Fourteen US congresspeople signed a letter addressed to the US Secretary of State, Anthony Blinken, expressing their concern about the “democratic setbacks” and the “increase in reports of human rights violations in El Salvador”, leading up to the elections next Sunday, February 4, “in which the current president Nayib Bukele is running for an unconstitutional second term.”
The letter, dated January 30, 2024, was signed by congresspeople such as Ilhan Omar, Joaquín Castro, James McGovern, Raúl Grijalva, among others.
The congresspeople list various complaints made during the state of emergency since March 2022, including “arrests without due process, including US citizens, and has served as a ‘smokescreen’ for the selective harassment of political opponents, human rights defenders, environmental activists, and others.”
“We are honored to receive your attacks a few days before our election. I would be very worried if we had your support. Thank you” – Nayib Bukele, President of El Salvador.
The congresspeople referred to the upcoming elections as a “significant breakdown in El Salvador’s constitutional norms,” acknowledging that “the Salvadoran Constitution is unequivocal in its prohibition of serving consecutive terms as president,” as Nayib Bukele intends.
The letter was answered by Bukele and several of his deputies, who attacked congresswoman Ilhan Omar. Bukele responded in the same way he referred to corruption investigations against his government published by different media outlets in recent days.
“We are honored to receive your attacks, just days before our election. I would be very worried if we had your support. Thank you,” wrote Bukele on his X (formerly Twitter) account.
Meanwhile, two international politics experts in the Central American region pointed out that the congresspeople’s letter puts pressure on the Biden administration to take a more emphatic stance against Bukele’s re-election attempt, despite the constitutional ban.
“If President Nayib Bukele does the same thing a few days before the elections, I hope the Democrats don’t cry afterward” – Christian Guevara, head of the Nuevas Ideas faction.
“They talk about the need to take a clearer position on human rights from the Biden administration, they talk about the baseless capture of Rubén Zamora, and most interestingly: they talk about putting any kind of agreement involving resources from the United States under greater scrutiny, including IMF support,” said Ricardo Valencia, assistant professor at California State University Fullerton and Ph.D. in communications.
Michael Paarlberg, assistant professor of political science at Virginia Commonwealth University (VCU), considered the congresspeople’s letter as a warning.
“Congress does not want to interfere in the elections of another country. But it wants to sound the alarms about the overall trend of authoritarian consolidation and be a brake on this trend because the Biden administration has apparently given up its concern for authoritarianism,” analyzed Paarlberg.
El Salvador Human Rights Congress Letter
Catorce congresistas estadounidenses preocupados por elecciones en El Salvador
Catorce congresistas estadounidenses firmaron una carta dirigida al secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, para expresar su preocupación por los “retrocesos democráticos” y el “incremento en los reportes de violaciones a Derechos Humanos en El Salvador”, de cara a las elecciones del próximo domingo 4 de febrero, “en las que el actual presidente Nayib Bukele se postula para un segundo mandato inconstitucional”.
La carta, con fecha 30 de enero de 2024, fue firmada por congresistas como Ilhan Omar, Joaquín Castro, James McGovern, Raúl Grijalva, entre otros.
Los congresistas enumeran diferentes denuncias hechas durante la vigencia, desde marzo de 2022, del régimen de excepción, incluyendo “arrestos sin debido proceso, incluyendo ciudadanos estadounidenses, y ha servido como ‘cortina de humo’ para el acoso selectivo de opositores políticos, defensores de derechos humanos, activistas ambientales y otros”.
“Nos sentimos honrados de recibir sus ataques, pocos días antes de nuestra elección. Estaría muy preocupado si tuviéramos su apoyo. Gracias” — Nayib Bukele, presidente de El Salvador.
Los congresistas se refirieron a las elecciones del próximo domingo como una “ruptura significativa en las normas constitucionales de El Salvador”, ya que reconocen que “la Constitución salvadoreña es inequívoca en su prohibición de cumplir mandatos consecutivos como presidente”, tal como pretende Nayib Bukele.
La misiva fue contestada por Bukele y varios de sus diputados, quienes atacaron a la congresista Ilhan Omar. Bukele respondió de la misma manera en que se refirió a investigaciones de corrupción contra su gobierno publicadas por diferentes medios en los últimos días.
“Nos sentimos honrados de recibir sus ataques, pocos días antes de nuestra elección. Estaría muy preocupado si tuviéramos su apoyo. Gracias”, escribió Bukele en su cuenta de X (antes Twitter).
Mientras tanto, dos expertos en política internacional en la región centroamericana señalaron que la carta de los congresistas pone presión a la administración Biden para pronunciarse con más énfasis ante el intento de reelección de Bukele, pese a la prohibición constitucional.
“Si el presidente Nayib Bukele hace lo mismo unos días antes de las elecciones, espero que los demócratas no lloren después” — Christian Guevara, jefe de fracción de Nuevas Ideas.
“Hablan de la necesidad de tomar una posición más clara con los derechos humanos de la administración Biden, hablan de la captura sin bases de Rubén Zamora, y lo más interesante: hablan de poner bajo mayor escrutinio cualquier tipo de acuerdo que involucre recursos de Estados Unidos, incluyendo el apoyo del FMI”, consideró Ricardo Valencia, profesor asistente de la Universidad Estatal de California Fullerton y doctor en comunicaciones.
Michael Paarlberg, profesor asistente de ciencias políticas en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (VCU), consideró que la misiva de los congresistas debe ser vista como una alerta.
“El Congreso no quiere interferir en las elecciones de otro país. Pero desea sonar las alarmas sobre la tendencia general de consolidación autoritaria y ser un freno a esta tendencia, porque el gobierno de Biden aparentemente ha renunciado a su preocupación por el autoritarismo”, analizó Paarlberg.