On the program “Al Filo de la Semana,” Father José María Tojeira said that education is concerning, as only 43% of those born in 2001 finished high school, and 49% dropped out before completing their studies.
This is serious; the poorer a household is, the greater the school dropout rate. Tojeira says that due to this, poverty is being transmitted intergenerationally.
Regarding human rights, the Jesuit priest said that the UN High Commissioner for Human Rights finds the overcrowding in prisons and how judicial processes are carried out in the country unacceptable.
This needs to be resolved for the Jesuit priest, and due process should govern the course of justice. The priest regretted that Salvadoran authorities responsible for human rights only focus on whitewashing the State’s image.
The proliferation of punitive laws in the country has led to judicial processes becoming automatic mechanisms for conviction; this does not ensure due process, meaning there’s no guarantee of human rights, said the Jesuit priest José María Tojeira.
Autoridades salvadoreñas de derechos humanos sólo se dedican a lavar la imagen del Estado: padre Tojeira
En el programa Al Filo de la Semana, el padre José María Tojeira dijo que el tema de la educación preocupa, ya que sólo el 43% de los nacidos en 2001 terminaron la secundaria y el 49% abandonó los estudios antes de terminar el bachillerato.
Esto es grave, ya que a medida que un hogar es pobre la deserción escolar es más grande. Tojeira dice que debido a esto la pobreza se está transmitiendo intergeneracionalmente.
En materia de derechos humanos, el sacerdote jesuita dijo que el alto comisionado de los derechos humanos de las Naciones Unidas considera inaceptable el hacinamiento en las prisiones y la forma en que los procesos judiciales se realizan en el país.
Para el sacerdote jesuita esto debe solventarse, y debe ser el debido proceso el que rija el paso de la justicia. El sacerdote lamentó que las autoridades salvadoreñas que velan por los derechos humanos sólo se dediquen a lavar la imagen del Estado.
La multiplicación de leyes punitivas en el país han hecho que los procesos judiciales se conviertan en mecanismos automáticos de condena; todo esto no garantiza un debido proceso, es decir no hay garantía de derechos humanos, dijo el sacerdote jesuita José María Tojeira.