Before his capture, Luis suffered from depression and was undergoing psychological therapy with medication. In addition, he had colon complications and was diagnosed with chronic sinusitis. According to a medical report, issued on May 5, 2023, Luis Miguel suffers from “Major Depressive Disorder, moderate current episode”, for which he was prescribed outpatient pharmacological treatment.

On November 13, 2023, his mother, María Dora de Reyes, received a call from the Izalco Penal Center informing her that her son was in a delicate state of health, which caused her much concern and anguish.

After that, he made a request to the Attorney General’s Office (FGR) and the Human Rights Ombudsman’s Office (PDDH) so that they could perform a medical check-up on Luis Miguel through the Institute of Legal Medicine (IML), but so far they have had no response.

Like Luis Miguel, there are many cases where prisoners have medical conditions, some of them chronic, and their families and lawyers denounce that they do not receive adequate treatment. Even in several of these cases, the penitentiary centers do not allow access to the IML for inspection.

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Luis se ganaba la vida como vendedor, hasta que fue capturado por el régimen. Hoy sufre epilepsia

Antes de su captura Luis padecía de depresión y estaba en terapias psicológicas con medicación. Además, tenía complicaciones del colon y fue diagnosticado con sinusitis crónica. Según un informe médico, extendido el 5 de mayo de 2023, Luis Miguel padece de “Trastorno Depresivo Mayor, episodio actual moderado”, por lo que se le prescribió tratamiento farmacológico ambulatorio.

El 13 de noviembre de 2023, su madre, María Dora de Reyes, recibió una llamada del Centro Penal de Izalco informándole que su hijo estaba en delicado estado de salud, lo que le causó mucha preocupación y angustia.

Después de eso, hizo una solicitud a la Fiscalía General de la República (FGR) y a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) para que puedan realizar un chequeo médico a Luis Miguel a través del Instituto de Medicina Legal (IML), pero hasta el momento no han tenido respuesta.

Al igual que Luis Miguel, hay muchos casos donde los privados de libertad tienen padecimientos médicos, algunos crónicos, y sus familiares y abogados denuncian que no reciben el tratamiento adecuado. Incluso, en varios de estos procesos los centros penitenciarios no permiten el ingreso al IML para su inspección.

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