The agricultural sector faces an increasingly uncertain landscape due to the continuous increase in production input prices and harsh weather conditions that have hit Salvadoran territory this year, causing losses and closures.
One of the largest cattle and milk producers in the Zapotitan area, in La Libertad, announced the definitive closure of their activities because the relationship between high production costs and low selling prices is currently unsustainable.
Ranchers in El Salvador stated, “We share the sentiment of all the emotions of our colleague seeing empty pens, all the sweat and sacrifice to achieve quality, making the sad decision to sell everything because it is no longer possible to continue. We have seen ministers of Agriculture come and go, each claiming to have the magic formulas to move livestock and agriculture forward.”
Months earlier, the sector had expressed how environmental factors were impacting livestock. In Pasaquina, La Unión, the drought worsened to the point of causing the death of at least 50 cattle in mid-April.
“We have been denouncing since 2022 that the agricultural sector, including agriculture, livestock, and fishing, needs government support. Without it, these sectors will gradually fail. We already have the example of this rancher, Don Daniel Martel, one of the largest ranchers in the Zapotitan area. Even though they are in an irrigated area where they can perfectly produce their pasture through irrigation, it means that production costs increase; they were already at the limit,” said Luis Treminio, president of the Salvadoran Chamber of Small and Medium Agricultural Producers (CAMPO).
According to Treminio, producing a milk bottle currently costs between $0.40 and $0.45, but producers are not managing to sell it for more than $0.40. In the specific case of Zapotitan, “they were producing to maintain the cattle,” considering that this is often the main source of income for producer families, forcing them to look for new work alternatives due to the lack of profitability in their businesses.
Another case highlighted by the president of CAMPO is that of Alfonso Escobar, a rancher from the Rio Lempa, who was forced to close his business due to the crisis.
Treminio emphasized, “We need government support since the agricultural sector is completely abandoned, and we are not blaming only this government but all previous ones. In this (government), the impact has been greater and concern has been less.”
Shortage of Labor and High Costs
The president of the Association of Ranchers of El Salvador (AGES), Sandor Siliezar, pointed out that in recent months, small producers have been forced to sell their inputs and even entire pens due to the lack of profitability in livestock farming.
“What is strangling us is primarily the issue of input costs, that’s the first point. Secondly, the issue of labor, which is very scarce in rural areas, and third but not least, the prices at which you sell your finished products do not compensate,” said Siliezar, arguing that it is more expensive to produce than the trading price, forcing ranchers to exit the business.
A small dairy farm employs approximately 10 local workers who perform various activities. When left unemployed, these workers stop stimulating the economy in their area.
The president of AGES stated that at least three similar businesses have recently closed their doors. However, high costs are not the only problem; cattle theft has also been a concern at the national level, although the situation seems to have been controlled following the arrest of several individuals involved in these activities in San Juan Opico, La Libertad.
Ganaderos se ven obligados a cerrar su lechería por alto costo de producción
El sector agropecuario enfrenta un panorama cada día más incierto entre el contínuo incremento de precios en los insumos de producción y las duras condiciones climáticas que han golpeado el territorio salvadoreño este año, generando pérdidas y cierres en el sector.
Uno de los ganaderos y productores de leche más grande en la zona de Zapotitan, en La Libertad, anunció el cierre de sus actividades de forma definitiva debido a que la relación entre los altos costos de producción y el bajo precio de venta es insostenible en la actualidad.
Ganaderos de El Salvador señalaron “compartimos el sentimiento de todas las emociones del compañero de ver los corrales vacíos, de todo el sudor y sacrificio para llegar a su calidad, tomar la triste decisión de vender todo porque ya no se puede seguir adelante. Hemos visto desfilar ministro, tras ministro de Agricultura, cada uno según estos personajes traen las fórmulas mágicas para sacar adelante la ganadería y agricultura”.
Meses antes el sector había expresado como los factores ambientales estaban golpeando la ganadería, en Pasaquina, La Unión, la sequía se agravó al grado de provocar la muerte de al menos 50 cabezas de ganado a mediados de abril.
“Nosotros hemos venido denunciando desde el 2022 que el sector agropecuario hablamos de agrícolas, ganadero y la pesca necesita el apoyo del Gobierno, de no tenerlo estos sectores poco a poco van a ir fracasando ya tenemos el ejemplo de este ganadero, don Daniel Martel que es uno de los más grandes ganaderos de la zona de Zapotitan y a pesar que está en una zona de riego que ellos pueden perfectamente producir su pasto a través del riego, pero significa que aumenta el costo de producción, lógicamente ellos ya estaban en el límite”, señaló Luis Treminio, presidente de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO).
Según Treminio producir una botella de leche actualmente cuesta entre $0.40 y $0.45, pero los productores no están logrando comercializarla a más de $0.40 por lo que en el caso específico de Zapotitan “estaban produciendo para mantener el ganado”, tomando en cuenta que en muchas ocasiones está es la principal fuente de ingresos para las familias productoras se ven en la necesidad de buscar una nueva alternativa de trabajo al no tener rentabilidad en sus negocios.
Otro de los casos expuestos por el presidente de CAMPO es el de Alfonso Escobar, un ganadero del río Lempa, quién se vio obligado a cerrar su negocio ante la crisis.
Treminio recalcó “necesitamos el apoyo del Gobierno ya que el sector agropecuario está totalmente abandonado, y no le estamos echando solo la culpa de este sino que a todos los gobiernos anteriores lo que pasa. En este (gobierno) se ha visto más impacto y se ha visto menos la preocupación”.
Poca mano de obra y altos costos
El presidente de la Asociación de Ganaderos de El Salvador (AGES), Sandor Siliezar, señaló que en los últimos meses se ha visto como pequeños productores se ven en la necesidad de vender sus insumos e incluso corrales completos al no obtener ningún tipo de rentabilidad en la ganadería.
“Lo que nos está estrangulando es el tema principalmente de los costos de los insumos, eso es como primer punto, en segundo lugar el tema de la mano de obra, que es muy escasa en la zona rural y la tercera que no menos importante es que los precios a los que usted vende sus productos terminado, no compensa”, señaló Siliezar argumentando que es más caro producir que el precio de comercio presionando a los ganaderos a salirse del negocio.
Una lechería pequeña cuenta con aproximadamente 10 empleados locales que realizan diferentes actividades, mismos que al quedarse sin empleo dejan de movilizar la economía en su zona.
El presidente de AGES señaló que recientemente se han cerrado al menos tres negocios similares y han cerrado sus puertas en los últimos días. Pero los altos costos no son el único problema sino que el robo de ganado ha sido una de las preocupaciones a nivel nacional, aunque la situación parece haber sido controlada tras la captura de varios sujetos dedicados a estas actividades en San Juan Opico, La Libertad.