Cristosal presented the first phase of the report “Civil Society on Alert: Research on Affections to the Right of Organization,” in which 71 organizations, associations, networks, and civil society collectives participated, revealing patterns of harassment and intimidation towards civic spaces.
The findings indicate violations of the rights to free expression, association, and participation through various patterns: threats against life and personal security, harassment and cyber harassment, obstruction of participation in marches or demonstrations, sexual harassment, criminalization, difficulties in registering legal personality, administrative harassment through the instrumentalization of the state, and censorship.
Rina Montti, director of research at Cristosal, commented that the pattern of threat against life and security is present since the state of emergency, which has been in place for 20 months.
“Basically, the state of emergency is used as a tool to intimidate or intimidate organizations to continue exercising their community work” — Rina Montti, director of research at Cristosal
Other violations have to do with attacks on the personal freedom and integrity of members of organizations, closure of spaces for articulation with public institutions, such as working tables with institutions, the Public Ministry, and municipalities; limitation of access to information and espionage and interventions of electronic devices.
“And this is linked to censorship, there is a lot of fear of people being able to speak because of these mechanisms, even some organizations mentioned to us that they have had to invest money to have specialized software to have more control and privacy of what is discussed,” she expressed.
She added that many of the organizations work with victims of different types of violence and their information is at risk, which is sensitive. And that would also lead to stopping using social networks.
In addition, it points out that organizations have a “wear and tear” due to obstacles that institutions put in place to register new organizations, particularly those of young people; as well as administrative harassment by the Ministry of Finance in observing already completed tax documentation.
“It has also been quite frequent to find cases of censorship, that is, organizations are prohibited, especially those that have some link with the State, from continuing to be critical of a situation, whether of local governments or central government, can have consequences in terms of their operation,” said Montti.
It points out that the narrative of disqualification towards organizations is exercised not only by social media users, but also by public officials.
In the right to participation, the number of police and military checkpoints to prevent people from organizations from participating in marches or the increased presence of security forces that take photographs of the protesters are highlighted.
Violations to sectors
As part of the study, organizations from women’s sectors, education, health, environment, community organizations, and youth were addressed.
The study highlights that there is an increase in hate speech towards critical organizations, which is more severe against women. “Usually it has a sexual connotation and obviously they are defamatory in nature and there is much more malice in the placement of the messages, especially on social networks,” said Montti.
Environmental organizations reported that there is a criminalization of environmental defenders, attacks on reputation, self-censorship, intimidation, and corruption. These last ones based on interests to evict areas to exploit resources or make projects.
Salvador Novellino, from Cristosal’s human rights defender team, also explained the closure of progressive spaces and increase in attacks that the organization has had, not only in attacks of discredit but also in administrative harassment by the Ministries of the Interior and Finance since December 2023 with the rejection of the registration of financial statements.
Carolina Jiménez, from the Washington Office for Latin American Affairs (WOLA), who expressed international concern about the Salvadoran democratic and human rights situation, also participated in the presentation. “We are concerned, number one, because they are policies that violate the human rights of you, the Salvadoran men and women; and number two, because unfortunately, these policies have been discussed in Latin America as a model to follow,” she said.
She indicated that more government propaganda is promoted and not the cases of people victims of human rights violations.
Investigación de Cristosal revela patrones de acoso hacia organizaciones civiles
Cristosal presentó la primera fase de informe “Sociedad civil en alerta: investigación sobre afectaciones al derecho de organización”, en el que participaron 71 organizaciones, asociaciones, redes y colectivos de la sociedad civil, el cual revela patrones de acoso y hostigamiento hacia los espacios cívicos.
Los hallazgos señalan vulneraciones a los derechos de libre expresión, de asociación y de participación por medio de varios patrones: amenazas contra la vida y seguridad personal, acoso y ciberacoso, obstrucción de participación en marchas o manifestaciones, acoso sexual, criminalización, dificultades de inscripción de personería jurídica, acoso administrativo a través de la instrumentalización del Estado y censura.
Rina Montti, directora de investigación en Cristosal, comentó que el patrón de la amenaza contra la vida y la seguridad está presente a partir del régimen de excepción que lleva 20 meses vigente.
“Que básicamente se utiliza como una herramienta, el régimen de excepción, para poder amedrentar o intimidar a las organizaciones a que continúen ejerciendo su trabajo comunitario” — Rina Montti, directora de investigación de Cristosal
Otras vulneraciones tienen que ver con ataques a la libertad e integridad personal de miembros de organizaciones, cierre de espacios de articulación con instituciones públicas, como las mesas de trabajo con instituciones, ministerio Público y alcaldías; limitación de acceso a la información y espionaje e intervenciones de dispositivos electrónicos.
“Y esto tiene vínculo con la censura, hay mucho temor de las personas poder hablar por estos mecanismos, incluso hay algunas organizaciones que nos mencionaron que han tenido que invertir dinero para poder tener software especializados para poder tener más control y privacidad de lo que se converse”, expresó.
Agregó que muchas de las organizaciones trabajan con víctimas de diferentes tipos de violencias y se pone en riesgo su información, la cual es sensible. Y eso también incidiría en dejar de usar redes sociales.
Además, señala que las organizaciones tienen un “desgaste” por obstáculos que ponen las instituciones para poder inscribir organizaciones nuevas, particularmente de jóvenes; así como acoso administrativo de parte del Ministerio de Hacienda en observar documentación tributaria ya realizada.
“También ha sido bastante frecuente encontrar casos de censura, es decir, que se les prohíbe a las organizaciones, sobre todo algunas que tienen algún vínculo con el Estado, que de continuar mostrándose críticas ante una situación ya sea de gobiernos locales o de gobierno central, pueden tener consecuencias en cuanto a su operación”, dijo Montti.
Señala la narrativa de descalificación hacia las organizaciones es ejercida no solo por usuarios de redes sociales, sino que de parte de funcionarios públicos.
En el derecho a la participación, destacan la cantidad de retenes policiales y militares para impedir que las personas de organizaciones participen en marchas o aumento de presencia de fuerzas de seguridad que llegan a tomar fotografías de los manifestantes.
Vulneraciones a sectores
Como parte del estudio, se abordaron organizaciones de sectores de mujeres, de educación, salud, medio ambiente, organizaciones comunitarias y juventudes.
El estudio destaca que hay un aumento del discurso de odio hacia las organizaciones críticas, que se recrudece contra las mujeres. “Usualmente tiene una connotación sexual y obviamente son de corte difamatorio y hay mucha más saña en la interposición de los mensajes, sobre todo en la redes sociales”, dijo Montti.
Las organizaciones de medio ambiente reportaron que existe una criminalización de defensores de medio ambiente, ataques a la reputación, autocensura, intimidación y corrupción. Estos últimos con base a intereses de desalojar zonas para explotar recursos o hacer proyectos.
Salvador Novellino, del equipo defensor de derechos humanos de Cristosal, también explicó el cierre de espacios progresivos y aumento de ataques que ha tenido la organización, no solo en ataques de desprestigio, sino en acoso administrativo de parte de los Ministerios de Gobernación y Hacienda desde diciembre de 2023 con el rechazo del registro de los estados financieros.
Participó también el presentación Carolina Jiménez, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), quien expresó la preocupación a nivel internacional por la situación democrática salvadoreña y de derechos humanos. “Nos preocupa, número uno, porque son políticas que violan derechos humanos de ustedes, de las y los salvadoreños; y número dos, porque desgraciadamente esas políticas se han venido discutiendo en América Latina como un modelo a seguir”, dijo.
Indicó que se promueve más la propaganda gubernamental y no los casos de las personas víctimas de vulneraciones a derechos.