Lawyer and international analyst Daniel Zovatto believes that while the elections in El Salvador present irregularities, they are the culmination of a series of measures to dismantle the Salvadoran electoral system.
“This is an electoral process with a total lack of integrity. Today, although there are some irregularities, in reality, it was the pre-election stage in which the system was dismantled through electoral reforms, lack of equity, official advantage, internet voting, and in-person voting from abroad, and non-compliance with electoral rules based on the Constitution (unconstitutional consecutive presidential re-election),” Zovatto told El Diario de Hoy.
For the analyst, the vote of Salvadorans abroad will really define the participation that took place and the real support for President Nayib Bukele, who ran for re-election despite the Constitution prohibiting it and having an advantage by being the current president and having the state apparatus.
“The difference in electoral participation will come from the vote from abroad,” Zovatto explained, a lecturer and frequent contributor to various Latin American newspapers, El País (Spain), and CNN en Español.
How has this point of unequal struggle been reached?
For Zovatto, the danger of the “Bukele-ization of politics” is its central message: traditional democracy is incompetent and corrupt. It must be replaced by “efficracy”, meaning the regime’s ability to provide timely and effective results to citizens’ demands, and for this, three things are needed: 1) concentrating all power; 2) staying in power through unconstitutional re-elections; and 3) dismantling democracy with popular support. This must be accompanied by sophisticated use of communication, a seductive narrative, and exquisite handling of social networks.
But all of this entails danger, already announced by the vice president and Bukele’s running mate, Félix Ulloa: “To these people who say that democracy is being dismantled, my answer is yes. We are not dismantling it, we are eliminating it, we are replacing it with something new,” according to The New York Times.
“These statements by the current VP and again running mate of Bukele leave no doubt about the authoritarian goal of the bukelean project in El Salvador: to take advantage of the high popular support resulting from its security policy, seek a clearly unconstitutional re-election, dismantle representative democracy, eliminate the division of powers, weaken the rule of law, advance towards a ‘new model of democracy’ and stay in power as long as possible,” says Zovatto.
For the declarant, this means moving from representative democracy to “efficracy” based on the accumulation of public power, the manipulation of the Constitution to its interests, and popular support.
At the regional Latin American level, Zovatto sees that a Bukele victory (the most likely scenario) would break with four recent electoral trends: 1) the punishment vote against incumbent governments; 2) the difficulty of being re-elected; 3) the need to go to a runoff to define the presidency; and 4) Presidents without their own majority in Congress.
Because of the above, it is essential to recognize that Bukele “is a very popular president, but this popularity does not make him a democratic president.” “He is, on the contrary, a president who exercises power in an increasingly authoritarian manner and will achieve his consecutive re-election in open violation of the Constitution of the Republic,” he warned.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/elecciones-legislativas-presidenciales-/1120943/2024/
Zovatto: La elección es el culmen del desmantelamiento del sistema electoral
El abogado y analista internacional Daniel Zovatto considera que las elecciones en El Salvador, si bien presentan irregularidades, son el culmen de una serie de medidas para desmantelar el sistema electoral salvadoreño.
“Este es un proceso electoral con una falta de integridad total. Hoy, si bien se están presentando algunas irregularidades, en realidad, fue la etapa preelectoral en la que se desmanteló el sistema con las reformas electorales, la falta de equidad, el ventajismo oficial, el voto por Internet y el presencial desde el exterior y el incumplimiento de normas electorales con base en la Constitución (reelección presidencial consecutiva inconstitucional)”, declaró Zovatto a El Diario de Hoy.
Para el analista, el voto de los salvadoreños en el exterior definirá realmente la participación que hubo y el real apoyo al presidente Nayib Bukele, quien se postuló para la reelección pese a que la Constitución se lo prohibía y aventajado por ser el actual mandatario y contar con el aparato estatal.
“La diferencia en participación electoral vendrá del voto desde el exterior”, explicó Zovatto, conferencista y colaborador frecuente de diversos periódicos latinoamericanos y El País (España), al igual que de CNN en Español.
¿Cómo se llega a este punto de lucha desigual?
Para Zovatto, el peligro de la “bukelizacion de la política” es su mensaje central: la democracia tradicional es incompetente y corrupta. Hay que sustituirla por la “eficracia”, es decir la capacidad del régimen para dar resultados oportunos y eficaces a las demandas ciudadanas, y para ello es preciso tres cosas: 1) concentrar todo el poder; 2) permanecer en el poder vía reelecciones inconstitucionales; y 3) desmantelar la democracia con apoyo popular. A ello debe agregarse un uso sofisticado de la comunicación, una narrativa seductora y un manejo exquisito de las redes sociales.
Pero todo esto encierra un peligro, ya anunciado por el vicepresidente y compañero de fórmula de Bukele, Félix Ulloa: ““A esta gente que dice que se está desmantelando la democracia, mi respuesta es sí. No la estamos desmantelando, la estamos eliminando, la estamos sustituyendo por algo nuevo”, según cita el periódico The New York Times.
“Estas declaraciones del actual VP y nuevamente compañero de la fórmula presidencial junto a Bukele no frían ninguna duda acerca del objetivo autoritario del proyecto bukeleano en El Salvador: aprovechar el alto apoyo popular resultado de su política en materia de seguridad, buscar una reelección a todas luces inconstitucional, desmantelar la democracia representativa, acabar con la división de poderes, debilitar el estado de derecho, avanzar hacia un “nuevo modelo de democracia” y mantenerse en el poder todo el tiempo que sea posible”, dice Zovatto.
Para el declarante, lo anterior significa transitar de la democracia representativa a la “eficracia” basada en la suma del poder público, la manipulación de la Constitución a sus intereses y el apoyo popular.
A nivel regional latinoamericano, avizora Zovatto, un triunfo de Bukele (el escenario más probable) rompería con cuatro tendencias electorales recientes: 1) el voto de castigo contra los gobiernos en ejercicio; 2) la dificultad de ser reelegido; 3) la necesidad de ir a un balotaje para definir la presidencia; y 4) Presidentes sin mayoría propia en el Congreso.
Por lo anterior es importante reconocer que Bukele “es un presidente muy popular, pero esta popularidad no lo convierte en un presidente democrático”. “Es, por el contrario, un presidente que ejerce el poder de manera crecientemente autoritaria y que logrará su reelección consecutiva en abierta violación de la Constitución de la República”, advirtió.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/elecciones-legislativas-presidenciales-/1120943/2024/