Several officials from the Legislative Assembly and Nayib Bukele’s Government have announced the recent hiring of Google services in El Salvador as an “investment” by the multinational in the country.
Christian Guevara, leader of the Nuevas Ideas ruling party’s bench, stated on his X account that Google has “decided to bet on El Salvador” following a partnership announced by the government. This message was echoed by Congressman William Soriano, who emphasized that Google “will invest in El Salvador thanks to President Nayib Bukele.” Meanwhile, the Presidency’s Press Secretariat released a statement on August 29th, ensuring that Google “will invest” in the country to “provide its services to other countries and strengthen the Salvadoran social protection system.”
However, the fact is that Google is coming to El Salvador for one reason: the $500 million it will receive from Salvadoran public funds to digitize state institutions, especially health and education sectors. At its core, the agreement is a deal in which the government of El Salvador is a customer, and Google is its provider.
According to what was approved by the Legislative Assembly, the multinational has no obligations to invest in El Salvador. On the contrary, the State is obliged to guarantee the funds for the service’s contract. This fact means that officials’ statements fall under the “False” category, one of the classifications used by Ojo De Gato to verify officials’ speech.
The Digital State Modernization Act, the only known public information regarding Google’s contract agreement, was passed on September 5th without being discussed by deputies from all legislative factions, as is customary in the current legislature. This law authorizes—obliges—state institutions, including Executive, Legislative, and Judicial branches; autonomous entities, state companies, and even municipalities to “sign affiliation agreements and any other type of contracts or agreements with the strategic partner (Google).”
According to Article 4 of this law, public institutions may—or rather, should—allocate funds in their budgets to pay their projects or obligations and “acquire” services with Google. Meanwhile, the State will “ensure” that the money these institutions allocate for the services contracted with Google is “at least five hundred million dollars in total.”
“The Ministry of Finance will be obliged to ensure budget availability each year so that State entities can exercise the budget to obtain services from the Strategic Partner,” states the same article of the law approved with the votes of the Nuevas Ideas, Gana parties, and other Bukele Government allies.
Furthermore, the law allows the contracting of Google services without needing to apply the Organic Law of State Financial Administration (AFI Law) or the Public Procurement Law, which essentially regulates that state purchases go through bids or tendering processes. In this case, Google will be the only company providing these services to the State without facing any auditing processes.
Moreover, contrary to what officials claim, the approved law does not oblige Google to invest in the country, even though several deputies assert that the agreement is an investment. The law stipulates that the multinational’s duty is to “establish the necessary provisions for the implementation, development, digital transformation, and modernization of the Salvadoran State.”
It’s a contract, not an investment
Congresswoman Anabel Belloso, from the FMLN party, told GatoEncerrado that when the government announced the alliance with the multinational at the end of August, it omitted a “tiny detail”: Google’s arrival in El Salvador will cost the country $500 million.
“It will cost the Salvadoran people at least $500 million for Google’s services. They (the deputies who approved the law) expressed in the plenary session that these will be services for state institutions. Still, they have not taken the time to argue or justify the cost that the people will ultimately pay,” Belloso stated.
Meanwhile, Claudia Ortiz, a congresswoman from the Vamos party, added that the narrative before the proposal of the law became public was that Google had “set its sights on El Salvador to invest.” Still, it was more “misleading advertising.”
“What the project law text says is not that there will be direct foreign investment. Instead, El Salvador will purchase services that may cost us at least $500 million. This is not an investment. This is called public spending,” Ortiz pointed out.
In their speeches, ruling party deputies Guevara and Soriano, who approved the law, did not reference the cost of the multinational’s services in the country.
On August 29th, Google announced, through a press release, the existence of a seven-year agreement with the government of El Salvador for the country to become a technology hub. Without making the agreement public, the company said it would establish an office in the country for this purpose.
“Google Cloud will be El Salvador’s strategic innovation partner, securely digitizing government processes and projects, including electronic billing, permits, and other initiatives (…) El Salvador has chosen to incorporate Google Cloud’s AI technologies to assist doctors with real-time information access (…) And a commitment to implement a Unified Educational Data Platform,” reads Google’s statement.
Es falso que Google invertirá en El Salvador; es el gobierno quien pagará $500 millones por sus servicios
Varios funcionarios de la Asamblea Legislativa y del Gobierno de Nayib Bukele han anunciado la reciente contratación de los servicios de Google en El Salvador como una “inversión” de la multinacional en el país.
Christian Guevara, jefe de la bancada oficialista de Nuevas Ideas, dijo en su cuenta de X que Google ha “decidido apostar por El Salvador” tras una alianza anunciada por el gobierno. El mensaje fue secundado por el diputado William Soriano quien destacó que Google “invertirá en El Salvador gracias al presidente Nayib Bukele”. Mientras que la Secretaría de Prensa de la Presidencia publicó un comunicado el 29 de agosto asegurando que Google “invertirá” en el país para “proveer sus servicios a otros países y fortalecer el sistema de protección social de los salvadoreños”.
Pero el hecho es que Google viene a El Salvador por una razón: los $500 millones que obtendrá de los fondos públicos de los salvadoreños para digitalizar las instituciones del Estado, en especial las áreas de salud y educación. Lo acordado, en el fondo, es un negocio en el que el gobierno de El Salvador es un cliente y Google su proveedor.
Conforme a lo aprobado por la Asamblea Legislativa, la multinacional no tiene obligaciones de invertir en El Salvador. Al contrario, es el Estado el que está obligado a garantizar los fondos para la contratación de los servicios. Un hecho que hace que las declaraciones de los funcionarios entren en la definición de “Falsa”, una de las categorías bajo las que Ojo De Gato hace verificaciones al discurso de los funcionarios.
La Ley General de Modernización Digital del Estado, que es lo único que se conoce públicamente sobre el acuerdo de contratación de Google, fue aprobada el 5 de septiembre sin haber sido discutida por los diputados de todas las fracciones legislativas, como es lo usual en la actual legislatura. Esta ley autoriza —obliga— a las instituciones del Estado, incluyendo los órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial; las autónomas, las empresas estatales y hasta las municipalidades a “suscribir acuerdos de afiliación y cualquier otro tipo de contratos o acuerdos con el socio estratégico (Google)”.
Según el artículo 4 de esta ley, las instituciones públicas podrán —o mejor dicho deberán— asignar fondos en sus presupuestos no solo para el pago de sus proyectos u obligaciones sino para “adquirir” servicios con Google. Mientras que el Estado “garantizará” que el dinero asignado por esas instituciones para los servicios contratados con Google ronden “al menos quinientos millones de dólares en total”.
“El Ministerio de Hacienda tendrá la obligación de asegurar la disponibilidad presupuestaria cada año para que las entidades del Estado puedan ejercer el presupuesto para obtener servicios por parte del Socio Estratégico”, señala el mismo artículo de la ley aprobada con los votos de los partidos Nuevas Ideas, Gana y otros aliados del Gobierno de Bukele.
Asimismo, la ley permite que para contratar los servicios de Google no sea necesario aplicar la Ley Orgánica de la Administración Financiera del Estado (Ley AFI) ni la Ley de Compras Públicas que, en su esencia, regulan que las compras del Estado entren a concursos o procesos de licitación o competencia. En este caso, Google será la única empresa que facilitará dichos servicios al Estado sin que se enfrente a procesos de fiscalización alguno.
Además, contrario a lo que aseguran los funcionarios, la ley aprobada no obliga a Google a invertir en el país, a pesar de que varios diputados aseguran que el convenio se trata de una inversión. Lo estipulado en la ley, como el deber de la multinacional, es “establecer las disposiciones necesarias para la implementación, desarrollo, transformación digital y modernización del Estado salvadoreño”.
Es contratación no inversión
La diputada Anabel Belloso, del partido FMLN, dijo a GatoEncerrado que cuando el gobierno anunció la alianza con la multinacional a finales de agosto omitió un “pequeñísimo detalle” y es que la llegada de Google a El Salvador le costará al país $500 millones.
“Al menos $500 millones le costará al pueblo salvadoreño los servicios que va a prestar Google. Lo que ellos (los diputados que aprobaron la ley) manifestaron en la plenaria es que se tratará de servicios para las instituciones del Estado, pero no se han tomado el tiempo para argumentar o justificar el costo que al final será pagado por el pueblo”, afirmó Belloso.
Mientras que Claudia Ortiz, diputada del partido Vamos, añadió que la narrativa que se había manejado antes de hacerse pública la propuesta de Ley es que Google había “puesto los ojos en El Salvador para invertir”, pero fue mas bien “publicidad engañosa”.
“Lo que dice el texto del proyecto de Ley no es que va a existir una inversión extranjera directa. Mas bien El Salvador va a comprar servicios que nos podrán costar al menos $500 millones. Esto no es inversión. Esto se llama gasto público”, señaló Ortiz.
Los diputados oficialistas Guevara y Soriano, quienes aprobaron la ley, en su discurso omitieron hacer referencia al costo de los servicios de la multinacional en el país.
Google dio a conocer, mediante un comunicado publicado el 29 de agosto, la existencia de un acuerdo por siete años con el gobierno de El Salvador para que el país se convierta en un centro tecnológico. Sin hacer público el acuerdo, la empresa dijo que establecerá una oficina en el país para tal propósito.
“Google Cloud será el socio de innovación estratégica de El Salvador ayudando a digitalizar de forma segura los procesos y proyectos gubernamentales, incluida la facturación electrónica, los permisos y otras iniciativas (…) El Salvador ha optado por incorporar las tecnologías de IA de Google Cloud para ayudar a los médicos con acceso a información en tiempo real (…) Y un compromiso de implementar una Plataforma de Datos Educativos unificada”, reza el comunicado de Google.