstrated with Trump and JOH, no one in the U.S. is truly above the law, neither national nor foreign former presidents.
Ph.D. in International Relations
EDH: https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/toma-de-posesion-nayib-bukele-/1147223/2024/
1J: ¿Cuándo un sí es un no?
Nadie como él sabía la transgresión de la Constitución ejecutada hasta el 1 de junio(1J) de 2024 y su proyecto para los próximos días. Sabía igualmente -por sus asesores venezolanos más que por la Ministra de Relaciones Exteriores- que estaba siendo ninguneado por los gobiernos de países democráticos entre el ceremonial y el reconocimiento político.
Bukele sabía que de los “al menos” 11 jefes de Estado y de Gobierno que publicitaron apenas la mitad estaba presente el 1-J en San Salvador y que Felipe VI no hacía la diferencia pues la corona española equívocamente estuvo el 2018 con Juan Orlando Hernández (JOH) quien también creyó que le tomaba el pelo a todos tras separar magistrados de la Corte Suprema de Justicia para que sus leales reemplazantes se inventaran un aval de reelección prohibida por la Constitución de Honduras. A los magistrados ilegalmente destituidos la CIDH les ha dado la razón mientras JOH-culpable de narcotráfico-guarda prisión en EE. UU.
Por ello, Nayib Bukele se apresuró en su discurso para mentir: “Quiero recalcar que ha venido el mayor número de delegaciones que ha tenido este país en su historia. Y que este Gobierno que inicia este día ha sido reconocido por el cien por ciento de los países del mundo. Todos los Gobiernos del mundo reconocen este Gobierno, a pesar de lo que digan algunos opositores”.
Bukele buscó diluir la imagen de los Acuerdos de Paz firmados en el Castillo de Chapultepec el 16/01/1992, apoyados internacionalmente hasta por la naciente Rusia democrática tras el final de la Unión Soviética. Aunque mal pagó al país Mauricio Funes (pues con su corrupción y colapso moral pavimentó la tragedia actual), pero su investidura el 2009 dado el simbolismo de alternabilidad gozó de un amplio reconocimiento mundial.
Bukele cree que seguirá engañando a “tirios y troyanos” apostando a que no reaccionarán mientras cambia sustancial y espuriamente la Constitución junto a sus diputados de Nuevas Ideas. El expresidente está convencido de que el 1J eclipsó su ilegalidad e ilegitimidad que hunden sus raíces en la toma militar de la Asamblea Legislativa del 09/02/2020 y su proclama de reelección del 15/09/2021.
Tiro y Troya fueron ciudades-Estado poderosas en aquel Mar Mediterráneo de mil años antes de Cristo. Sus gentilicios constituyen una figura que utilizamos con frecuencia en las Ciencias Políticas y las Relaciones Internacionales para describir posiciones y actores irreconciliables. A todos Bukele creyó pescar con la misma atarraya pues estaban presentes desde una delegación de EE. UU. no encabezada por la Vicepresidenta Harris ni el Secretario de Estado pasando por el temible miembro del Partido Comunista de China (exjefe de información pública) camuflajeado de ministro de turismo hasta el junior del criminal convicto Donald Trump quien junto a su progenitor enfrenta procesos judiciales. Como era explosiva la presencia de un enviado especial del dictador Putin, sin pérdida de tiempo, el exvicepresidente Félix Ulloa-no menos usurpador-arribó el 4 de junio a Rusia al Foro Económico de San Petersburgo en representación oficial de Bukele. El círculo cerrado.
El Canciller de Guatemala al anunciar que el presidente Bernardo Arévalo no iría al 1J en El Salvador marcó la línea-no tan delgada-al ser él el titular: “Voy directamente a la transmisión de mando. Y es una ceremonia usual como en otros países”. Una expresión significativa pues a renglón seguido ante la ONU en Nueva York el presidente Arévalo al recordar su atribulada investidura de enero pasado afirmó: “Vivimos hoy en Guatemala en democracia gracias al apoyo de la comunidad internacional”.
Bukele sabe que el “Sí” de los presentes el 1J-aún bajo el reconocimiento político-pesa mucho menos que el “No” de la mayoría ausente de los Jefes de Estado y de Gobierno de Norte, Centro y Suramérica y Unión Europea, así como la ausencia de los secretarios generales de la ONU y en particular la del Dr. Luis Almagro, de la OEA, a quien Bukele -al saberse investigado por corrupción- le canceló la CICIES. También Bukele sabe que la prensa argentina cuestionó a Milei a qué fue a El Salvador y por la coherencia con los ideales libertarios que pregona versus el Bukele que desmantela la democracia y vulnera los derechos humanos, emparejándolo con Nicolás Maduro y Daniel Ortega. El respeto irrestricto a los derechos humanos constituye un asunto histórico de dignidad en la Argentina de ayer y hoy.
Pero lo que en verdad preocupa a Bukele no es que él parezca haber ganado tiempo, sino que lo haya hecho EE. UU. a la espera de la conclusión de los juicios contra líderes pandilleros salvadoreños en New York y New Jersey, pues como ha quedado demostrado con Trump y JOH sí que nadie en verdad en EE. UU. está por encima de la ley, ni expresidentes nacionales ni extranjeros.
Doctor en relaciones internacionales
EDH: https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/toma-de-posesion-nayib-bukele-/1147223/2024/