Salvadoran civil society calls on the international community to join them in their fight for democracy, as on June 1st in El Salvador, Nayib Bukele will take possession of the Presidency of the Republic through an unconstitutional re-election, who has had a cabinet with officials accused of corruption in his 2019-2024 administration.
In a statement signed by the “Civil Society” of the country on social media, distributed among others by the specialist in International Relations, Napoleón Campos, the international community is asked to become aware that it is legally and politically inconsistent to recognize and support in El Salvador those who violate the Constitution and those who undermine the freedoms and guarantees enshrined in the Magna Carta.
“The time has come not to abandon Salvadoran women and men who defend democracy and the rule of law in El Salvador, and from abroad where they reside. It is not the time to send misleading messages, which will inevitably be used by Bukele as a signal of legitimation and support for his administration. The international community must speak loudly in defense of democracy and human rights in Central America, or we will regret this for a long time,” the document states.
Likewise, they recognize that it would be inconsistent to support the measures of those who fail to fulfill their international commitments contained in treaties and agreements, since this government has omitted the ratification of the Inter-American and International Convention against Enforced Disappearances of Persons.
“The costs of legitimizing and supporting an unconstitutional president with growing accusations in matters related to violations of democracy, human rights, corruption, and negotiation with organized crime, are high for the present and future of El Salvador,” warns Salvadoran civil society.
Moreover, they elaborate that the international community already knows of the costs they refer to from other dictatorships in countries such as Venezuela and Nicaragua: “It would be outrageous for the international community to now appear to legitimize with its presence at the highest level the inauguration of a new presidential term for Bukele on June 1st, marked by unconstitutionality, illegitimacy, and illegality.”
The dismantling of democracy and legal insecurity due to unconstitutional re-election, they recall, has been accompanied by irresponsible management of the economy and public finances.
“El Salvador is not only the Central American country that receives the least investment, but it receives less and less each year, resulting in fewer jobs, more hunger, and precariousness in Salvadoran homes. The option for the poor and the middle class is to emigrate,” mourns the group from the country’s citizenship.
“If the international community allows a dictatorship to be installed in El Salvador, then it must prepare for a larger exodus of Salvadorans,” they warn.
In response, the expert in International Relations, regional integration and migrations, Napoleón Campos, described the Salvadoran civil society’s statement as valuable, brave, and historical.
A country without checks and balances
In El Salvador, the checks and balances inherent in a democracy and the rule of law have disappeared, as Bukele’s government “captured” the rest of the public institutions that today obey his interests in perpetuating his power, they warn in the statement.
“Bukele harasses, intimidates, extorts, expels, and imprisons opposition politicians, members of political parties, journalists and editors of media outlets, human rights defenders, trade unionists, members of civil society organizations, and businessmen,” they warn the international community.
Many of those who warn of persecution and intimidation are already exiled in Spain, Mexico, Costa Rica, the United States, Canada, and other countries.
“The mirage of popularity and supposed successes in security matters of Bukele is not very different from those presumed by past dictatorships in El Salvador and Latin America, or from those presumed by many current dictatorships,” cautions civil society.
Bukele fools the international community
For Salvadoran civil society, Nayib Bukele “fools” the international community with his foreign policy decisions. Bukele is described as someone who does not respect domestic law and therefore “is incapable of respecting International Law.”
They support this claim by mentioning that Bukele’s government did not condemn Russia when the UN General Assembly and the full Organization of American States (OAS) voted to reject the violation of Ukraine’s territorial sovereignty and the execution of war crimes perpetrated by Russian President Vladimir Putin, for which he is wanted by the International Criminal Court.
“Bukele also fools them with his increasingly close ties to China. The ambassador in San Salvador publicly accepted this month that military cooperation has already begun with Bukele, while NATO itself asserts that China is ‘the main country’ making it possible for Russia to maintain its aggression against Ukraine by providing ‘critical components’ for the renewal of Putin’s military arsenal,” they pointed out.
Sociedad civil: “Bukele no respeta el derecho internacional”
La sociedad civil salvadoreña llama a la comunidad internacional a acompañarle en su lucha por la democracia, en aras de que el 1 de junio en El Salvador tomará posesión de la Presidencia de la República, Nayib Bukele, a través de una reelección inconstitucional, quien ha tenido un gabinete con funcionarios señalados por corrupción en su gestión 2019-2024.
En un comunicado firmado por “la Sociedad Civil” del país en redes sociales, distribuido entre otros por el especialista en Relaciones Internacionales, Napoleón Campos, se pide a la comunidad internacional que tome conciencia que es incoherente jurídica y políticamente reconocer y apoyar en El Salvador a los transgresores de la Constitución y a quienes vulneran las libertades y garantías consagradas en la Carta Magna.
“No es momento de dejar solos a las salvadoreñas y salvadoreños que defienden la democracia y el estado de derecho en El Salvador y desde el exterior donde residen. No es momento de enviar mensajes equivocados, que serán inevitablemente utilizados por Bukele como señal de legitimación y respaldo a su gestión. La comunidad internacional debe hablar fuerte en defensa de la democracia y los derechos humanos en Centroamérica, o nos lamentaremos por mucho tiempo”, reza el documento.
Asimismo, reconocen que sería incoherente respaldar las medidas de quienes incumplen sus compromisos internacionales contenidos en tratados y convenios, ya que este gobierno ha omitido la ratificación de la Convención Interamericana e Internacional contra las Desapariciones Forzadas de Personas.
“Los costos de legitimar y respaldar a un presidente inconstitucional y con crecientes señalamientos en materia de violaciones a la democracia y los derechos humanos, corrupción y negociación con crimen organizado, son altos para el presente y el futuro de El Salvador”, advierte la sociedad civil salvadoreña.
Además, amplían en que ya la comunidad internacional conoce de los costos a los que se refieren por otros países en dictadura, como Venezuela y Nicaragua: “Sería un despropósito que la comunidad internacional parezca ahora legitimar con su presencia al más alto nivel el próximo 1 de junio la inauguración de un nuevo periodo presidencial de Bukele marcado por la inconstitucionalidad, la ilegitimidad y la ilegalidad”.
El desmantelamiento de la democracia y la inseguridad jurídica por la reelección inconstitucional, recuerdan que han sido acompañados por un manejo irresponsable de la economía y las finanzas públicas.
“El Salvador no sólo es el país centroamericano que menos inversión recibe, sino que cada año recibe menos, trayendo como consecuencia menos empleos y más hambre y precariedad en los hogares salvadoreños. La opción del pobre y de la clase media es emigrar”, lamenta el grupo desde la ciudadanía del país.
“Si la comunidad internacional permite que se instale una dictadura en El Salvador, debe entonces prepararse para un mayor éxodo de salvadoreños”, advierten.
Ante esto, el experto en Relaciones Internacionales, integración regional y migraciones, Napoleón Campos, calificó como valioso, valiente e histórico el comunicado de la sociedad civil salvadoreña.
Un país sin pesos ni contrapesos
En El Salvador desaparecieron los contrapesos propios de una democracia y del Estado de Derecho, ya que el gobierno de Bukele “capturó” el resto de las instituciones públicas que hoy obedecen sus intereses de perpetuación en el poder, advierten en el comunicado.
“Bukele acosa, intimida, extorsiona, expulsa y encarcela, a políticos de oposición, a militantes de partidos políticos, periodistas y editores de medios de comunicación, defensores de derechos humanos, sindicalistas, miembros de organizaciones de la sociedad civil y empresarios”, advierten a la comunidad internacional.
Muchos de quienes advierten persecución y amedrentación ya están exiliados en España, México, Costa Rica, Estados Unidos, Canadá y otros países.
“El espejismo de la popularidad y supuestos éxitos en materia de seguridad de Bukele no son muy distintos a los que han presumido dictaduras del pasado en El Salvador y América Latina, ni de los que presumen muchas dictaduras actuales”, previene la sociedad civil.
Bukele le toma el pelo a la comunidad internacional
Para la sociedad civil salvadoreña, Nayib Bukele “toma del pelo” en sus decisiones de política exterior a la comunidad internacional. A Bukele lo catalogan como alguien que no respeta el derecho interno y por lo tanto, “es incapaz de respetar el Derecho Internacional”.
Lo anterior lo sustentan en tanto a que el gobierno de Bukele no condenó a Rusia cuando la Asamblea General de la ONU y el pleno de la Organización de los Estados Americanos (OEA) votaron para rechazar la violación de la soberanía territorial de Ucrania y la ejecución de crímenes de guerra perpetrados por el presidente ruso, Vladimir Putin, y por los cuales es requerido por la Corte Penal Internacional.
“También Bukele les toma el pelo con sus cada vez más estrechos vínculos con China. El propio embajador en San Salvador aceptó públicamente este mes que la cooperación militar ya inició con Bukele, mientras la misma OTAN asegura que China es ‘el principal país’ que hace posible que Rusia mantenga su agresión contra Ucrania al proporcionar ‘componentes críticos’ para la renovación del arsenal militar de Putin”, señalaron.