Marvin Reyes, leader of the Movement of Workers of the National Civil Police (MTP), said on Thursday that the security officers of El Salvador would have received demands for “quotas of detainees per day” at the beginning of the state of exception, which led to “abuses”.
El Salvador has been under a state of exception, which suspends constitutional rights such as defense, since March 2022, after a surge in murders attributed to gangs.
“The National Civil Police personnel were required to meet daily detainee quotas, this led to them committing abuses,” Reyes said at a press conference alongside the non-governmental organization Humanitarian Legal Aid (SJH).
He indicated that his movement called for “the personnel to adhere to the Constitution, to the legal framework of our country, and to only arrest gang members.”
He added that they are worried that the PNC agents “will end up being harmed when responsibilities for these arbitrary arrests are deducted.”
“The responsibility will be assumed by the agent who made the arrest, who is the one that appears in the arrest record. He is the one who will assume responsibility for these arbitrary and illegal arrests to meet a quota demanded of him by his bosses, by the director of the Police to please the regime,” he underscored.
Reyes recounted that “verbally and through telephone calls from boss to boss, it was ordered that daily arrests had to be established,” which ranged from 20 to 40 per delegation to achieve at least 1,000 daily arrests “in the first weeks of the regime.”
“This led to many police officers, to meet this quota, arresting people who had nothing to do with gang structures,” he regretted.
The Legislative Assembly, at the request of Nayib Bukele’s government, approved the state of exception, which has resulted in more than 71,770 people arrested, whom the government accuses of being gang members.
Humanitarian organizations report 5,490 “direct victims” of abuses, mainly due to arbitrary arrests.
La Policía estableció “cuotas de detenidos” en El Salvador, según dirigente de movimiento
Marvin Reyes, dirigente del Movimiento de Trabajadores de la Policía Nacional Civil (MTP), dijo este jueves que los agentes del cuerpo de seguridad de El Salvador habrían recibido exigencias de “cuotas de detenidos por día” al inicio del régimen de excepción, lo que generó “abusos”.
El Salvador se encuentra bajo un régimen de excepción, que suspende derechos constitucionales como la defensa, desde marzo de 2022, tras una escalada de asesinatos atribuida a las pandillas.
“Se le exigió al personal de la Policía Nacional Civil cuotas de detenidos por días, esto llevó a que cometiera abusos”, afirmó Reyes en una conferencia de prensa junto a la organización no gubernamental Socorro Jurídico Humanitario (SJH).
Indicó que su movimiento llamó a que “el personal debía apegarse a la Constitución, al marco jurídico de nuestro país y detener únicamente a pandilleros”.
Agregó que les preocupa que los agentes de la PNC “al final van a salir perjudicados, cuando se deduzcan las responsabilidades de estas capturas arbitrarias”.
“La responsabilidad la va asumir el agente que detuvo, que es quien aparece en el acta de detención. Él es el que va asumir la responsabilidad de estas capturas arbitrarias e ilegales por cumplir una cuota que se le exigió por parte de sus jefes, por parte del director de la Policía para quedar bien con el régimen”, subrayó.
Reyes relató que “de manera verbal y a través de llamadas telefónicas de jefe a jefe se ordenó que tenía que establecerse capturas diarias”, que iban de 20 hasta 40 por delegación para alcanzar al menos las 1,000 detenciones diarias “en las primeras semanas del régimen”.
“Esto llevó a que muchos policías, por cubrir esa cuota, capturaran a personas que no tenían nada que ver con estructuras de pandillas”, lamentó.
La Asamblea Legislativa, a petición del Gobierno de Nayib Bukele, aprobó el régimen de excepción, que ha dejado más de 71,770 personas detenidas y a las que el Gobierno acusa de ser pandilleros.
Las organizaciones humanitarias dan cuenta de 5,490 “víctimas directas” de atropellos, principalmente por detenciones arbitrarias.