In January 2024, another $149.4 million was taken from the accounts of active workers contributing to the AFPs and used by the government to pay the pension to retirees of the previous system (ISSS and INPEP), according to data from the Central Reserve Bank.
This new loan is added to the Previsional Obligation Certificates (COP) account that the government created in 2022 with a legal reform and that throughout 2023 represented the main source of financing for the government.
To date, the total balance of this new account is already $1,247.16 million, more than double what the government usually borrowed before 2023, which averaged $450 million per year.
The money is not only used to pay the pensions of retirees, but also to finance a 30% increase in pensions that took effect last year.
The government has promised to pay a 7% return rate on these funds, but for economist Rafael Lemus, the vertiginous increase in the pension debt that the government is making is worrisome in light of the commitments it is assuming and those already in the queue.
According to Lemus, the balance of the previous pension debt, which amounts to $8,396 million, will require an annual debt payment of $600 million starting in 2027, when the 4-year grace period granted in agreement with the AFPs has already ended.
However, that year, it will also have to continue paying an estimated flow of $300 million annually for the new debt it is issuing in COPs and which, according to Lemus, could reach up to $4,000 million by the end of 2026.
“That’s $900 million that it will have to pay as debt service starting in 2027. Plus the maturity of Eurobonds of $800 million. There, my thesis is that the government is going to raid the savings fund of the workers and take it all.”
En enero, el gobierno salvadoreño tomó prestados otros $149.4 millones del fondo de pensiones
En enero de 2024, otros $149.4 millones fueron tomados de las cuentas de los trabajadores activos que cotizan a las AFP y usados por el gobierno para pagar la pensión a los jubilados del sistema anterior (ISSS e INPEP), según datos del Banco Central de Reserva.
Este nuevo préstamo se suma a la cuenta de Certificados de Obligación Previsional (COP) que el gobierno creó en 2022 con una reforma legal y que durante todo 2023 representó la mayor fuente de financiamiento para el gobierno.
A la fecha, el saldo total de esta nueva cuenta ya es de $1,247.16 millones, más del doble de lo que usualmente el gobierno prestaba antes de 2023, que promediaba los $450 millones al año.
El dinero se usa no solo para pagar las pensiones de los jubilados, sino también, para financiar un aumento al 30% de pensiones que se hizo efectivo el año pasado.
El gobierno ha prometido pagar una tasa del 7% de rendimiento al tomar estos fondos, pero para el economista Rafael Lemus, el vertiginoso incremento de la deuda previsional que ha hecho el gobierno es preocupante a la luz de los compromisos que está asumiendo y los que ya tiene en cola.
Según Lemus, el saldo de la deuda de pensiones anterior, que suma $8,396 millones requerirá de un pago anual de deuda de $600 millones a partir de 2027, cuando ya haya finalizado el periodo de gracia de 4 años otorgado en arreglo con las AFP.
Pero ese año, también tendrá que seguir pagando un flujo estimado de $300 millones anuales por la nueva deuda que está emitiendo en COP y que, según Lemus, podría llegar a alcanzar los $4,000 millones al cierre de 2026.
“Son $900 millones que va a tener que pagar como servicio de la deuda a partir de 2027. Más el vencimiento de eurobonos de $800 millones. Ahí, mi tesis es que el gobierno va a pegar el asalto al fondo de ahorro de los trabajadores y se lo va a llevar todo”.