The Salvadoran Banking Association (Abansa) informed this Thursday that it has proposed to the government of Nayib Bukele new terms to pay the short-term domestic debt it has with them.
The current legal deadline for the government to pay local banks is a maximum of one year, but Abansa, representing 10 banks operating in the country, is offering more time. It does not specify if it will change the interest rates it will charge the Executive Branch for these extensions.
“The banks have proposed a structure of local emissions at terms of 2, 3, 5, and 7 years that will reduce short-term public debt levels and obtain a better profile of El Salvador’s financial obligations in the medium term,” says the guild in its released statement.
Short-term debt refers to Treasury Bills (Letes) and Treasury Certificates (Cetes) issued by the government and acquired by banks, mostly. This money they lend comes from what Salvadorans have deposited in financial institutions. And they are local financing instruments that serve the Executive as a “credit card” for the most immediate payments.
As of mid-July this year, the Ministry of Finance had accumulated a debt in Letes and Cetes of $1,085 million, according to placements on the Stock Exchange. Just in Letes, it amounted to $1,022.4 million, 60.1% of the amount approved by the Assembly for all 2023.
And according to figures from the Ministry of Finance in its report on the non-financial public sector debt profile, as of June 30, 2023, it owed in Letes $1,220.8 million, while in Cetes it was $1,347.1 million, that is a sum of $2,567.9 million in short-term debt.
Abansa explains that they have formally submitted a proposal to the Treasury “for the management of the Government of El Salvador’s short-term local debt.”
“This proposal aims to support the country’s efforts to improve its debt profile, reduce the country’s risk perceived by international markets, and achieve a medium-term fiscal stability framework,” adds the association.
It also clarifies that this structure “does not entail an increase in public debt investments by the banks participating in the proposal.”
Economist: The Government is Pressured
An economist consulted by El Diario de Hoy, but who prefers not to be quoted, gives his reading of Abansa’s proposal and explains that “the banks, due to the pressures they handle, want to carry the party in the best way” and believes that this is why the initiative would have arisen.
“The balance of short-term debt is huge and represents a significant outlay of funds month by month, in addition to the pressure because it is payable at one year’s term, and what they have been doing is renewing it through roll over (restructuring),” he commented.
For the expert, the situation the government is going through is uphill. “It is a very critical situation that the government has, in which the collection has come down, pension reform did not generate the space it expected, and there is a lot of pressure on public spending due to inflation, plus people’s demands, and it is also a pre-election year in which a lot is spent and where they want to bolster the president’s image.”
Therefore, the economist believes that with this backdrop, the banks come and agree with the government to propose extending the payment terms.
“They must have a lot of pressure to pay the balance of Letes in one year’s term, although they always renew them with roll over, but it would be necessary to see how they are going to break down the debt,” the specialist points out.
Bancos ofrecen al gobierno ampliar plazo para pagar la deuda interna
La Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) informó este jueves que le ha propuesto al gobierno de Nayib Bukele nuevos plazos para pagar la deuda interna de corto plazo que tiene con ellos.
El plazo actual que por ley debe cumplir el gobierno para ir pagando a los bancos locales es máximo de un año, pero Abansa, que representa a 10 bancos que operan en el país, le está ofreciendo más tiempo. No especifica si cambiará las tasas de interés que le cobrará al Órgano Ejecutivo por esas ampliaciones.
“Los bancos han propuesto una estructura de emisiones locales a plazos de 2, 3 5 y 7 años que permitirá reducir los niveles de deuda pública de corto plazo y obtener un mejor perfil de vencimientos de las obligaciones financieras de El Salvador a mediano plazo”, dice la gremial en el comunicado que divulgó.
La deuda de corto plazo se refiere a las Letras del Tesoro (Letes) y Certificados del Tesoro (Cetes) que emite el gobierno y los adquieren los bancos, mayoritariamente. Ese dinero que le prestan sale de lo que los salvadoreños tienen depositado en los entes financieros. Y son instrumentos de financiamiento a nivel local que le sirven al Ejecutivo como una “tarjeta de crédito” para hacer los pagos más inmediatos.
Hasta mediados de julio de este año, el Ministerio de Hacienda acumulaba una deuda en Letes y Cetes por $1,085 millones, según datos de las colocaciones en la Bolsa de Valores. Solo en Letes sumaba $1,022.4 millones, el 60.1% del monto aprobado por la Asamblea para todo 2023.
Y de acuerdo a cifras de Hacienda en su informe sobre el perfil de la deuda del sector público no financiero, al 30 de junio 2023 debía en Letes $1,220.8 millones, mientras que en Cetes eran $1,347.1 millones, es decir una suma de $2,567.9 millones en deuda de corto plazo.
Abansa explica que le han hecho la entrega formal de una propuesta a Hacienda “para la gestión de la deuda local de corto plazo del Gobierno de El Salvador”.
“Esta propuesta tiene como objetivo apoyar los esfuerzos del país para mejorar su perfil de deuda, disminuir el riesgo país percibido por los mercados internacionales y lograr un marco de estabilidad fiscal a mediano plazo”, agrega la asociación.
Asimismo, deja claro que dicha estructura “no conlleva un aumento en las inversiones de deuda pública de los bancos participantes de la propuesta”.
Economista: el gobierno está presionado
Un economista consultado por El Diario de Hoy, pero que prefiere no ser citado, hace su lectura sobre la propuesta de Abansa y explica que “los bancos, por las presiones que manejan, quieren llevar la fiesta de la mejor manera” y considera que por ello habría surgido la iniciativa.
“El saldo de la deuda de corto plazo es enorme y representa una erogación importante de fondos mes a mes, además de la presión porque es pagadera a un año plazo y lo que han estado haciendo es renovarla a través de roll over (reestructuración)”, comentó.
Para el experto, el panorama que atraviesa el gobierno es cuesta arriba. “Es una situación bien crítica la que tiene el gobierno en la que la recaudación se le ha venido abajo, la reforma de pensiones no le generó el espacio que esperaba y hay bastante presión en el gasto público por la inflación, más las demandas de la gente, además es un año preelectoral en el que se gasta bastante y donde la imagen del presidente la quieren apuntalar”.
Por ello, el economista opina que con ese telón de fondo es que vienen los bancos y se ponen de acuerdo con el gobierno para hacerle la propuesta de alargar los plazos para que les paguen.
“Debe tener mucha presión para pagar el saldo de Letes en un año plazo, aunque siempre los renuevan con roll over, pero habría que ver cómo van a desglosar la deuda”, apunta el especialista.