On June 1, a “de facto government” will be installed in El Salvador because it will not be protected by the Constitution of the Republic. This was stated in an interview with this media outlet by Francisco Omar Parada, from the Popular Resistance and Rebellion Block (BRP).
Parada reiterated that the re-election of the Salvadoran president is not allowed by the Salvadoran constitutional norm and that the elections held last February 4 were carried out fraudulently, as there were a series of complaints of irregularities throughout the entire electoral process.
A few weeks ago, the Supreme Electoral Tribunal handed Nayib Bukele his credential as elected president for the 2024-2029 period for a second consecutive term, despite the Constitution prohibiting it in more than five articles.
The ruling party defends a second term, but experts on constitutional issues argue that re-election is unconstitutional. Before Bukele, the dictator and military man Maximiliano Hernández Martínez, who ruled the country between 1931 and 1944, was also re-elected.
The social leader said that from June onwards, a clan – a group of people united by a certain kinship or ancestry – will govern the country. He warned that there could be a legitimacy crisis in the decisions they make and mentioned the outlook he envisions with the presence of that clan in power.
The BRP jurist recalled all the electoral reforms driven by the ruling party even before this year’s elections and said that these are part of a “structural fraud.” There could not be fair, democratic, and transparent elections under the conditions in which the elections were held, he concluded.
El 1 de junio se instalará “un gobierno de facto” en el país , dice vocero del BRP
El 1 de junio próximo se instalará en El Salvador “un gobierno de facto” porque no estará amparado en la Constitución de la República. Así lo dijo en declaraciones a este medio Franciso Omar Parada, del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular.
Parada reiteró que la reelección del mandatario salvadoreño no está permitida en la norma constitucional salvadoreña y que las elecciones del pasado 4 de febrero se desarrollaron de manera fraudulenta, debido a que hubo una serie de denuncias de irregularidades durante todo el proceso electoral.
El Tribunal Supremo Electoral entregó a Nayib Bukele hace unas semanas su credencial como presidente electo durante el período 2024-2029 para un segundo período consecutivo, pese a que la Constitución se lo prohíbe en más de cinco artículos.
El oficialismo defiende un segundo mandato, pero expertos en temas constitucionales señalan que la reelección es inconstitucional. Antes de Bukele también se reeligió el dictador y militar Maximiliano Hernández Martínez, quien gobernó el país entre 1931 y 1944.
El líder social dijo que de junio en adelante será un clan -un grupo de personas unidas por un cierto parentesco o ascendencia- el que gobernará el país. Advirtió que podría haber una crisis de legitimidad en las decisiones que tomen y mencionó el panorama que visualiza con la presencia de ese clan en el poder.
El jurista del BRP recordó todas las reformas electorales impulsadas por el oficialismo desde antes de las elecciones de este año y dijo que estas son parte de un “fraude estructural”. No podía haber elecciones justas, democráticas y transparentes en las condiciones en las que se desarrollaron los comicios, concluyó.