In summary:
- Expert lawyers indicate that a Legislative Assembly cannot self-proclaim itself as Constituent.
- A Constituent Assembly has the power to create or amend a constitution.
- Official documents contradict Ulloa’s version.
Elected Vice President, Félix Ulloa, claimed in an opinion article published in Diario El Salvador that the 1982 Legislative Assembly “self-declared” itself as Constituent, but this statement falls into the False category because, in an election that same year, citizens voted for the 60 lawmakers who drafted the Magna Carta.
“There was a strong resistance from the ‘statu quo’ to any attempt to change its Constitution, which had been proclaimed in 1983 by a Legislative Assembly elected in 1982 and which self-declared itself as Constituent Assembly”, wrote Ulloa in the official newspaper.
But documents and historical facts contradict this version. In the legislative election called by the Central Election Council in March 1982, the population voted to elect representatives of the Constituent Assembly, which had the authorization to draft a new Constitution.
“On Sunday, March 28, 1982, elections were held for a Constituent Assembly, convened by the Revolutionary Government Board (in power since October 15, 1979). The call established two missions for the future Assembly: (1) to elect a provisional President who would replace the aforementioned Revolutionary Government Board and (2) to decree a new Constitution,” states an informative bulletin of a 2020 University Chair Program of the Supreme Court of Justice.
Salvadorans elected, in those elections, the members of the Constituent Assembly, which was composed of 24 parliamentarians from the Christian Democratic Party (PDC), 19 from the Nationalist Republican Alliance (ARENA), 14 from the National Conciliation Party (PCN), and 3 from Democratic Action (AD).
“On March 28, 1982, with an unprecedented turnout of citizens in our electoral history, the result was the installation of this Constituent Assembly on April 22 of the same year, having determined with a patriotic spirit, to take on the legislative function, in addition to the constituent function for which it was primarily elected,” reported the Constitution Project Study Commission to the assembly on July 22, 1983.
Constitutional lawyer, Enrique Anaya, told Infodemia that Ulloa’s statements are “false,” both factually and legally. “They are not consistent with historical and normative reality.”
“Ulloa’s allegations seek to place, both in the public imagination and especially in the diplomatic community, two big lies: it is false that a Legislative Assembly can ‘self-declare’ itself as a Constituent Assembly and that a Legislative Assembly can reform petrified or intangible norms of the Constitution,” said Anaya.
A new constitution
To draft the new constitution, legislators adopted the 1962 Constitution as a basis, in addition to consulting the opinions of guilds, professionals, technicians in various fields, political parties, government entities, and citizens.
They also requested, as indicated in the Preamble of the 1983 Constitution, the collaboration of institutions, entities, and legal specialists to know their opinion on various aspects related to the subject.
The constitutions of all Latin American countries, Spain, and European nations were consulted, as well as compendiums and treatises on Constitutional Law and other legal and philosophical disciplines.
According to the definition of the Pan-Hispanic Dictionary of Legal Spanish, a Constituent Assembly “is a legislative body, elected or convened, which is integrated for the purpose of establishing the political constitution of a State or providing some constitutional reform.”
The Constituent Assembly approved the new Constitution on December 15, 1983, which was published on December 16 of the same year. Following its promulgation, all members became part of a Legislative Assembly, and their functions ended on April 30, 1985.
In the column, Ulloa argues that after the Peace Agreements in 1992, a group of lawyers attempted to reform the Constitution, but they found no support.
Es falso que Asamblea Legislativa de 1982 se autoproclamó como Constituyente como afirmó Félix Ulloa
En resumen:
- Abogados expertos indican que una Asamblea Legislativa no puede autoproclamarse como Constituyente.
- Una Asamblea Constituyente tiene la facultad para crear o reformar una Carta Magna.
- Documentos oficiales desmienten la versión de Ulloa.
El vicepresidente electo, Félix Ulloa, afirmó en un artículo de opinión publicado en Diario El Salvador que la Asamblea Legislativa de 1982 se “autodeclaró” como Constituyente, pero esta afirmación entra en la categoría de Falso, porque en una elección de ese mismo año, los ciudadanos votaron por los 60 diputados que elaboraron la Carta Magna.
“Hubo una férrea resistencia del «statu quo» frente a cualquier intento de cambios a su Constitución, la cual había sido proclamada en 1983 por una Asamblea Legislativa electa en 1982 y que se autodeclaró Asamblea Constituyente”, escribió Ulloa en el rotativo oficialista.
Pero documentos y hechos históricos contradicen esta versión. En la elección legislativa convocada por el Consejo Central de Elecciones en marzo de 1982, la población emitió el sufragio para elegir a los representantes de la Asamblea Constituyente por lo que tenía la autorización para elaborar una nueva Constitución.
“El domingo 28 de marzo de 1982 se celebraron elecciones para una Asamblea Constituyente, convocadas por la Junta Revolucionaria de Gobierno (en el poder desde el 15 de octubre de 1979). La convocatoria establecía dos misiones para la futura Asamblea: (1) elegir un Presidente provisional que sustituiría a la citada Junta Revolucionaria de Gobierno y (2) decretar una nueva Constitución”, indica un boletín informativo de un Programa Cátedra Universitaria de la Corte Suprema de Justicia de 2020.
Los salvadoreños eligieron en esos comicios a los integrantes de la Asamblea Constituyente, que quedó integrada por 24 parlamentarios del Partido Demócrata Cristiano (PDC), 19 de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), 14 del Partido de Conciliación Nacional (PCN) y 3 de Acción Demócratica (AD).
“El 28 de marzo de 1982, con una concurrencia de ciudadanos sin precedencia en nuestra historia eleccionaria, dio como resultado la instalación de esta Asamblea Constituyente el día 22 de abril del mismo año, habiendo determinado con espíritu patriótico, asumir además de la función constituyente, para la que primordialmente fue electa, la legislativa”, informó la Comisión de Estudio del Proyecto de Constitución informó al pleno el 22 de julio de 1983.
El abogado constitucionalista, Enrique Anaya, dijo a Infodemia que las declaraciones de Ulloa son “falsas”, tanto fáctica como jurídicamente. “No son coherentes con la realidad histórica y normativa”.
“Las alegaciones de Ulloa buscan colocar, tanto en el imaginario público, pero sobre todo ante la comunidad diplomática, dos grandes mentiras: es falso que una Asamblea Legislativa puede ‘autodeclararse’ Asamblea Constituyente y que una Asamblea Legislativa puede reformar normas pétreas o intangibles de la Constitución”, declaró Anaya.
Una nueva constitución
Para elaborar la nueva Carta Magna, los legisladores adoptaron como documento base la Constitución de 1962, además de conocer las opiniones de sectores gremiales, profesionales, técnicos en diversas ramas, partidos políticos, entidades gubernamentales y ciudadanos.
También solicitaron, según indica la Exposición de Motivos de la Constitución de 1983, la colaboración de instituciones, entidades y especialistas en derecho para conocer su parecer sobre diversos aspectos relacionados con la materia.
Las Constituciones de todos los países de América Latina, de España y naciones europeas fueron consultadas, así como también compendios y tratados sobre Derecho Constitucional y otras disciplinas jurídicas y filosóficas.
Según la definición del Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, una Asamblea Constituyente “es un cuerpo legislativo, elegido o convocado que se integra con el fin de establecer la constitución política de un Estado o disponer alguna reforma constitucional”.
El Pleno Constituyente aprobó la nueva Carta Magna el 15 de diciembre de 1983, la cual fue publicada el 16 de diciembre del mismo año. Tras su promulgación, todos los miembros pasaron a conformar una Asamblea Legislativa y sus funciones finalizaron el 30 de abril de 1985.
En la columna, Ulloa sostiene que después de los Acuerdos de Paz, en 1992, hubo un intento de un grupo de abogados por reformar la Constitución, sin embargo, no encontraron eco.