The reform that will allow massive trials for criminal structure – gang – in El Salvador will “end” the administration of justice in the Central American country, warned the lawyer and director of the Foundation for Studies for the Application of Law (FESPAD), Henri Fino, in a conversation with EFE.
The Legislative Assembly, with a broad official majority, approved at the end of July a series of reforms to the Law Against Crime, requested by the Ministry of Justice in the context of implementing an emergency regime to combat gangs.
The reform allowing group trials will come into effect, according to the legislative decree to which EFE had access, from the day of its publication in the Official Gazette.
However, when the National Printing Office will upload this publication to its website is unknown.
This reform ends individual criminal proceedings and empowers the Prosecutor’s Office to “group by structure (gang) defendants in instruction processes in different courts when it is considered that the detainees belong to the same criminal structure,” according to the decree.
“IT’S REVENGE”
“We must say goodbye to an administration of justice as such, because in these ‘trials or processes’ the judge will not have the opportunity to prove the two extremes to assign a penalty, which are participation and responsibility,” Fino stated.
The lawyer explained that a penalty is assigned according to the participation of the individual or individuals in an act.
“These are two indispensable elements in the administration of criminal justice, and with 400 (detainees), for example, in a hearing – of whom the judge does not even know their names – how will he be able to assign a penalty according to their participation?” he pointed out.
He argued that “with these 400 (detainees) that they bring (present to the judge), will there be a possibility to determine the degree of participation to assign a penalty?” “No, there are no possibilities,” he assured.
“This reform, unfortunately, is the farewell to the administration of justice, because without these elements justice is not administered. What is being done is assigning a penalty without process, without responsibility, which is revenge,” he reiterated.
The lawyer emphasized that “the trial must follow rules already established from criminal law that imply, basically, participation and responsibility.
“If we forget these rules, what are we doing? Simply what is done is revenge,” he stressed.
And he added: “These are the risks of those reforms to judge en masse and by company (gang), because what is being done is taking away the task of judging and declaring people guilty without looking back if they have participated and what degree of participation they have.”
According to official information, more than 72,000 people are detained under the emergency regime, whom the Government accuses of belonging to gangs. At the same time, humanitarian organizations report more than 5,000 “direct victims” of human rights abuses, mainly due to arbitrary detentions.
Juicios masivos “acaban” con la administración de justicia en El Salvador, dice FESPAD
La reforma que permitirá los juicios masivos por estructura criminal -pandilla- en El Salvador “acabará” con la administración de justicia en el país centroamericano, alertó el abogado y director de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), Henri Fino, en una conversación con EFE.
La Asamblea Legislativa, de amplía mayoría oficialista, aprobó a finales de julio una serie de reformas a la Ley Contra el Crimen, solicitadas por el Ministerio de Justicia en el contexto de la implementación de un régimen de excepción para combatir a las pandillas.
La reforma que permitirá los juicios grupales entrará en vigencia, según el decreto legislativo al que EFE tuvo acceso, a partir del día de su publicación en el Diario Oficial.
Sin embargo, se desconoce cuándo la Imprenta Nacional subirá a su sitio web dicha publicación.
Dicha reforma acaba con los procesos penales individuales y se faculta a la Fiscalía para “agrupar por estructura (pandilla) a imputados en procesos de instrucción en diferentes tribunales, cuando se considere que los detenidos pertenecen a una misma estructura criminal”, de acuerdo con el decreto.
“ES VENGANZA”
“Nos debemos de despedir de una administración de justicia como tal, porque en estos ‘juicios o procesos’ no va a tener posibilidad el juzgador de probar los dos extremos para asignar una pena, que son la participación y la responsabilidad”, manifestó Fino.
El abogado explicó que de acuerdo con la participación del o los individuos en un hecho, se asigna una pena.
“Son dos elementos indispensables en la administración de justicia penal y con 400 (detenidos), por ejemplo, en una audiencia -de quienes el juez no sabe ni siquiera cómo se llaman- ¿cómo podrá asignarle una pena de acuerdo con su participación?”, apuntó.
Planteó que “con estos 400 (detenidos) que le lleven (presenten al juez), ¿habrá posibilidad de determinar el grado de participación para asignar una pena?”. “No, no hay posibilidades”, aseguró.
“Esta reforma, lamentablemente, es la despedida de la administración de justicia, porque sin esos elementos no se administra justicia. Lo que se está haciendo es asignando una pena sin proceso, sin responsabilidad, lo que es venganza”, reiteró.
El letrado hizo énfasis en que “el juzgamiento debe de seguir reglas ya establecidas desde el derecho penal que implican, básicamente, la participación y la responsabilidad.
“Si nosotros olvidamos esas reglas ¿qué es lo que estamos haciendo?, sencillamente lo que se hace es venganza”, subrayó.
Y añadió: “Son los riesgos de esas reformas de juzgar en masa y por empresa (pandilla), porque lo que se está haciendo es sacando la tarea de juzgar y de declarar culpables a la gente sin volver la vista si ha participado y qué grado de participación tiene”.
Según información oficial, son más de 72,000 personas detenidas bajo el régimen de excepción, a las que el Gobierno acusa de pertenecer a las pandillas, mientras que organizaciones humanitarias dan cuenta de más de 5,000 “víctimas directas” de atropellos a derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias.