Neither the repurchase nor the issuance of debt have caused El Salvador’s country risk indicator to decrease; on the contrary, it is higher than the days when those financial transactions were made.
The country risk indicator, obtained from the Emerging Markets Bond Index (EMBI) prepared by JP Morgan, reflects the perception of bond investors; thus, the higher the indicator, the higher the risk perception.
El Salvador reached levels of up to 35.12% in July 2022, and managed to enter into a downward curve since early 2023, starting 2024 at 6.87%. When the government announced on April 8th that it would repurchase part of the debt from 2025, 2027, and 2029, the EMBI was around 6.14%; the Ministry of Finance had not yet said how much it would repurchase or from where it would obtain funds for this purpose.
A day later, it was announced that an international debt issuance would be carried out. Economists and investment banks had already warned that the market was still very expensive for El Salvador since the country risk remained high.
For comparison, the indicator for neighboring countries is 1.97 for Costa Rica, 2.06 for Guatemala, 3.63 for Honduras, and 2.63 for Panama.
For El Salvador, it would be expensive because, to the EMBI of 6.14, the yield on 10-year U.S. Treasury bonds would have to be added to calculate how much the markets would lend.
And so it was, El Salvador went to international markets to seek $1,000 million at a rate of 9.5%, but had to lower the price, so the implicit rate it paid was 12%. One of the highest in the market. After those transactions of debt issuance and repurchase, El Salvador’s EMBI went up again, and as of May 3rd, it was at 7.20%, 1.06 higher than when the repurchase was announced.
“Many people bought to refinance what was about to expire, and the interest rate to be paid was attractive; and that makes everyone rethink what El Salvador’s real risk is,” says economist Luis Membreño.
For the economist, the country’s risk is in the medium term, as the payment of the 2025 bond is practically covered, but there are strong maturities starting from that date. The 2027 bond, the 2029 bond, and the fact that the April issuance (2030 bond) implies capital payments every two years, in 2026, 2028, and 2030.
“The country has payments to make every year starting from 2026, and then it has to pay the bonds issued in the Salvadoran market at 2, 3, 5, and 7 years, which began to be issued in 2023,” he explains… and to this is added the pension debt, “it becomes a very large snowball.”
“El Salvador did not get out of anything with the issuance, what it did was a rollover of debt, on the one hand; on the other hand, it increased the debt and increased the payment of interest as well,” he points out. Membreño explains that it refinanced short-term debt for which it paid 7.25% to medium-term debt for which it pays up to 9.50%, and this “makes the debt more expensive.”
EMFI Group indicates that “the refinancing operation was too expensive and had a negative effect on the country’s debt sustainability, although it marginally improved short-term repayment probabilities.”
The Group explains that in net terms, the operation reduced the debt service to be paid in the 2024-2027 period by $151 million… and left only $100 million pending from 2025, $633 from 2027, and $530 from 2029, but “it did so at the cost of significantly increasing the debt service afterward.”
“There is no way out. It looks like they kicked the ball a little bit, but they didn’t kick it very far, just right there,” adds Membreño.
El riesgo país de El Salvador sube después de emisión de deuda
Ni la recompra ni la emisión de deuda han hecho que el indicador de riesgo país de El Salvador baje, al contrario está más arriba que los días en que se hicieron esas transacciones financieras.
El indicador de riesgo país que se obtiene por el indicador de riesgos de mercados emergentes (EMBI) elaborado por JP Morgan, es el reflejo de la percepción de los inversionistas (de bonos); es así que entre más alto esté el indicador, mayor es la percepción de riesgo.
El Salvador ha llegado a estar hasta arriba de 35.12 % en julio de 2022, había logrado una curva descendente desde inicios de 2023 e inició 2024 con 6.87%. Cuando el 8 de abril el gobierno anunció que recompraría parte de la deuda de 2025, 2027 y 2029 el EMBI rondaba el 6.14%, el ministerio de Hacienda aún no había dicho de cuánto sería la recompra, ni de dónde obtendría los fondos para tal fin.
Un día después se conoció que harían una emisión de deuda internacional. Los economistas y bancos de inversión ya habían advertido que el mercado aún estaba muy caro para El Salvador, ya que el riesgo país seguía alto.
Solo para comparar, el indicador para países vecinos es de 1.97 para Costa Rica; 2.06 para Guatemala, 3.63 Honduras y 2.63 Panamá.
Para El Salvador sería caro porque a ese EMBI de 6.14 habría que sumarle la tasa de bonos del tesoro de EUA a 10 años, para calcular a cuánto le iban a prestar los mercados.
Y así fue, El Salvador salió a los mercados internacionales a buscar $1,000 millones a una tasa de 9.5%, pero tuvo que bajar el precio, por lo que la tasa implícita que pagó fue del 12%. De las más altas del mercado. Después de esas transacciones de emisión y recompra de deuda el EMBI de El Salvador volvió a subir y hasta el 3 de mayo estaba en 7.20%, 1.06 más que cuando anunció la recompra.
“Muchas personas compraron para refinanciar lo que se iba a vencer y resultó atractiva la tasa de interés que se va a pagar; y eso hace repensar a todo el mundo realmente cuál es el riesgo de El Salvador”, dice el economista Luis Membreño.
Para el economista el riesgo del país es a mediano plazo, ya que el pago del bono 2025 está prácticamente cubierto, pero vienen fuertes vencimientos a partir de esa fecha. El bono de 2027, el de 2029; además, que la emisión de abril pasado (bono 2030) implica pagos de capital cada dos años, en 2026, en 2028 y en 2030.
“El país tiene pago todos los años a partir de 2026, y después tiene que pagar los bonos emitidos en el mercado salvadoreño a 2,3, 5 y 7 años que comenzó e emitirlos en 2023”, explica… y a ello se agrega la deuda de pensiones, “se vuelve una bola de nieve bien grande”.
“El Salvador no salió de nada con la emisión, lo que hizo es un rollover de deuda, por un lado; por otro lado, incrementó la deuda e incrementó el pago de intereses también”, señala. Membreño explica que refinanció deuda de corto plazo por la que pagaba 7.25% a deuda de mediano plazo por la que paga hasta 9.50 y eso “encarece la deuda”.
El Grupo EMFI señala que “la operación de refinanciación fue demasiado costosa y tuvo un efecto negativo sobre la sostenibilidad de la deuda del país, aunque mejoró marginalmente las probabilidades de reembolso a corto plazo”.
El Grupo explica que en términos netos, la operación redujo el servicio de la deuda a pagar en el periodo 2024-2027 en $151 millones… y dejó sólo $100 millones pendientes de 2025, $633 de 2027 y $530 de 2029, pero “lo hizo a costa de aumentar significativamente el servicio de la deuda a posteriori”.
“No se ve una salida. Se ve como que patearon un poquito la pelota, pero no la patearon muy lejos, sino ahí nomás”, agrega Membreño.