The Salvadoran government spent $9,035,550 on contracting services to distribute the packages from the Presidential Program for Food Assistance (PPAA), which are being handed out in different parts of the country during the election campaign.
On January 8 and 9, the Ministry of the Interior published two auction notices in the Product and Service Exchange (BOLPROS) to contract transportation services to distribute the packages and logistics personnel to “assist people at risk of food insecurity”, while allegations continue over the use of public resources for the re-election campaign of candidate and President Nayib Bukele.
According to purchase offer number 4, the Ministry of the Interior intended to pay $7,979,550 for trucks with capacities of 4 and 8 tons, 4×4 pickups, and buses for up to 30 days, with 24-hour coverage to transport the food packages and personnel.
LA PRENSA GRÁFICA confirmed that trucks with the required characteristics in the negotiation are located in the San Carlos barracks of the Salvadoran Armed Forces, where workers wearing PPAA shirts handle boxes identified with the Presidential logo.
“No official can take advantage of their position to campaign. The TSE should act, but sometimes it’s not a matter of reason, but of vote” — Julio Olivo, magistrate of the TSE.
From there, the food packages have been distributed to different points in the Metropolitan Area of San Salvador (AMSS), such as Los Pinos Avenue, Ciudad Credisa, in Soyapango; and the Santa Marta community, in San Jacinto, San Salvador.
At least 800 workers were contracted for this operation, according to offer number 5 published by the Ministry of the Interior. These have been called “registrars” and are in charge of “collecting information on the delivery of packages house by house, through an online form”, for an assigned amount of $1,056,000.
As verified by this media, the registrars not only distribute the baskets but also take photographs of the single identity document (DUI) of one of the family members receiving the package. The offer states that a minimum daily registration of 100 people per worker must be met.
Workers must be available for 30 days, and will be assigned a base salary per shift of $44. The resources to pay both contracts come from the Civil Protection Fund, Prevention and Disaster Mitigation (FOPROMID).
Although FOPROMID’s legal allocation is only $4 million per year, the Salvadoran government increased its allocation to $600 million in 2020, and has spent a total of $176 million in 2023, according to data from the Fiscal Transparency Portal of the Ministry of Finance.
This allocation has been used at the government’s discretion, as, according to transparency experts, all purchases made through FOPROMID do not go through the usual controls of the Public Procurement Law.
The United Nations Humanitarian Response Program identifies more than 869,000 Salvadorans as food insecure; and just in the last four years, at least 213 people have died from severe and moderate malnutrition in El Salvador, according to the official records of the Ministry of Health. This was revealed by an investigation of LA PRENSA GRÁFICA published in September 2023.
“The Supreme Electoral Tribunal should initiate an investigation into this, determine responsibilities and dismiss the officials involved” — Eduardo Escobar, Executive Director of Acción Ciudadana.
Despite this emergency, the government waited almost three years to create the PPAA, a project very similar to the Health Emergency Program (PES), which was implemented during the 2021 election campaign.
LA PRENSA GRÁFICA consulted the Presidential Press Secretary, Ernesto Sanabria, on the criteria for distributing the food packages and why distribution was waited until the campaign, but at the time of closing this article, no response was given.
For the executive director of Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, this is an “evident act of political patronage through the delivery of food in exchange for electoral support; they are playing with people’s hunger.”
Escobar believes that the Supreme Electoral Tribunal (TSE) “should initiate an investigation into this, determine responsibilities, and dismiss the officials involved.”
The TSE has not yet made a statement on this illegal campaign allegation. Magistrate Guillermo Wellman said that “so far, all political parties, except those that may not have financing, are doing the same thing they have done every year.”
Magistrate Julio Olivo, meanwhile, said that “the TSE should act, but sometimes it is not a matter of reason, but of voting” within the collegiate body.
Gobierno gasta $9 millones en distribución de paquetes de alimentos, en campaña electoral
El Gobierno salvadoreño gastó $9,035,550 en la contratación de servicios para distribuir los paquetes del Programa Presidencial de Apoyo Alimenticio (PPAA), que están siendo entregados en distintos puntos del país en plena campaña electoral.
El Ministerio de Gobernación publicó el 8 y 9 de enero dos avisos de subasta en la Bolsa de Productos y Servicios (BOLPROS) para contratar el servicio de transporte para distribuir los paquetes y el personal de logística para “la atención de personas en riesgo alimentario”, mientras siguen las denuncias por el uso de recursos públicos para la campaña de reelección del candidato y presidente Nayib Bukele.
Según la oferta de compra número 4, Gobernación pretendía pagar $7,979,550 por el servicio de transporte de camiones de 4 y 8 toneladas, pick ups 4×4 y buses hasta por 30 días, con una cobertura de 24 horas, para trasladar los paquetes de alimentos y personal.
LA PRENSA GRÁFICA constató que camiones con las características requeridas en la negociación se encuentran en el cuartel San Carlos, de la Fuerza Armada de El Salvador, donde trabajadores identificados con camisetas del PPAA mueven cajas identificadas con el logo de la Presidencia.
“Ningún funcionario puede prevalecerse de su cargo para hacer campaña. El TSE debería actuar, pero a veces no es un tema de razón, sino de votación” — Julio Olivo, magistrado del TSE.
Desde ahí, han sido repartidos los paquetes alimenticios hacia distintos puntos del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) como la avenida Los Pinos, de Ciudad Credisa, en Soyapango; y la comunidad Santa Marta, en San Jacinto, San Salvador.
Se trata de al menos 800 trabajadores contratados para esta operación, según la oferta número 5 publicada por Gobernación. Estos han sido denominados como “registradores” y están a cargo de “realizar el levantamiento de la información de la entrega de paquetes casa por casa, a través de formulario en línea”, por un monto asignado de $1,056,000.
Según constató este medio, los registradores se dedican no solo a distribuir las canastas, sino a tomar fotografías del Documento Único de Identidad (DUI) de uno de los miembros de la familia que reciba el paquete. La oferta establece que se debe cumplir con un registro diario mínimo de 100 personas por trabajador.
Los trabajadores deben estar disponibles por 30 días, y se les asignará un salario base por jornada de $44. Los recursos para pagar ambos contratos provienen del Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (FOPROMID).
Aunque la asignación legal de FOPROMID es de solo $4 millones anuales, el gobierno salvadoreño elevó su asignación hasta en $600 millones en 2020, y ha gastado un total de $176 millones en 2023, según revelan datos del Portal de Transparencia Fiscal del Ministerio de Hacienda.
Esta cartera ha sido utilizada de forma discrecional, pues, según señalan expertos en transparencia, todas las compras realizadas a través del FOPROMID no pasan por los controles habituales de la Ley de Compras Públicas.
El Programa de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas ubica a más de 869,000 salvadoreños en inseguridad alimentaria; y solo en los últimos cuatro años al menos 213 personas han muerto por desnutrición severa y moderada en El Salvador, según el registro oficial del Ministerio de Salud. Así lo reveló una investigación de LA PRENSA GRÁFICA publicada en septiembre de 2023.
“El Tribunal Supremo Electoral debería iniciar una investigación sobre esto, determinar responsabilidades y destituir a los funcionarios involucrados” — Eduardo Escobar, Director Ejecutivo de Acción Ciudadana.
A pesar de esta emergencia, el Gobierno esperó casi tres años para crear el PPAA, un proyecto muy similar al Programa de Emergencia Sanitaria (PES), ejecutado en la campaña electoral de 2021.
LA PRENSA GRÁFICA consultó al secretario de Prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria, sobre cuáles fueron los criterios para repartir los paquetes de alimentos, y por qué se esperó hasta la campaña para la entrega; sin embargo, al cierre de esta nota, no dio una respuesta.
Para el director ejecutivo de Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, esto es un “evidente acto de clientelismo político por medio de la entrega de alimentos a cambio de apoyo electoral; están jugando con el hambre de la gente”.
Escobar consideró que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) “debería iniciar una investigación sobre esto, determinar responsabilidades y destituir a los funcionarios involucrados”.
El TSE sigue sin pronunciarse sobre esta denuncia de campaña ilegal. El magistrado Guillermo Wellman aseguró que “hasta ahorita todos los partidos políticos, con excepción de los que quizás no tienen financiamiento, están haciendo lo mismo que han hecho todos los años”.
El magistrado Julio Olivo, en tanto, consideró que “el TSE debería actuar, pero a veces no es un tema de razón, si no de votación” al interior del organismo colegiado.