In 1980, around 600 people of all ages were killed by Salvadoran soldiers in the Las Aradas community, on the banks of the Sumpul River, on the border with Honduras.
A Salvadoran human rights organization demanded “justice and reparation” on Tuesday (14.05.2024) for the 600 people massacred by the military on the banks of a river 44 years ago as they tried to escape the civil war.
On May 14, 1980, about 600 girls, boys, women, and elderly people were killed in the Las Aradas community, on the banks of the Sumpul River, on the border with Honduras, about 100 km north of San Salvador.
An investigation by the Truth Commission established by the United Nations (UN) concluded in 1993 that the military “deliberately killed” these “non-combatant” people who were trying to cross the river to seek refuge in Honduras.
The UN report also found that “the massacre was possible due to the cooperation of the Honduran Armed Forces, which prevented the passage of Salvadoran inhabitants” to the neighboring country. It also considered that “there was a cover-up of the events by the Salvadoran military authorities” and that this massacre constituted “a serious violation” of the norms of international humanitarian law.
More than four decades without justice
“44 years of impunity have passed in the Sumpul massacre, and there is a lack of willingness to apply justice and reparation measures,” Alejandro Díaz, a lawyer at the NGO Tutela Legal María Julia Hernández, which represents victims of the civil war (1980-1992), told AFP.
Tutela Legal – which denounced the massacre before the Justice system in 1992 – accuses members of the Army, the extinct National Guard, and the Nationalist Democratic Organization (ORDEN), a paramilitary group that collaborated with the Armed Forces in their fight against the leftist guerrillas, of these crimes.
Additionally, the organization blames the massacre on a group of officers led by then-Minister of Defense, General José Guillermo García, 90 years old, who also has an arrest warrant for the murder of four Dutch journalists in March 1982. To avoid going to prison for the case of the Dutch, García has been hospitalized in a private hospital for 21 months.
During García’s tenure, considered the most powerful military figure in the Armed Forces at the time, 41 massacres were committed, according to the human rights NGO Cristosal. While this NGO seeks justice, a group of retired generals stated in a declaration – on the occasion of the bicentennial of the Salvadoran Army, on May 7 – “that no military personnel should be judged, criticized or questioned for fulfilling the mission of defending El Salvador”.
Meanwhile, Miguel Montenegro, coordinator of the NGO Human Rights Commission, regretted that on May 13 a Congressional committee dominated by President Nayib Bukele’s party shelved a bill to punish those responsible for crimes during the civil war. “They want to continue protecting the perpetrators and not the victims,” Montenegro said. In turn, Cristosal stated that “it is time to act and open military archives, as well as approve justice and reparation laws”.
The Salvadoran civil war left more than 75,000 dead, thousands of people missing, and significant losses to the national economy.
DW: https://www.dw.com/es/tutela-legal-exige-justicia-por-masacre-en-el-río-sumpul/a-69081298
‘Tutela Legal’ exige justicia por masacre en el río Sumpul
En 1980, unas 600 personas de todas las edades fueron asesinadas por soldados de El Salvador en la comunidad Las Aradas, a orillas del río Sumpul, en la frontera con Honduras.
Una organización de derechos humanos de El Salvador pidió este martes (14.05.2024) “justicia y reparación” por las 600 personas masacradas por militares a orillas de un río hace 44 años mientras intentaban escapar de la guerra civil.
El 14 de mayo de 1980, unas 600 niñas, niños, mujeres y personas adulto-mayores fueron asesinadas en la comunidad Las Aradas, a orillas del río Sumpul, en la frontera con Honduras, a unos 100 km al norte de San Salvador.
Una investigación de la Comisión de la Verdad creada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) concluyó en 1993 que los militares “dieron muerte deliberadamente” a estas personas “no combatientes” que intentaban cruzar el río para refugiarse en Honduras.
El informe de la ONU estableció además que “la masacre fue posible por la cooperación de las Fuerzas Armadas hondureñas, que impidieron el paso de los pobladores salvadoreños” al vecino país. Asimismo, consideró que “hubo encubrimiento de los hechos por parte de las autoridades militares salvadoreñas” y que esta masacre constituyó “una seria violación” de las normas del derecho internacional humanitario.
Más de cuatro décadas sin justicia
“Se cumplen 44 años de impunidad en la masacre del Sumpul y hay falta de voluntad de aplicar medidas de justicia y reparación”, declaró a la agencia AFP el abogado Alejandro Díaz, de la ONG Tutela Legal María Julia Hernández, que defiende a víctimas de la guerra civil (1980-1992).
Tutela legal -que denunció la masacre ante la Justicia en 1992- acusa de estos crímenes a miembros del Ejército, de la extinta Guardia Nacional y de la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN), grupo paramilitar que colaboraba con la Fuerza Armada en su lucha contra la guerrilla izquierdista.
Además, culpa por la masacre a un grupo de oficiales encabezados por el entonces ministro de la Defensa, general José Guillermo García, de 90 años, sobre quien también pesa una orden de detención por el asesinato de cuatro periodistas holandeses en marzo de 1982. Para evitar ir a prisión por el caso de los holandeses, García permanece internado en un hospital privado desde hace 21 meses.
Durante la gestión de García, considerado el militar más poderoso de la Fuerza Armada en su momento, se cometieron 41 masacres, según la ONG de Derechos Humanos Cristosal. Mientras esta ONG busca justicia, una agrupación de generales retirados afirmó en una declaración -con motivo del bicentenario del Ejército salvadoreño, el 7 de mayo- “que ningún militar debería estar siendo juzgado, criticado o cuestionado por haber cumplido la misión de defender a El Salvador”.
Por su parte, el coordinador de la ONG Comisión de Derechos Humanos, Miguel Montenegro, lamentó que el 13 de mayo un comité del Congreso dominado por el partido del presidente Nayib Bukele archivara un proyecto de ley para castigar a los responsables de crímenes durante la guerra civil. “Quieren seguir protegiendo a los victimarios y no a las víctimas”, dijo Montenegro. En tanto, Cristosal aseguró que “es hora de actuar y abrir archivos militares, así como de aprobar leyes de justicia y reparación”.
La guerra civil salvadoreña dejó más de 75.000 muertes, miles de personas desaparecidas y cuantiosas pérdidas a la economía nacional.
DW: https://www.dw.com/es/tutela-legal-exige-justicia-por-masacre-en-el-río-sumpul/a-69081298