In its most recent report on El Salvador, titled “Kicking the Can, but up a Steeper Hill,” the investment bank Barclays has concluded that while the repurchase of some of its bonds has provided relief for 2025 and 2026, the Government of El Salvador will face a very complicated situation starting in 2027.
This is because it funded this operation through an extremely expensive bond issuance (with 12% interest) and with a very short term (with partial maturities in 2028, 2029, and 2030), which reaffirms the risks of debt sustainability. El Salvador issued $1,000 million in bonds, but only received $908 million, as investors acquired them at a discount to reach the 12% yield they were seeking, which was not met by the Government of El Salvador’s proposal of around 9.25%.
“The overall operation translated into a higher average cost of interest on Eurobonds. This, amidst a lack of clarity on fiscal adjustment, reinforces concerns about debt sustainability,” the entity states.
The interest rate for these instruments has reached an average, thanks to the adjustment made by the Government of El Salvador, of 8% interest, so it is only slightly lower than the short-term debt purchased from local banks, commonly nicknamed as the “State’s credit card,” due to its resemblance to these in terms of disadvantages. Treasury Letters (LETES) and Treasury Certificates (CETES) debt has an average interest of 8.3%.
With this new bond issuance, this type of commitment has increased by $513 million, reaching $6,799 million. This represents 23% of El Salvador’s total public debt, surpassing that held with multilaterals (21% of the total), with an average rate of 4.8%.
This comes after the $1,000 million issued last week and the repurchase tender distributed in $248.4 million for those of 2025, $167 million for those of 2027, and 72 million for those of 2029. Thus, the total non-financial public debt has increased by 1.4% of the Gross Domestic Product (GDP), reaching 56%, or around 83% of the GDP if pension-related debt is included.
“However, beyond the increase in nominal levels, our main concern is sustainability, as the interest bill continues to rise,” the bank states. Just for 2025 and 2026, this has risen by $77 million per year.
Barclays recalled that this adds to previous borrowing operations derived from pension reform and the swap of LETES with banks.
Pension reform brought with it new instruments related to pension debt, offering a 7% interest rate. There is an ongoing grace period (2023-2026) on the CFT (bonds swapped for old pension bonds or COP), but the new CIP (new pension debt instruments) are already reportedly paying the 7% yield.
Meanwhile, the government is also issuing medium-term debt to replace the short-term LETES it held with banks. However, the new notes with maturities of about 5 and 7 years offer rates between 9.25% and 9.75%, notably higher than the 8.25% of the LETES.
For Barclays, the Salvadoran government had the means to meet its short-term obligations even without an agreement with the International Monetary Fund (IMF) due to disbursements from multilaterals.
“Why issue and carry out a buyback now and not wait for an IMF program to materialize first?” is the question posed by the bank in its report. It answers that, according to its analysis, it could be related to expectations and the “possible disappointment” that the agreement with the Monetary Fund may not be ready by 2024.
In negotiations with investors of the new debt issuance, the government committed to a program with the IMF within the next 18 months or improve its rating with risk agencies by two points. If it does not, the bonds’ interest will rise by an extra 4%, making it 16%.
Barclays: Gobierno de El Salvador ha puesto “más empinada” la cuesta de su deuda
En su más reciente informe sobre El Salvador, que tituló “Patear la lata, pero por una cuesta más empinada”, el banco de inversión Barclays ha concluido que, si bien la recompra de parte de sus bonos le ha brindado un alivio para 2025 y 2026, el Gobierno de El Salvador tendrá una situación muy complicada a partir de 2027.
Esto es porque financió esa operación a través de una emisión de bonos extremadamente cara (con el 12 % de interés) y con un plazo demasiado corto (con vencimientos parciales en 2028, 2029 y 2030) lo que reafirma los riesgos de sostenibilidad de la deuda. El Salvador emitió $1000 millones en bonos, pero solo recibió $908 millones, debido a que los inversionistas los adquirieron con descuento para hacer llegar la rentabilidad al 12 % que buscaban, que no se cumplía con lo propuesto por el Gobierno de El Salvador, en torno al 9.25 %.
“La operación global se tradujo en un mayor coste medio de los intereses de los eurobonos. Esto, en medio de una falta de claridad del ajuste fiscal, refuerza las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda”, dice la entidad.
La tasa de interés de estos instrumentos ha llegado a un promedio, gracias al ajuste realizado por el gobierno de El Salvador, del 8 % de interés, por lo que es apenas inferior al de la deuda de corto plazo comprada a los bancos locales, comúnmente apodada como la “tarjeta de crédito del Estado”, por asemejarse en sus inconvenientes a estas. La deuda de Letras del Tesoro (LETES) y Certificados del Tesoro (CETES) tiene un interés promedio del 8.3 %.
Con esta nueva emisión de bonos, este tipo de compromiso ha aumentado en $513 millones, por lo que ha alcanzado los $6799 millones. Esto representa el 23 % de la deuda pública total de El Salvador, superando a la que se tiene con multilaterales (21 % del total), con una tasa promedio del 4.8 %.
Esto se produce después de los $1000 emitidos la semana pasada y de la recompra licitada distribuida en $248.4 millones para los de 2025, $167 millones para los de 2027 y 72 millones para los de 2029. Por tanto, la deuda pública total no financiera ha aumentado un 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB), situándose en el 56% o en torno al 83% del PIB si se incluye la deuda relacionada con las pensiones.
“Sin embargo, más allá del aumento de los niveles nominales, nuestra mayor preocupación se centra en la sostenibilidad, mientras la factura de los intereses sigue aumentando”, dice el banco. Solo para 2025 y 2026, esta ha subido en $77 millones por año.
Barclays recordó que esto se suma a las anteriores operaciones de endeudamiento derivadas de la reforma de las pensiones y del canje de LETES con los bancos.
La reforma de las pensiones trajo consigo nuevos instrumentos relacionados con la deuda de las pensiones que ofrecen un tipo de interés del 7%. Hay un periodo de gracia en curso (2023-2026) sobre los CFT (los bonos canjeados por los antiguos bonos de pensiones o COP), pero los nuevos CIP (nuevos instrumentos de deuda de pensiones) ya están supuestamente pagando el rendimiento del 7%.
Mientras tanto, el gobierno también está emitiendo deuda a medio plazo para sustituir a los LETES a corto plazo que poseía con los bancos. Sin embargo, los nuevos pagarés con vencimiento a unos 5 y 7 años ofrecen tipos de entre el 9.25% y el 9.75%, notablemente superiores al 8.25% de las LETES.
Para Barclays, el gobierno salvadoreños tenía los medios para cumplir sus obligaciones en el corto plazo incluso sin un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por los desembolsos de los multilaterales.
“¿Por qué emitir y realizar una recompra ahora y no esperar a que se materialice primero un programa del FMI?”, es la pregunta lanzada por el baco en su informe. Responde que, según su análisis, podría estar relacionado con las expectativas y “posible decepción” de que el acuerdo con el Fondo Monetario no esté listo este 2024.
En las negociaciones con los inversionistas de la nueva emisión de deuda, el gobierno se comprometió a un programa con el FMI en los próximos 18 meses o mejorar en dos puntos la calificación con las agencias de riesgo. Si no lo hace, el interés de los bonos subirá en un 4 % extra, por lo que será del 16 %.