“Being a journalist in this country is a crime,” says Victor Barahona, released from the regime — “Ser periodista en este país es delito”, dice Víctor Barahona, liberado del régimen

Jul 11, 2023

The journalist spent more than a year imprisoned in Izalco jail, accused of illicit associations. — El periodista pasó más de un año recluido en el penal de Izalco acusado de asociaciones ilícitas.

55-year-old journalist Victor Barahona recounted that he was arrested on June 7, 2022, inside his home located in Valle del Sol, in the municipality of Apopa, during a house-to-house operation conducted by agents of the National Civil Police (PNC).

The communicator recounted that the agents entered his house without an arrest warrant and asked him if he had ever been arrested and if he had tattoos, to which he responded that he had never been detained and only had a tattoo of a rose. He also told them that he was a community journalist, but the police did not care.

“You’re going to come with us,” they told him, then handcuffed him and took him to the nearest station. There they booked him and put him with a group of gang members.

After spending almost a year in prison accused of the crime of illicit associations, the journalist was released under substitute detention measures, including not changing his address, not leaving the country, and not meeting with people, even though at the time of his arrest he details that he was alone at his house.

“If you’re a journalist, they accuse you of illicit associations; if you’re a community leader, they accuse you of illicit associations; if you’re a human rights defender, they accuse you of illicit associations; everyone is accused of illicit associations,” expressed Victor.

With visible scars on his body caused by water fungi, rashes, and boils known as “diviesos,” the journalist recounted that he was on the brink of death while being held in phase three of the Izalco prison because he is hypertensive. “I didn’t get up for three days; I agonized; I just heard my companions saying: this old man is going to die,” he recounted.

He also described the psychological torture that prisoners suffer inside the Izalco prison at the hands of the custodians, who tell them they will never get out of there and throw tear gas at them if they make noise.

“If the inmates complain or make noise, the punishment is to leave them kneeling from eight at night until dawn,” the journalist recounted.

Barahona assured that he decided to make his case public because he does not want another Salvadoran journalist to go through the same situation. “I don’t want another journalist to suffer the hell I lived,” he said with a choked voice as he began his testimony.

The community journalist recounted that three days before being arrested, he had interviewed Rodolfo Pereira, a leader of informal vendors live on a community television program, who denounced harassment by authorities. After that interview, Pereira was arrested, and the journalist a day later.

“I am sure that the arrest was because of my work as a journalist,” Victor assured.

Before being arrested, Victor worked at channel 29 and “Tu Onda Club,” a community digital radio. In both spaces, Barahona had a critical stance and denounced abuses of power and injustices. Upon being released, only the radio has given him the opportunity to return to his work, but in a sports slot.

“I am afraid for my children, and I just ask that they let us practice journalism in freedom,” expressed Barahona.

Angelica Carcamo, president of Apes, also denounced the negligence and passivity of the Office for the Defense of Human Rights in Barahona’s case. “We resent the negligence and passivity with which instances that should act efficiently are handling cases of human rights violations,” she expressed.

Likewise, Barahona reported that his family filed a habeas corpus with the Supreme Court of Justice on March 10 of this year, but there was also no response.

Oswaldo Feusier, lawyer for the Apes legal assistance clinic, explained that in Barahona’s case, there are indications of illegal or arbitrary detention due to the manner of the arrest, the pattern of photographing him with people he had never seen, linking him with criminals and the way they released him.

“It gives the impression that they arrested him first and investigated a year later,” explained the lawyer.

Feusier explained that since the beginning of June, they have asked for access to the file to carry out defense proceedings, but the court handling the case has not responded to date.

“In our opinion, it is an unjustified restriction of the right to defense; we want to believe that it is due to administrative and organizational disorder with the transformation of the organized crime courts that have become collegiate,” Feusier manifested.

The lawyer considers that the journalist is innocent and that for a year, he was subjected “to a humiliating, degrading treatment, and it can even be classified as torture.”

EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/victor-barahona-liberado-regimen-excepcion/1074725/2023/

“Ser periodista en este país es delito”, dice Víctor Barahona, liberado del régimen

El periodista Victor Barahona, de  55 años, relató que fue capturado el 7 de junio de 2022, dentro de su vivienda localizada en la colonia Valle del Sol, en el municipio de Apopa, durante un operativo casa por casa realizado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).

El comunicador relató que los agentes ingresaron a la vivienda sin una orden de captura y le preguntaron si había sido capturado alguna vez y si tenía tatuajes, a lo que él respondió que nunca había sido detenido y que solo tenía un tatuaje de una rosa. Además, les dijo que él era periodista comunitario, pero los policías no le dieron importancia.

“Nos vas a acompañar”, le dijeron, luego lo esposaron y se lo llevaron a la delegación más cercana. Ahí lo ficharon y lo metieron junto a un grupo de pandilleros.

Después de pasar casi un año en prisión acusado por el delito de asociaciones ilícitas, el periodista fue liberado bajo medidas sustitutivas a la detención, entre ellas no cambiar de domicilio, no salir del país y no reunirse con personas, a pesar que en el momento de su detención detalla que se encontraba solo en su casa. 

“Si sos periodista te acusan de asociaciones ilícitas, si sos líder comunal te acusan de asociaciones ilícitas, si sos defensor de derechos humanos te acusan de asociaciones ilícitas, a todos acusan de asociaciones ilícitas”, expresó Victor.

Con visibles cicatrices en su cuerpo causadas por los hongos de agua, las liguillas y los forúnculos conocidos como “diviesos”, el periodista relató que estuvo a punto de morir mientras se encontraba recluido en la fase tres del penal de Izalco, debido a que es hipertenso. “No me levanté por tres días, agonicé, solo escuchaba que mis compañeros decían: este viejo se nos va  a morir”, relató.

Asimismo narró la tortura psicológica que sufren los reos dentro del penal de Izalco por parte de los custodios que les dicen que nunca van a salir de ahí y les tiran gases lacrimógenos si hacen bulla.

“Si los reos se quejan o hacen bulla el castigo es dejarlos hincados desde las ocho de la noche hasta la madrugada”, relató el periodista.

Barahona aseguró que decidió hacer público su caso porque no desea que otro periodista salvadoreño pase por la misma situación. “No quiero que otro periodista sufra el infierno que yo viví”, expresó con voz entrecortada al iniciar su testimonio.

El periodista comunitario relató que tres días antes de ser capturado,  había entrevistado en vivo en un programa de televisión comunitario a Rodolfo Pereira, líder de vendedores informales, quién denunció el acoso de parte de las autoridades. Luego de esa entrevista, Pereira fue capturado y un día después el periodista.

“Estoy seguro que la captura fue por mi trabajo de periodista”, aseguró Victor.

Antes de ser capturado, Victor laboraba en el canal 29 y “Tu Onda Club”, una radio digital comunitaria. En ambos espacios Barahona tuvo una postura crítica y denunciaba los abusos de poder y las injusticias. Al ser liberado, solamente la radio le ha dado la oportunidad de volver a su trabajo, pero en una franja deportiva.

“Tengo miedo por los hijos y solo pido que nos dejen ejercer el periodismo en libertad”, expresó Barahona.

Angélica Cárcamo, presidenta de la Apes, también denunció la negligencia y la pasividad de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos en el caso de Barahona. “Resentimos que de parte de instancias que deberían actuar de forma eficiente,  la negligencia y la pasividad con la que están atendiendo los casos de vulneración de derechos humanos” expresó.

Asimismo Barahona expuso que su familia presentó un habeas corpus ante la Corte Suprema de Justicia el 10 de marzo de este año, pero tampoco hubo respuesta.

Oswaldo Feusier, abogado de la clínica de asistencia jurídica de Apes, explicó que en el caso de Barahona hay indicios de una detención ilegal o arbitraria, por la forma de la captura, el patrón de fotografiarlo con personas que él nunca había visto, vincularlo con delincuentes y la forma en la que lo liberaron.

“Da la impresión que lo detuvieron primero e investigaron un año después”, explicó el abogado.

Feusier explicó que desde principios de junio han pedido acceso al expediente para hacer las diligencias de defensa, pero el tribunal que lleva la causa no ha dado respuesta hasta la fecha.

“En nuestro criterio es una restricción no justificada del derecho de defensa, queremos creer que se trata por el desorden administrativo y organizacional con la transformación de los tribunales de crimen organizado que han pasado a ser colegiados”, manifestó Feusier.

El abogado considera que el periodista es inocente y que por un año fue sometido “a un tratamiento humillante, degradante e incluso puede ser calificado como tortura”.  

EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/victor-barahona-liberado-regimen-excepcion/1074725/2023/