Investment bank Barclays published a report indicating that alternatives for obtaining external financing are becoming increasingly scarce for El Salvador, so an agreement with the International Monetary Fund (IMF) would be a lifeline for the country and unlock financing from other entities such as the World Bank.
However, Barclays says that reaching that point is “uncertain,” and achieving the agreement negotiated since 2021 may be an “illusion,” especially given the actions taken by the government.
The bitcoin factor and the lack of fiscal transparency “suggest that the IMF and San Salvador are actually walking in the opposite direction,” the report emphasizes.
For the investment bank, the fact that President Nayib Bukele went to Washington to criticize globalism and “not to reach an agreement with the IMF, an institution that practically defines globalism,” marks a trend.
“Although logic indicates that we should proceed with a program with the IMF, it seems that El Salvador is not doing so. An IMF program will remain a possible lifeline when financing eventually narrows; for now, El Salvador has a minimum of financing alternatives which it seems to prefer,” reads the report.
A March 4 EMFI report also puts the achievement of this agreement on the table.
“Now, with the electoral chapter closed, we expect to see Bukele’s next step in fiscal consolidation. As we have said before, if Bukele really intends to implement a program with the IMF, we believe this is the most likely time to do so. However, the question remains whether the powerful Bukele is willing to yield to the demands of multilateralism,” it said.
Barclays emphasizes that after the Salvadoran government vetoed the publication of the IMF’s Article IV (an annual study conducted in all member countries) a year ago, and only allowed the mission statement of the technical team (summary) to be known, it has not done anything to change what the IMF asked for. Over a year later, the report has still not been publicly disseminated.
However, the IMF published its final mission statement on the need for a new actuarial study of the pension system and an audit of both the Chivo wallet and the bitcoin trust fund (FIDEBITCOIN).
“More than a year later, we have not seen any evidence that such audits or studies have been completed,” the investment bank points out.
In March 2021, the Salvadoran government officially announced that it was in negotiations with the IMF for an agreement involving financing of $1.3 billion and a plan to address the country’s fiscal situation.
Negotiations stalled after the Government announced the adoption of bitcoin as legal tender, although nothing was officially said.
As of October of last year, President Nayib Bukele claimed that they were in negotiations, and in December, the IMF’s Mission Chief for El Salvador, Raphael Espinoza, confirmed to LA PRENSA GRÁFICA that they were in talks to reach an Extended Service agreement.
Acuerdo de El Salvador con el FMI en incertidumbre: Barclays
El banco de inversión Barclays publicó un informe en el que señala que las alternativas para obtener financiamiento externo cada vez son más escasas para El Salvador, por lo que un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sería un salvavidas para el país y desbloquearía financiamiento de otras entidades como el Banco Mundial.
Pero, Barclays dice que llegar a ese punto es “incierto” y alcanzar ese acuerdo que se negocia desde 2021 puede ser una “ilusión”, sobre todo por las acciones que ha tomado el gobierno.
El factor bitcóin y la falta de transparencia fiscal “sugiere que el FMI y San Salvador en realidad están caminando en la dirección opuesta”, recalca el informe.
Para el banco de inversión el hecho de que el presidente Nayib Bukele haya asistido a Washington a criticar el globalismo y “no a llegar a un acuerdo con el FMI, una institución que prácticamente define el globalismo”, marca una tendencia.
“A pesar que la lógica indica que hay que seguir adelante con un programa con el FMI, parece que El Salvador no lo está haciendo. Un programa del FMI seguirá siendo un posible salvavidas cuando el financiamiento finalmente se reduzca; por ahora, El Salvador tiene un mínimo de alternativas de financiamiento que son las que parece que prefiere”, reza el reporte.
Un reporte del 4 de marzo de EMFI también pone en la mesa la consecución de este acuerdo.
“Ahora, con el capítulo electoral cerrado, esperamos ver su próximo paso (de Bukele) en materia de consolidación fiscal. Como hemos dicho anteriormente, si Bukele realmente pretende implementar un programa con el FMI, creemos que este es el momento más probable para hacerlo. Sin embargo, la pregunta sigue siendo si el poderoso Bukele está dispuesto a ceder a las demandas del multilateralismo”, publicó.
Barclays recalca que después que el gobierno salvadoreño vetara hace un año la publicación del Artículo IV del FMI (un estudio anual que hace el organismo en todos los países miembros), y que solo permitiera conocer la declaración de la misión del equipo técnico (resumen), no ha hecho nada para cambiar lo que pedía el FMI. Más de un año después, el informe aún no se ha difundido públicamente.
Sin embargo, el FMI publicó su declaración final de la misión la necesidad de un nuevo estudio actuarial del sistema de pensiones y una auditoría tanto de la billetera Chivo como del fondo fiduciario de bitcóin (FIDEBITCOIN).
Más de un año después, no hemos visto ninguna evidencia que dichas auditorías o estudios han sido finalizados”, señala el banco de inversión.
En marzo de 2021 el gobierno salvadoreño anunció oficialmente que estaba en negociaciones con el FMI para un acuerdo que implicaba financiamiento por $1,300 millones y un plan para hacerle frente a la situación fiscal del país.
Las negociaciones se estancaron después que el Gobierno anunciará la adopción del bitcóin como moneda de curso legal, aunque no se dijo nada de manera oficial.
Hasta octubre del año pasado el presidente Nayib Bukele, aseguró que estaban en negociaciones y en diciembre el jefe de Misión del FMI para El Salvador, Raphael Espinoza, confirmó a LA PRENSA GRÁFICA que estaban en pláticas para lograr un acuerdo de Servicio Ampliado.