The country risk, measured by the Emerging Markets Bonds (EMBI) indicator, prepared by JP Morgan, has decreased in all countries in the region. The Salvadoran case is no exception, but despite having dropped more than 11 points in one year, it remains the highest in Central America.
This indicator, which means that the higher it is, the less certainty there is that a country will honor its obligations, is also a way to calculate the rate at which they would pay their sovereign debt.
In the case of El Salvador, coming from rates of 35% (in mid-2022) to having 6.78% at the end of March, is good news, but it is still not enough to go to the international market to issue debt.
Economist Carlos Acevedo explained this week that with the current EMBI, El Salvador would have to pay a rate above 12% to obtain financing in international markets, and that would be too expensive.
“You can’t go out to international markets, that option is closed… the country risk has stabilized since September last year between 6% and 8%, plus 5% treasury bonds, which means that El Salvador would have to pay 12%, that is not advisable,” he said.
In 2020, the Salvadoran government issued a bond for $1,000 million at 32 years for which it pays a 9.5% interest rate, the highest to date.
For economist Tatiana Marroquín, the EMBI does not decrease because “the government has manipulated fiscal statistics such as debt and pensions; this can serve to communicate to certain population groups that something is going well, but if there is a group that is well informed, it is international investors,” she points out. And “removing pension debt does not work for anyone with even basic knowledge of finance,” she adds.
If compared with the rest of the region, the current EMBI of El Salvador is three times that of Costa Rica, twice that of Honduras, and more than three times that of Guatemala.
El riesgo país de El Salvador es el más alto de la región
El riesgo país, que se mide por medio del indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), elaborado por JP Morgan, ha bajado en todos los países de la región. El caso salvadoreño no es la excepción, pero a pesar de haber disminuido más de 11 puntos en un año sigue siendo el más alto de Centroamérica.
Este indicador, que significa que entre más alto hay menor certeza de que un país honrará sus obligaciones, también es una manera de poder calcular a qué tasa le pagarían su deuda soberana.
Y en el caso de El Salvador, que viene de tasas de 35% (a mediados de 2022) tener 6.78% al cierre de marzo, es una buena noticia, pero aún no es suficiente para poder salir al mercado internacional a colocar deuda.
El economista Carlos Acevedo, explicaba esta semana que con el EMBI actual, El Salvador tendría que pagar una tasa arriba del 12% para obtener financiamiento en los mercados internacionales, y eso sería demasiado caro.
“No se puede salir a los mercados internacionales, esa opción está cerrada…el riesgo país se estabilizó desde septiembre del año pasado entre 6% y 8%, más 5% de bonos del tesoro, quiere decir que El Salvador tendría que pagar 12%, eso no es aconsejable”, dijo.
En 2020 el gobierno salvadoreño emitió un bono por $1,000 millones a 32 años por el que paga 9.5% de tasa de interés, la más alta a la fecha.
Para la economista Tatiana Marroquín, el EMBI no baja porque “el gobierno ha hecho manipulaciones a las estadísticas de la fiscalidad como la deuda y las pensiones; eso puede servirle para comunicar a ciertos grupos poblacionales que algo está bien, pero si hay un grupo que está bien informado, esos son los inversionistas internacionales”, señala. Y “quitar la deuda de pensiones no funciona para nadie que tenga medianamente conocimiento de finanzas”, agrega.
Si se compara con el resto de la región, actualmente el EMBI de El Salvador es tres veces el de Costa Rica, dos veces el de Honduras y más de tres veces el de Guatemala.