The Inter-American Court of Human Rights (Inter-American Court) condemned the State of Honduras for the arbitrary and illegal dismissal of 4 magistrates from the Constitutional Chamber in 2012, after they issued rulings against government projects of then-President Porfirio Lobo.
The Inter-American Court issued a ruling on Monday, April 1, 2024, in which it declared the international responsibility of Honduras for the “arbitrary and illegal dismissal” of José Antonio Gutiérrez Navas, José Francisco Ruiz Gaekel, Gustavo Enrique Bustillo Palma and Rosalinda Cruz Sequeira from their positions as magistrates of the Constitutional Chamber of the Supreme Court of Justice.
The ruling indicates that, in addition, the State did not guarantee access to an effective defense resource and that the State failed to comply with the duty to investigate threats and harassment received by the victims in this case, as well as the duty to establish protection measures.
The international tribunal determined that the State is responsible for the violation of the right to judicial guarantees, the principle of legality, political rights, judicial protection, the right to work, and personal integrity.
A case dating back to 2012
The case dates back to 2012 when the magistrates declared initiatives of the Government to create “model cities” and the “Police Purge Law” unconstitutional, which generated pressure and harassment from government authorities, including the then-President of the country, Porfirio Lobo.
Congress created a special commission to investigate the behavior of the magistrates on December 10, 2012, the following day issued a report and hours later, in the early hours of December 12, Congress dismissed the magistrates without allowing them to defend themselves.
The magistrates also reported that after their dismissal, they suffered persecution, harassment, and attacks.
“The dismissal of the victims constituted an act of abuse of power that was carried out without respecting judicial guarantees, with the purpose of exerting external pressure on the Judiciary in violation of judicial independence,” states the Inter-American Court’s ruling.
The ruling adds that this abuse of power “also aimed to exert external pressure on the Judiciary, modifying its configuration to ensure its future support for decisions driven by the Executive Power.”
At the hearing for this case before the Inter-American Court, held in February 2023, the Secretary-General of the Honduran Attorney General’s Office, Laura Flores, said that on January 27, 2022, in the inauguration speech, the country’s president, Xiomara Castro, recognized that “over the years Honduras has been an oppressive State and violator of human rights and that it abruptly dismissed four magistrates.”
The representative denied that the State is responsible for violations of the physical integrity of the victims, as it received no complaints about aggression, attacks, or persecution.
In the sentence notified to the parties this Monday, the Inter-American Court valued the partial recognition of the State’s responsibility and ordered a series of reparation measures.
Among these measures, it is noteworthy that the State must perform a public act of recognition of responsibility, compensate the victims, and enact legislative changes to prevent similar cases.
A precedent for the case in El Salvador
In El Salvador, the five magistrates of the Constitutional Chamber of the Supreme Court of Justice were dismissed on May 1, 2021, with votes from Nuevas Ideas in the Legislative Assembly.
Constitutional lawyers from El Salvador have denounced this fact both nationally and internationally and believe that the Inter-American Court’s ruling in the Honduran case sets an important precedent for the Salvadoran cause.
“In essence, the ruling reiterates and deepens its constant jurisprudence, of more than 15 cases, in which the requirements to be observed for the dismissal or cessation of judges, especially those of high courts or superior tribunals, are indicated. The ruling states that the dismissal without prior process, without the opportunity for defense, for reasons not previously provided for in the law or questioning the decisions of the Tribunal, is a flagrant violation of the American Convention on Human Rights,” analyzed constitutionalist Salvador Enrique Anaya.
The lawyer told LA PRENSA GRÁFICA that the ruling is very important for El Salvador due to the similarity of what happened in 2012 in Honduras and in 2021 in our country.
“This is one more precedent that confirms that the dismissal of the magistrates of the Constitutional Chamber that was carried out by the Legislative Assembly on May 1, 2021, is not only unconstitutional and illegal but also violated treaties and international jurisprudence. This confirms that we are not in a democracy, but we are in a dictatorship,” added Anaya.
Other lawyers specializing in constitutional law also argue that this precedent is important for the case they have submitted to the Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) and is currently being processed.
Corte IDH condena a Honduras por destitución de magistrados; constitucionalistas ven un precedente positivo para El Salvador
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó al Estado de Honduras por la destitución arbitraria e ilegal de 4 magistrados de la Sala de lo Constitucional en 2012, luego de que emitieran fallos contrarios a proyectos de Gobierno del entonces presidente Porfirio Lobo.
La CorteIDH emitió este lunes 1 de abril de 2024 una sentencia en la que declaró la responsabilidad internacional de Honduras por la “destitución arbitraria e ilegal” de José Antonio Gutiérrez Navas, José Francisco Ruiz Gaekel, Gustavo Enrique Bustillo Palma y Rosalinda Cruz Sequeira de sus cargos como magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
El fallo indica que además, el Estado no garantizó el acceso a un recurso efectivo de defensa y que el Estado incumplió el deber de investigar las amenazas y hostigamiento que recibieron las víctimas de este caso, así como el deber de establecer medidas de protección.
El tribunal internacional determinó que el Estado es responsable por la violación al derecho a las garantías judiciales, al principio de legalidad, a los derechos políticos, a la protección judicial, al derecho al trabajo y a la integridad personal.
Un caso que se remonta a 2012
El caso se remonta a 2012 cuando los magistrados declararon como inconstitucionales iniciativas del Gobierno para crear las “ciudades modelo” y la “Ley de depuración policial”, lo que generó presiones y hostigamiento por parte de autoridades gubernamentales, incluido el entonces presidente del país, Porfirio Lobo.
El Congreso creó una comisión especial para investigar el comportamiento de los magistrados el 10 de diciembre de 2012, al día siguiente emitió un informe y horas después, la madrugada del día 12, el Congreso destituyó a los magistrados sin permitirles defenderse.
Los magistrados también relataron que tras su destitución sufrieron persecución, hostigamiento y atentados.
“La destitución de las víctimas constituyó un acto de desviación de poder que se llevó a cabo sin respetar las garantías judiciales, con el propósito de ejercer una presión externa sobre el Poder Judicial en violación a la independencia judicial”, indica la sentencia de la CorteIDH.
El fallo agrega que esa desviación de poder “tuvo por propósito, además, ejercer una presión externa sobre el Poder Judicial, modificando su configuración con el fin de garantizar su apoyo futuro a las decisiones impulsadas por el Poder Ejecutivo”.
En la audiencia por este caso ante la CorteIDH, celebrada en febrero de 2023, la secretaria general de la Procuraduría de Honduras, Laura Flores, dijo que el 27 de enero de 2022, en el discurso de toma de posesión, la presidenta del país, Xiomara Castro, reconoció que “a lo largo de los años Honduras ha sido un Estado opresor y violador de los derechos humanos y que destituyó abruptamente a cuatro magistrados”.
La representante negó que el Estado sea responsable por violaciones a la integridad física de las víctimas, pues no recibió ninguna denuncia sobre agresiones, atentados o persecución.
En la sentencia notificada a las partes este lunes, la CorteIDH valoró el reconocimiento parcial de responsabilidad del Estado y ordenó una serie de medidas de reparación.
Entre estas medidas se destaca que el Estado debe hacer un acto público de reconocimiento de la responsabilidad, indemnizar a las víctimas y realizar cambios legislativos para evitar casos similares.
Un precedente para el caso de El Salvador
En El Salvador los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia fueron destituidos el 1 de mayo de 2021 con votos de Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa.
Abogados constitucionalistas de El Salvador han denunciado tanto a nivel nacional como internacional este hecho y consideran que la sentencia de la Corte IDH por el caso hondureño deja un precedente importante para la causa salvadoreña.
“En esencia la sentencia reitera y profundiza su constante jurisprudencia, de más de 15 casos, en los que se indican los requisitos que deben observarse para la destitución o cese de jueces, sobre todo lo de altas cortes o tribunales superiores. En la sentencia se indica que la destitución sin previo proceso, sin oportunidad de defensa, por causas no previstas previamente en la Ley o cuestionando las decisiones del Tribunal son una violación flagrante a la Convención Americana de Derechos Humanos”, analizó el constitucionalista Salvador Enrique Anaya.
El letrado dijo a LA PRENSA GRÁFICA que la sentencia es muy importante para El Salvador por la similitud de lo que sucedió en 2012 en Honduras y en 2021 en nuestro país.
“Este es un precedente más que nos confirma que el cese de los magistrados de la Sala de lo Constitucional que llevó a cabo la Asamblea Legislativa el 1 de mayo de 2021 no solo es inconstitucional e ilegal, sino que también violó tratados y jurisprudencia internacional. Esto confirma que no estamos en una democracia, sino que estamos en una dictadura”, agregó Anaya.
Otros abogados especialistas en el área constitucional también sostienen que este precedente es importante para la causa que han presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que actualmente está en trámite.