The Ministry of Interior and Territorial Development (MIGOBT) has been in charge of executing the resources allocated to the FOPROMID since 2005. This fund, created to address emergencies in El Salvador, is allocated $4 million annually. However, since the declaration of a state of emergency due to the COVID-19 pandemic in March 2020, FOPROMID has experienced significant increases through constant transfers and modifications to the initial budget. This uninterrupted increase has raised doubts about the management of the multimillion-dollar amounts by Nayib Bukele’s government even when no emergency exists. Furthermore, the ruling party’s insistence on hiding the management of the money under information reserves and its refusal to be held accountable raises more questions.

The only information available on this Emergency Fund is posted on the Fiscal Transparency Portal, which details that in 2020, FOPROMID received total funding of $661.3 million. The execution of this fund was carried out at an accelerated pace, reaching the figure of $513.8 million transferred by May 13, 2020. This represents a significant 77.7% of the total amount allocated for that year when El Salvador and the world were facing the pandemic.

What was initially considered an exceptional response to the COVID-19 health emergency has evolved into a recurring pattern on the part of Nayib Bukele’s government, characterized by the constant transfer of millions of dollars to FOPROMID.

In 2021, the total amount transferred amounted to $340.8 million. Although this figure represents a decrease compared to the previous year, it is still considerably higher compared to the $4 million initially budgeted by law.

During 2022, the modification to FOPROMID’s budget reached $151.6 million, of which, according to official data, $148.6 million was executed. By September 2023, the Ministry of Finance had already transferred a total of $158.6 million, thus exceeding the amount executed in the previous year. These figures reflect a persistent trend of financial allocations far exceeding initial forecasts.

Fund transfers to FOPROMID are not occasional but have been carried out continuously, maintaining a constant monthly pace. This is despite the fact that El Salvador is not facing any emergency, such as the initial pandemic crisis, tropical storms or earthquakes. In 2023, the largest transfers were recorded in the months of May and June, reaching sums of $34.5 million and $38.4 million, respectively.

Due to the lack of transparency and the use of FOPROMID in periods when there are no emergencies, the execution of this fund has been criticized by the opposition in the country. This is mainly because this fund was never subject to the Law of Acquisitions and Public Administration Contracts (LACAP) and therefore Bukele’s government could bypass procedures.

Congresswoman Claudia Ortiz, from the Vamos party, said she is concerned that the millions of dollars available to the Emergency Fund have been used to benefit businesspeople who are in the government or friends and allies of the ruling party: “This administration uses emergencies, precisely, to generate huge benefits for connected sectors through public purchases,” criticized Ortiz.

Since March 22, 2023, acquisitions and contracts made with FOPROMID have been subject to the new Public Procurement Law, which replaced the repealed LACAP. In theory, this inclusion should have provided transparency in the use of funds, but in reality, it did not.

“Unlike what the ruling party said, it has not translated into greater transparency or greater order; in fact, this decision was made so hastily that I am not sure it has been implemented the way government representatives expected,” Ortiz opined.

The Emergency Fund has also been used to finance part of the state of emergency, which has been in effect since March 2022 to date, even though it does not fit Article 4 of the FOPROMID Creation Law, which states that “resources may only be used in disaster prevention or in cases that require timely and effective emergency attention caused by disasters.” However, the report presented by the Ministry of Interior for the 2021-2022 period details that during the first two months under the state of emergency, $14.9 million were transferred from FOPROMID, of which $11.6 million was executed. In the following period, the 2022-2023 report reveals that by May, transfers totaling $32.1 million were made, with an execution of $30.7 million.

In summary, since the beginning of the pandemic to date, FOPROMID has received more than $1,312.3 million. However, the lack of detailed records makes it difficult to delve into and fully understand how they have been executed and if they are justified.

Gato Encerrado: https://gatoencerrado.news/2024/01/24/gobierno-de-bukele-sigue-usando-el-fondo-para-emergencias-sin-emergencia/

Gobierno de Bukele sigue usando el Fondo para Emergencias sin emergencia

El Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial (MIGOBT) se encarga de ejecutar los recursos asignados al Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (FOPROMID) desde el año 2005. Este fondo, creado con la finalidad de hacer frente a las emergencias en El Salvador, cuenta anualmente con una asignación de $4 millones. Sin embargo, desde la declaración de emergencia por la pandemia de COVID-19, en marzo de 2020, el FOPROMID ha experimentado incrementos millonarios a través de constantes transferencias y modificaciones al presupuesto inicial. Este aumento ininterrumpido ha dejado dudas sobre el manejo de los montos millonarios que hace el Gobierno de Nayib Bukele incluso cuando no existe una emergencia. Además, el empeño del oficialismo en ocultar la administración del dinero bajo reservas de información y su negativa a rendir cuentas provoca más interrogantes.

Lo único que se puede saber sobre este Fondo para Emergencias es lo que está colgado en el Portal de Transparencia Fiscal, donde se detalla que en el año 2020 el FOPROMID recibió un financiamiento total de $661.3 millones. La ejecución de este fondo se hizo a un ritmo acelerado, alcanzando la cifra de $513.8 millones transferidos hasta el 13 de mayo de 2020. Esto representa un significativo 77.7 % del monto total asignado para ese año, cuando El Salvador y el mundo entero estaban enfrentando la pandemia.

Lo que inicialmente se consideró como una respuesta excepcional ante la emergencia sanitaria por COVID-19, evolucionó hasta convertirse en un patrón recurrente por parte del Gobierno de Nayib Bukele, caracterizado por la constante transferencia de montos millonarios de dinero al FOPROMID.

En el año 2021, la cantidad total transferida ascendió a $340.8 millones. Aunque esta cifra representa una disminución con respecto al año anterior, sigue siendo considerablemente superior en comparación con los $4 millones inicialmente presupuestados por la ley.

En el transcurso del año 2022, la modificación al presupuesto del FOPROMID alcanzó los $151.6 millones, de los cuales, según datos oficiales, se ejecutaron $148.6 millones. Para septiembre de 2023, el Ministerio de Hacienda ya había transferido un total de $158.6 millones, superando así la cantidad ejecutada en el año precedente. Estos números reflejan una tendencia persistente de asignaciones financieras que superan ampliamente las previsiones iniciales.

Las transferencias de fondos al FOPROMID no son ocasionales, sino que se han realizado de manera continua, manteniendo un ritmo mensual constante. Todo esto a pesar de que El Salvador no enfrenta ninguna emergencia, como la crisis inicial de la pandemia, tormentas tropicales o terremotos. En el año 2023 se registraron las mayores transferencias en los meses de mayo y junio, alcanzando las sumas de $34.5 millones y $38.4 millones, respectivamente.

Por la falta de transparencia y la utilización del FOPROMID en periodos en los que no hay emergencias, la ejecución de este fondo ha sido objeto de críticas por parte de la oposición en el país. Sobre todo porque este fondo nunca estuvo sujeto a la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP) y por eso el Gobierno de Bukele pudo saltarse los procedimientos.

La diputada Claudia Ortiz, del partido Vamos, aseguró que le preocupa que los millones de dólares que han estado a disposición del Fondo para Emergencias han sido utilizados para beneficiar a los empresarios que están en el gobierno o que son amigos y aliados del oficialismo: “Esta administración utiliza las emergencias, precisamente, para generar grandes beneficios a sectores allegados a través de las compras públicas”, criticó Ortiz.

A partir del 22 de marzo de 2023, las adquisiciones y contrataciones realizadas con el FOPROMID quedaron sujetas a la nueva Ley de Compras Públicas, la cual sustituyó a la derogada LACAP. En teoría, esta inclusión debería haber brindado transparencia en el uso de los fondos, pero en la realidad no sucedió así. 

“A diferencia de lo que decía el oficialismo, no se ha traducido en mayor transparencia, ni mayor orden; de hecho, se tomó esta decisión tan a la carrera que no estoy segura si se ha podido implementar de la forma en que esperaban los representantes del gobierno”, opinó Ortiz.

El Fondo para Emergencias también ha sido utilizado para financiar parte del régimen de excepción, que está vigente desde marzo de 2022 hasta la fecha, a pesar de que no encaja en el artículo 4 de la Ley de Creación del FOPROMID que dice que “los recursos solamente podrán utilizarse en la prevención de desastres o en aquellos casos que demanden una oportuna y efectiva atención de emergencia ocasionada por desastres”.  Sin embargo, la memoria de labores presentada por el Ministerio de Gobernación para el periodo 2021-2022, detalla que durante los dos primeros meses bajo el régimen de excepción se transfirieron $14.9 millones provenientes del FOPROMID, de los cuales se ejecutaron $11.6 millones. En el periodo siguiente, la memoria de labores correspondiente a 2022-2023 revela que hasta mayo se realizaron transferencias por un total de $32.1 millones, con una ejecución de $30.7 millones.

Al hacer la suma, desde el inicio de la pandemia hasta la fecha, el FOPROMID ha recibido más de $1,312.3 millones. Sin embargo, la falta de registros detallados dificulta profundizar y comprender a fondo la forma en que han sido ejecutados y si tienen justificación.

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