Lack of access to public information, digital harassment, smear campaigns, and hate speech by President Nayib Bukele against journalists and media outlets are some of the findings of a monitoring carried out in El Salvador by eight regional organizations focused on press freedom and expression.
The results of the observatory carried out in the context of the presidential and legislative elections before and during February 4th were revealed during a digital conversation organized by the Foundation for Press Freedom (FLIP).
Cintia Alva, coordinator of Article 19 Program for Mexico and Central America, explained that in Bukele’s government, there has been a deployment of laws that can be misused for the cancellation, censorship, self-censorship, and exile of journalists and media outlets.
“Some of these laws have been used to harass some media outlets with international recognition and at the community level,” she said.
Among them, Alva mentioned laws related to money laundering, which are used to intimidate media outlets into not scrutinizing public power.
Also, anti-terrorism regulations are implemented ambiguously, which “leave aside the figure of the judge so that the attorney general is responsible for designating terrorist organizations or identifying those who receive financing of this type,” she explained.
“This is dangerous because the crime of terrorism, when misapplied, can lead to labeling media outlets that somehow criticize through their investigations the government officials or the Bukele administration,” she added.
On the other hand, Alva discussed the lack of access to public information that journalists in the country face, which is exacerbated by the “ineffectiveness of the responsible entity, in this case, the Institute for Access to Public Information (IAIP).”
“Journalists and media outlets resort to unofficial but verified information sources, which puts them in an uncomfortable situation before a State that is not safeguarding freedom of expression and does not want a diversification of public debate,” she said.
Alva reported that other situations threatening press freedom and expression in El Salvador are digital harassment, smear campaigns, and hate speech by President Bukele towards journalists and media outlets.
“It was evident in the President’s speech at the National Palace, where he lashed out against the newspaper El País just because during the press conference he was questioned about some statements about his vice president,” Alva explained.
Juan Diego Quesada, correspondent for El País, recounted that at the press conference, the President insinuated that the media’s impact was decreasing, but at the same time, he was greatly disturbed by the journalists’ questions and appeared irritable.
“His attack on El País was frontal, one insult after another, for ten minutes (…) I have not felt offended because I have been in this for 15 years or more and I have faced all kinds of situations, the anger of the sources and the abuse of some politicians,” explained the journalist.
However, he added that he thought everything had ended there, but then President Bukele continued the attack in his speech when he proclaimed himself the winner from the National Palace in front of a crowd of sympathizers.
“The President has a clear intolerance towards the media and demonstrated that on the day when he had swept through the elections, his main concern was the press. He is greatly bothered by the national and international press saying that he is taking an authoritarian turn, but I think it’s our job to report what is happening,” Quesada said.
Angélica Cárcamo, president of the Association of Journalists of El Salvador, reported that in February alone, there have been more than 200 cases of press violations documented by the monitoring center.
“There are about 64 violations that were documented prior to election day, 109 on the day itself, and about 51 cases between February 5th and 19th. Most of these violations have to do with restrictions on journalistic practice,” she explained.
Natalia Borrero, coordinator of strategic alliances at FLIP, underlined the importance of thoroughly exposing what is happening regarding freedoms in the country since many international media outlets only repeat and show apparent security but do not delve deeper.
“It is the country where everyone walks safely, but it is also the country where they speak with fear, if they speak at all,” she stated.
Periodistas señalan discurso de odio del presidente Bukele durante elecciones
Falta de acceso a información pública, acoso digital, campañas de desprestigio y el discurso de odio por parte del presidente Nayib Bukele contra periodistas y medios de comunicación, son algunos de los hallazgos de un monitoreo realizado en El Salvador, por ocho organizaciones regionales en materia de libertad de prensa y expresión.
Los resultados del observatorio realizado en el contexto previo y durante de las elecciones presidenciales y legislativas del 4 de febrero se dieron a conocer durante un conversatorio digital organizado por Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
Cintia Alva, coordinadora del Programa Artículo 19 de México y Centroamérica, explicó que en el gobierno de Bukele ha habido un despliegue de leyes que mal usadas pueden ser utilizadas para la cancelación, censura, autocensura y exilio de periodistas y medios de comunicación.
“Algunas de estas leyes se han usado para hostigar a algunos medios con reconocimiento internacional y a nivel comunitario”, manifestó.
Entre ellas, señaló leyes relacionadas al lavado de activos, las cuales son empleadas para intimidar a los medios de comunicación, para que dejen de fiscalizar al poder público.
Asimismo las normas contra el terrorismo que son implementadas con ambigüedad, las cuales “dejan de lado la figura del juez para que el fiscal general sea el responsable de designar a las organizaciones terroristas o señalar a aquellas que reciben financiamiento de este tipo”, expuso.
“Esto es peligroso porque el delito de terrorismo mal aplicado puede lleva a señalamiento de medios que de alguna forma critican a través de sus investigaciones a los funcionarios de gobierno o la administración de Bukele”, agregó.
Por otra parte, Alba expuso la falta de acceso a la información pública a la que se enfrentan los periodistas en el país, la cual se agrava por la “inoperancia de la entidad responsable, en este caso el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP)”.
“Los periodistas y medios recurren a las fuentes de información no oficiales, pero verificadas, que los coloca en una situación incómoda ante un Estado que no está velando por la libertad de expresión y tampoco quiere una diversificación del debate público”, dijo.
Alva informó que otras situaciones que amenazan la libertad de prensa y expresión en El Salvador son el acoso digital, las campañas de desprestigio y el discurso de odio por parte del presidente Bukele hacia los periodistas y medios de comunicación.
“Fue latente en el discurso del mandatario en el Palacio Nacional en donde arremetió en contra del periódico El País solamente porque durante la conferencia de prensa se le cuestionó sobre unas declaraciones sobre su vicepresidente”, explicó Alva.
Juan Diego Quesada, corresponsal de El País, relató que en la conferencia de prensa el presidente dio a entender que la repercusión de los medios de comunicación es cada vez menor, pero al mismo tiempo se incomodó muchísimo por las preguntas de los periodistas, y se le vio irascible (colérico).
“Su ataque a El País fue frontal, fue un insulto tras otro, durante diez minutos (…) No me he sentido ofendido porque llevo en esto 15 años o algo más y me he enfrentado a todo tipo de situaciones, al cabreo (enojo) de parte de las fuentes y abuso de algunos políticos”, explicó el periodista.
Sin embargo, agregó que pensó que todo había terminado ahí, pero luego el presidente Bukele continuó el ataque en su discurso cuando en la noche se proclamó ganador desde el Palacio Nacional ante una multitud de simpatizantes.
“Hay una intolerancia del Presidente manifiesta ante los medios de comunicación y demostró que el día que había arrasado en las elecciones, su mayor preocupación fue la prensa. A él le molesta mucho que la prensa nacional e internacional diga que está teniendo una deriva autoritaria, pero creo que es nuestro trabajo, contra contar lo que ocurre”, expresó Quesada.
Angélica Cárcamo, presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador, informó que, sólo en febrero, ya van más de 200 casos de vulneraciones a la prensa documentados por el centro de monitoreo.
“Hay alrededor de 64 vulneraciones que se fueron documentadas previo al día de las elecciones, 109, el propio día, y alrededor de 51 casos, entre el 5 de febrero y el 19. La mayoría de estas afectaciones tienen que ver en primer lugar con las restricciones al ejercicio periodístico”, expuso.
Natalia Borrero, coordinadora de alianzas estratégicas de la FLIP, señaló la importancia de exponer a fondo lo que está pasando en cuanto a las libertades en el país, debido a que muchos medios internacionales solo repiten y muestran una aparente seguridad, pero no profundizan.
“Es el país donde todos y todas caminan seguros, pero también es el país donde hablan con miedo, si es que hablan”, manifestó.